jueves. 14.08.2025
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Las reclamaciones etarras, de poca importancia

Las reclamaciones etarras, de poca importancia

La mayoría de estas quejas son por cuestiones "nimias" o directamente "peregrinas", según las mismas fuentes consultadas. Quejas en las que, por citar algunos ejemplos, exigen la colocación de luces de emergencia, desfibriladores en todos los módulos de la cárcel o la construcción de un módulo psiquiátrico, ausente en las prisiones convencionales al existir ya centros penitenciarios específicos para la atención psiquiátrica donde se traslada a los presos que requieren de estos cuidados.

Habitualmente, las cárceles del sur de España es donde los sucesivos gobiernos han recluido a los presos de ETA más irredentos. Actualmente se encuentran internos de peso en la organización como Juan Antonio Olarra Guridi, portavoz del EPPK e interno en Granada. Otro de ellos es Xabier García Gaztelu, el asesino de Miguel Ángel Blanco, interno en Huelva.

En Córdoba se encuentra el ex integrante del 'comando Andalucía' Igor Solana Matarranz o Igor Portu, autor del atentado contra la T4 de Barajas. Otros internos repartidos por esas cuatro prisiones son Xabier Pérez Aldunate, Juan Carlos Balerdi, Fernando García Jodra, Iñaki Arakama Mendía, alias 'Makario' O Asier Arzalluz Goñi.

Precisamente la mayoría de los presos de la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) ya protagonizaron en octubre de 2013 una protesta por su cuenta en la que llevaron a cabo una huelga de hambre sin recibir el respaldo del resto del EPPK. Las reivindicaciones de aquella huelga de hambre no tenían un patrón claro ya que comenzaron denunciando su reclusión en el módulo de aislamiento y el trato recibido por algunos funcionarios de prisión para posteriormente hacer una exigencia de máximos en la que pedían la reagrupación de todos los presos.

Se especuló incluso con que aquella iniciativa tenía por objeto protestar contra la estrategia de la izquierda abertzale, favorable a que los internos terroristas realizasen algún tipo de asunción del daño causado a sus víctimas. Lo cierto es que desde los cuadros dirigentes de la izquierda abertzale pasaron de mostrar un perfil bajo ante esta protesta a implicarse de manera personal con visitas a la cárcel para entrevistarse con los reclusos que terminaron por deponer su actitud casi un mes después apelando a razones de salud.

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