'Operación Bikini', pros y contras en la salud
El cuidado por la salud y el aspecto físico pueden derivar en trastornos como obsesiones, anorexia o bulimia o percepciones erróneas del cuerpo que conducen a depresiones.
Llega el verano y la preocupación por esos kilos de más ocultos tras la ropa de invierno alcanza su cota más alta porque los posibles defectos reales o imaginables quedarán al descubierto en la playa y lo sano o insano de esta percepción del propio cuerpo irá fusionado totalmente a los rasgos de personalidad de cada sujetio. Es innegable la luz, el sol, días más largos y mayores actividades al aire libre afecta a nivel cerebral estimulando la serotonina y siendo un eficaz antidepresivo cuando ya los efectos de la polinización en los alérgicos han disminuido su cota más alta en la etapa primaveral y la positividad se evidencia con las ilusiones por los viajes de relax en solitario o compartidos olvidándose de lo cotidiano, lo aburrido, los problemas, y viviendo experiencias tanto en lugares lejanos como cercanos con una magnitud de posteriores recuerdos inolvidables.
Esa idea de cuidar la salud y el aspecto físico y que debería ser un recordatorio todo el año por supuesto que es beneficiosa, quedando las gripes, las lluvias, el frío, las bufandas muy lejanas, pero como afirmamos anteriormente, hay que hacer hincapié en transtornos como la obsesión y la anorexia y la bulimia al tener una percepción errónea de su propio cuerpo conllevará más inestabilidad y depresión y acentuará un problema y desequilibrio ya existente de base y en cuanto al obsesivo siempre habrá un problema o defecto en cualquier lugar o situación y su idea fija le seguirá agobiando.
Respecto a las modas o cánones de belleza las publicidades deberían desterrar el modelo extremadamente delgado a sabiendas de los problemas alimentarios en algunas modelos para mantenerse a raya y no superar un solo gramo más pero tampoco como existe en la actiualidad ese fomento de mujer curva, redonda, cercana a la obesidad, con el peligro para la salud que eso supone de enfermedades cardiovasculares, tasas de azúcar y colesterol en sangre elevadas, fatiga, que no significan para nada un rechazo de las personas por su aspecto físico sino evitar y prevenir enfermedades y en el equilibrio, y jamás en los extremos, está el éxito.
Deshabituación del tabaquismo, deporte a la medida de cada individualidad, dieta sana sin necesidad de eliminar alimentos, sino evitando los excesos y con un efecto dinamizador y terapéutico de una actividad muy practicada en la etapa estival como es la hidroterapia en la playa y en la piscina con esos rayos de sol que permiten la absorción de vitamina D a nivel óseo, paseos en la orilla del mar como un buen activador de circulación, una cerveza en una terraza con su enorme poder antioxidante, diurético, elevador del ánimo y preventivo del Alzheimer, y esas tertulias con conocidos y desconocidos que hacen la labor de terapia grupal. Si bien es verdad que muchas de las rupturas matrimoniales se producen después del verano al hacerse insoportable una convivencia continua en algunos sin separaciones debidas a actividad laboral que posibilitan el echarse de menos y no caer en la rutina y porque existen acaso ya desavenencias en la pareja quizás escondidas u ocultas o porque a veces el escaparate playero es tan amplio y se dan las quejas en algún miembro de la pareja de exceso de atención en otras personas y nínima atención en ese componente o miembro de una relación apareciendo el fantasma de los celos a veces ilógicos, enfermizos solamente fruto de la carencia e un rasgo fundamental en toda relación que es base, la confianza y el respeto y nunca nadie debe compararse con nadie como ser único y especial, de ahí su valor. SÍ AL VERANO, pero fundamentalmente, SÍ A LA SALUD, porque de ello dependerá disfrutar y vivir plenamente lo fantástico del verano.