martes. 03.10.2023
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La alcaldía de Almonte está en el aire

Almonte es gobernado en la actualidad por Mesa de Convergencia, que obtuvo solo dos concejales y tiene la Alcaldía. Mesa de Convergencia (2), PSOE (6), PP (3) e Independientes (1); acuerdo que dejó a Ilusiona y sus (9) concejales fuera del equipo de Gobierno.
Acto de elección de la alcaldesa de Almonte
Acto de elección de la alcaldesa de Almonte
La alcaldía de Almonte está en el aire

El futuro de la alcaldía de Almonte se muestra incierto. A mediados de junio tendrá lugar el ecuador de la legislatura en la cual Mesa de Convergencia, que ostenta actualmente la alcaldía, tendría que ceder el relevo a manos del socialista Miguel Espina, en virtud del pacto alcanzado a inicio de la legislatura por Mesa de Convergencia (2), PSOE (6), PP (3) e Independientes (1); el cual dejó a Ilusiona y sus (9) concejales fuera del equipo de Gobierno.

No obstante, a pesar de este acuerdo no escrito nadie tiene garantizado el ascenso al trono de la ‘capital' de Doñana, aun cuando Espina afirma que el pacto “se cumplirá” en sus justos términos.

Ilusiona, grupo que lidera el ex alcalde socialista Francisco Bella, se frota las manos mientras presencia como en el seno del PP existen dudas más que razonables a la hora de apoyar este relevo en la alcaldía.

Las presiones desde la dirección provincial están siendo importantes y existe verdadera preocupación en la factura electoral que tendrá cualquiera de las decisiones que puedan adoptar sus representantes. 

Entre tanto, la actual alcaldesa, Rocío del Mar Castellano, se ofrece entre bambalinas a seguir en el cargo para garantizar la cohesión de las tres fuerzas políticas que aun se mantienen en el equipo de Gobierno. Esta baza, la del consenso,  fue la jugó la líder de izquierdas para hacerse con el poder, a pesar de obtener sus siglas únicamente dos concejales.

El delicado equilibro de poderes es manifiesto y la mayoría raquítica.  El pasado mes de junio de 2020 se materializó la deserción de Independientes, uno de sus socios de gobierno. Su líder y única concejala, Cristina Medina, en un acto impropio en la política decidió renunciar a su sueldo y abandonar sus competencias en Turismo, Festejos y Usos Tradicionales después de acusar a la alcaldesa y al teniente de alcalde, José María García (ambos de Mesa de Convergencia) de prácticas totalitarias.

Fuentes consultadas por este rotativo destacan que Ilusiona continúa intentando recabar apoyos para que prospere una moción  de censura que les permita hacerse con el bastón de mando, si bien ningún miembro del equipo de gobierno está dispuesto a salir retratado como el responsable de dinamitar el pacto de caballeros alcanzado al inicio de legislatura.

Todo ello sin mencionar el temor latente de que la rubrica a una moción de censura pueda ser la tumba política de los concejales que la suscriban.

En este río revuelto Ilusiona envió hace semanas una nota de prensa en la que aseguraba que el concejal socialista y número cuatro en las listas socialistas, Miguel Espina, se habría ofrecido a desbancar a la alcaldesa, para lo cual sondeaba el apoyo de sus ediles en la oposición, prometiéndoles  incluirlos en el futuro equipo de gobierno. Ilusiona hablaba de que estudiaría la propuesta y anunciaba la convocatoria de la Comisión Permanente donde se daría respuesta a este ofrecimiento.

Espina, por el contrario, en unas declaraciones que recogía Europa Press, circunscribía estos contactos a “conversaciones de pasillo”, si bien descartaba un ofrecimiento tácito y formal, asegurando que no han existido reuniones ni si quiera en la nueva ejecutiva del PSOE en Almonte” para valorar esta estrategia. 

Ni que decir tiene que estos movimientos han encendido los recelos de Mesa de Convergencia y del PP, que observan atónicos cómo los socialistas  juegan a dos bandas. 

Tres concejales damnificados tras las elecciones de 2019

En el PSOE ahora mismo existe una pugna de poder por ver quien se posiciona a la hora de liderar el partido y ser el cabeza de lista en las próximas municipales.

De la carrera se cayó Rocío Espinosa, cabeza de cartel en 2009, a la que se le buscó acomodo laboral dentro del partido y se la invitó a renunciar a tomar posesión como sacrificio para facilitar un acuerdo de Gobierno con Mesa de Convergencia, PP e Independientes.

Los tres grupos políticos se mostraban públicamente reticentes a respaldar a la entonces líder socialista y hoy vicesecretaria general del PSOE de Huelva. Otro de los damnificados fue el número dos de la candidatura socialista, Antonio Joaquín Díaz. En el PP el fracaso electoral también se cobró su tributo, en este caso en la carrera política de Matías Medina, que encabezó la lista de las municipales y que renunció, también, a tomar su acta de concejal.