El incidente ferroviario más grave y menos atendido

Ha llamado mucho la atención en la vecina Extremadura el perfil bajo que las autoridades y los medios de Huelva han dado al último incidente acaecido en la línea férrea Huelva-Madrid. Que 120 niños de entre diez y once años tengan que ser evacuados y desalojados del tren por una intensa humareda no es baladí. El susto de los pequeños fue mayúsculo y así se lo hicieron saber a sus padres y tutores ya en casa.
Sin embargo, las versiones dadas han sido cuando menos opacas y sorprendentes. Ni siquiera se mencionaba que el pasaje del tren que sufrió el incendio/calentamiento en Calañas iba formado por niños y se hablaba a secas de 150 pasajeros.
Y eso que 48 horas antes de este incidente se conocía un informe interno de Adif y Renfe donde se reconocía que nada menos que mil tres de los poco más de 4.000 que han circulado con salida o destino Huelva habían sufrido incidencias o retrasos en lo que va de año.
Los vídeos que se colgaron sobre el incidente hablan por sí solos: niños gritando, corriendo por la estación y hasta llorando. Menuda tarde pasaron los profesores que los acompañaban hasta que lograron hacer el recuento de los pequeños y comprobaron que no faltaba ninguno. Otras veces por una gotera ardió Troya, en las redes, claro.