Más de 13.800 trasplantes realizados desde que se inició el programa
Desde que en 1978 comenzara el programa de trasplantes en Andalucía, los profesionales del sistema sanitario público andaluz han realizado un total de 13.806 trasplantes de órganos sólidos y más de 35.000 implantes de distintos tejidos.
La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales ha subrayado la importancia de seguir estimulando la donación para concienciar a la ciudadanía de que nuestros órganos pueden seguir dando vida y ayudando a personas con una necesidad vital de ellos. En este sentido, ha hecho referencia al nivel de aceptación de la donación, que se sitúa en un 82%, es decir, que ocho de cada diez personas que fallecen o sus familiares accede a donar sus órganos, cuando hace dos décadas sólo seis de cada diez familias aceptaba.
Asimismo, la consejera se ha referido a la modalidad de donación en asistolia, también conocida como donación a corazón parado y a su importancia para la sostenibilidad del programa de donaciones y trasplantes. En esta línea, ha señalado que Andalucía “se ha anticipado al descenso de los fallecidos en muerte encefálica que intuíamos hace unos años y, con el desarrollo de la donación en asistolia, estamos contribuyendo a la sostenibilidad del programa de donación y trasplantes”.
De hecho, en lo que va de año se ha producido en España un incremento de la donación en asistolia que alcanza ya el 12% de todos los donantes en el primer semestre de 2014. En Andalucía este aumento de la donación en asistolia es superior y representa ya en el primer semestre de este año un porcentaje del 19% --29 de las 153 donaciones del primer semestre han sido de esta modalidad--.
Los donantes en asistolia, o también llamados donantes a corazón parado, son donantes diagnosticados de muerte por el cese irreversible del latido cardiaco, a pesar de los esfuerzos sanitarios por reanimarlo. Frente al donante más habitual, que se encuentra ingresado en una Unidad de Cuidados Intensivos y fallece como consecuencia de una hemorragia cerebral o de un traumatismo craneoencefálico, por el cese completo de la actividad cerebral –lo que se conoce con el nombre de muerte encefálica--, el donante en asistolia fallece como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria, por el cese irreversible del latido cardiaco. Según los expertos, la asistolia es la mejor vía de crecimiento de la donación en parada cardiaca.