Carolina Marín, Doctora Honoris Causa por la Universidad de Huelva: un referente más allá del deporte

La Universidad de Huelva ha investido este viernes, 23 de mayo, a Carolina Marín como Doctora Honoris Causa, en un emotivo acto que ensalza no solo su excelencia deportiva, sino también su dimensión humana y su impacto como referente de valores universales como la perseverancia, la igualdad y la superación.
Con este reconocimiento, la campeona olímpica y tres veces campeona del mundo se convierte en la primera deportista distinguida con este título por la institución onubense. Un gesto que trasciende lo simbólico: Marín ha roto barreras históricas en un deporte dominado por Asia, haciendo historia como la primera mujer no asiática en conquistar el oro olímpico y múltiples títulos mundiales en bádminton.
El acto ha contado con la presencia de autoridades como la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, y ha sido impulsado desde la propia universidad por el profesor Pedro Sáenz-López, con un respaldo unánime desde su origen. Desde el Centro de Investigación Coideso, su directora y subdirectora, Blanca Miedes y Nuria Arenas, acogieron la propuesta con entusiasmo, conscientes del valor que Carolina representa para la sociedad.
Más allá del palmarés, la Universidad ha querido destacar también el método de entrenamiento científico y creativo que Marín sigue junto a su entrenador Fernando Rivas, así como su carácter cercano, combativo y humilde, que la convierten en un modelo no solo para deportistas, sino para toda una generación.
Con este reconocimiento, Huelva no solo homenajea a su campeona más internacional, sino que reafirma el orgullo de contar con una figura que inspira y deja huella dentro y fuera de las pistas.
Carolina Marín se ha mostrado muy agradecida por la distinción recibida por parte de la UHU. “Estoy muy contenta, muy feliz. Es un día muy importante. Hace unos meses recibí el Premio Princesa de Asturias y ser la primera mujer onubense en recibir el Honoris Causa de la Universidad de Huelva, aquí en mi tierra, con toda mi gente, rodeada de mi familia y amigos, os podéis imaginar lo orgullosa que me siento. Siempre lo que he dicho, que las medallas son muy importantes y es la recompensa que cualquier deportista siempre intenta conseguir, pero desde luego que lo más importante son esos valores que quedan y que perduran y sobre todo que le abren un camino a esos niños y niñas de hoy en día. Que se hayan podido fijar en mí y que yo sea un gran ejemplo para todos ellos, desde luego que lo llevo con mucho orgullo. Muy contenta y muy feliz de representar a mi tierra allá dónde voy y muy agradecida por todas estas cosas que me están pasando hoy día”.