lunes. 29.04.2024
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Comuneros, regantes y demarcación del Odiel-Piedras, ante la decisión de aliviar las duras restricciones por la sequía

Los comuneros confían en que en la reunión de la Demarcación Hidrográfica del Tinto-Odiel-Piedras, Chanza se alivien las restricciones de agua para regadíos en vigor y que la Junta fijó en el 50%. La recuperación de los embalses es evidente. Junta y la Mesa Social del Agua piden prudencia y Agricultura reitera la petición de agua a Portugal.
Hay mejoría en los embalses onubenses pero piden prudencia
Hay mejoría en los embalses onubenses pero piden prudencia
Comuneros, regantes y demarcación del Odiel-Piedras, ante la decisión de aliviar las duras restricciones por la sequía

La Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, organismo autónomo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha analizado esta mañana la situación general de la cuenca del Guadiana de cara a la próxima campaña de riego. A esta cuenca está adscrita la zona más occidental de la provincia de Huelva, limítrofe con Portugal y el Chanza. Su embalse más importante en Huelva es el del Andévalo.

Este embalse andevaleño tiene una capacidad de 624 Hm3 y se encuentra en la actualidad al 34,86%, con 221 Hm3, lo que invita a la prudencia.

Embalse del andévalo
Embalse del andévalo

El comienzo del año hidrológico 2023-2024 ha venido marcado por una situación en la que el volumen almacenado en la zona oriental del Guadiana era de 74,19 hm³ y en la occidental de 1.852,27 hm³ que suponían unos porcentajes de llenado del 18,6% y del 23,0% respectivamente.

En el desarrollo del año hidrológico se han presentado varias borrascas que han realizado aportaciones significativas a los embalses, en concreto Irene, Juan y finalmente Nelson que es la que ha concentrado las aportaciones en los embalses de mayor tamaño de la cuenca.

Con estos datos es que la previsión de la campaña de riego en la zona Occidental del Guadiana se podría realizar con una disponibilidad de recurso del 100% de la totalidad de los volúmenes concesionales en esta zona. Esta por ver si se aplica a la provincia de Huelva la misma decisión dado el bajo llenado del embalse andevaleño.

Además del moderado dato de la cuenca del Guadiana, hay que contar con la capacidad de la demarcación del Tinto-Odiel-Piedras, Chanza. Tiene una capacidad de 229 Hm3 y se encuentra actualmente al 85%, con 195 Hm3.

Su comisión se reúne en las próximas horas y los comuneros onubenses tienen previsto pedir que se alivie el recorte del 50 de agua para regadío al 25%.

Reparto del agua embalsada por cuencas
Reparto del agua embalsada por cuencas

Las reservas de agua embalsada en toda la provincia onubense se encuentran actualmente a poco más del 51%.Huelva tiene 1.505 Hm3 de posibilidad de embalsar agua y ahora mismo existen 772 Hm3, una cantidad importante para afrontar con garantías las próximas campañas de riego y consumo humano y de uso industrial y turístico.

Hasta ahora existen restricciones del 50% de agua para regadío e incluso el consumo diario racionado en comarcas como la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Y eso teniendo en cuenta que los embalses de Aracena y Zufre son de uso exclusivo de Sevilla (Confederación del Guadalquivir) y el embalse del Sancho (Demarcación Odiel-Piedras) no se puede usar debido a la contaminación de sus aguas por drenaje ácido de minas. Lo que lo hace inviable tanto para regadío como para consumo humano.

Reunión de la consejera Crespo con Hugo Morán, SEMA.
Reunión de la consejera Crespo con Hugo Morán, SEMA.

En paralelo a este debate, la consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha mantenido en Madrid una nueva reunión bilateral con el secretario de estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, para continuar trabajando en el cumplimiento de los acuerdos sellados a finales de febrero en el pacto entre el presidente de la Junta de Andalucía y la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

A lo largo del encuentro, Carmen Crespo y Hugo Morán han analizado la situación en que se encuentran los proyectos incluidos en el paquete de medidas urgentes y estructurales fijado para hacer frente a la complicada situación de sequía que sufre el territorio andaluz. Para la consejera, es fundamental continuar siendo prudentes a pesar de que las últimas lluvias han supuesto cierto alivio para Andalucía, “pero todavía tenemos dificultades que hay que solventar por parte de ambas administraciones”. 

La Junta insiste en pedir agua a Portugal

Así y en lo que respecta a Huelva, Crespo ha planteado nuevamente la petición andaluza relativa a que llegue una aportación de agua extraordinaria desde tierras portuguesas hacia el Bocachanza y calificado de “muy positivo” que se hayan iniciado contactos con el nuevo gobierno portugués para hacer realidad esta vía. Y es que, según Crespo, se trata de una obra “fundamental para los intereses de la provincia de Huelva ya que vienen a contribuir a eliminar el tapón salino que se genera”.

Mientras, el Consejo de Gobierno también ha tomado conocimiento del nuevo informe sobre la situación hidrológica en Andalucía.

Según los datos que maneja la Junta, la demarcación del Tinto-Odiel-Piedras-Chanza acumula 567 hm3. Este volumen representa el 50,85% de su capacidad total de almacenamiento, que asciende a 1.114,95 hm3. Sube un 1,07% en una semana, con un incremento de 12 hm3 respecto a la semana anterior. Si se compara con la media de los últimos siete años (747 hm3, 67,00%), figuran 180 hm3 menos.

Postura de la Mesa Social del Agua (MSA)

Por otra parte, las organizaciones que forman parte de la Mesa Social del Agua de Andalucía alertan del exceso de euforia tras las lluvias de las últimas semanas. Reconocen que estas precipitaciones han traído un cierto alivio a la grave situación de sequía que atraviesa Andalucía, pero advierten que estas lluvias no se han distribuido de manera uniforme por todo el territorio.

En las cuencas del Tinto-Odiel-Piedras y del Guadalquivir, sobre todo en la primera, que afecta a la provincia de Huelva, las lluvias han sido abundantes y han dado lugar a una recuperación significativa de los recursos embalsados. Por contra, en la cuenca del Guadalete-Barbate y en las cuencas Mediterráneas andaluzas, la precipitación ha sido menor, muy reducida en las zonas más orientales, de manera que las provincias de Cádiz, Málaga, el litoral granadino y Almería no han mejorado e incluso están en peor situación que el año pasado por estás misma fechas.

Por esto, la MSA reitera que no es momento de lanzar las campanas al vuelo.  En primer lugar porque las lluvias no han venido a resolver de manera general la propia situación de sequía meteorológica y todavía no se han compensado el déficit de precipitación acumulado. A esto se añade el hecho de que antes y ahora después de las lluvias vuelven las temperaturas anormalmente altas, que seguirán provocando una evaporación y transpiración extraordinaria que reducirá la productividad de estas precipitaciones. 

La MSA insiste que no se puede confundir el fenómeno meteorológico de la sequía, déficit de precipitaciones, con la escasez, que es el desequilibrio entre las altas demandas de agua, especialmente en los sectores productivos (regadío y turismo) y los recursos disponibles.

Recalcan que es necesario insistir en esta idea clave: lo que afecta a Andalucía es una crisis de escasezacentuada por lluvias irregulares y extraordinarias olas de calor, detrás de las cuales asoman los efectos del cambio climático. La demanda de agua del conjunto de Andalucía, con grandes diferencias espaciales, ha sobrepasado la disponibilidad del recurso. El déficit es estructural, soportado en muchos casos por la sobreexplotación generalizada de aguas subterráneas, asegura en una análisis de situación.

La demanda de agua para regadío sigue creciendo en Huelva
La demanda de agua para regadío sigue creciendo en Huelva

Es por ello que, subraya, "frente a mensajes imprudentes, la experiencia de estos últimos años y la atenuación de la gravedad de la sequía, aunque muy pequeña en gran parte del litoral andaluz, la MSA ve ahora una oportunidad para replantear el modelo de gestión del agua en Andalucía".

A su juicio, en la provincia de Huelva, en el Tinto-Odiel-Piedras,  la sequía de estos últimos años ha abierto los ojos a los que aún confiaban en el carácter infinito del agua, apoyaban las previsiones de 45.000 nuevas hectáreas de regadío y toleraban la continua expansión de los riegos “en precario”.

En otras zonas, como en el Guadalquivir, el Guadalete o la Axarquía, se han visto las consecuencias del crecimiento de los regadíos descontrolados en zonas previamente no definidas que, además de la propia viabilidad de las inversiones realizadas, ponen en riesgo el suministro a las demandas previamente establecidas o incluso a los abastecimientos urbanos. Esto no puede continuar.

La MSA recuerda la necesidad imprescindible de elaborar y disponer de Planes Especiales de Sequía (PES), como mandan las leyes de agua estatal y autonómica.  Pese a sus deficiencias, que explican las alegaciones de esta Mesa, el PES del Guadalquivir ha permitido aplicar escalonadamente medidas de reducción de dotaciones y otras actuaciones desde las primeras etapas de la sequía. Por el contrario, en las cuencas internas de Andalucía, a pesar de que la Junta ha aprobado sus propios planes, en la práctica no los ha ejecutado y los ha sustituido por la aplicación de una serie de Decretos que denota falta de previsión y que han provocado tomas de decisión bruscas y contradictorias. Un ejemplo de ello es el caso de la Cuenca Guadalete-Barbate, donde se ha pasado de cero restricciones al anuncio del 75% de disminución de dotaciones.

De la misma manera, la MSA también advierte sobre la necesidad de disponer de Planes de Emergencia de Sequía elaborados de una manera participativa en todas las poblaciones mayores, como mínimo, de 10.000 habitantes, como ordena la Ley andaluza del agua. Allí donde se ha dispuesto de estos planes de forma participada (como en Cádiz, Puerto Real, Chiclana de la Frontera o el área metropolitana de Sevilla), la identificación de umbrales desde pre-alarma hasta emergencia, que disparan medidas de información, concienciación restricción de usos, etc., han demostrado su utilidad, aun con todas sus imperfecciones.

"La administración no puede decidir, ya en situación de emergencia y sin la imprescindible participación pública, prohibir o no determinados usos. Por tanto, la MSA considera que es  necesario impulsar planes locales de reutilización que consigan que los baldeos, riego de jardines y de campos de golf se hagan solo con aguas regeneradas. La reutilización de las aguas en las zonas costeras debe convertirse en una importante fuente de suministro para  complementar los recursos disponibles y para dar idea de la necesidad de diversificar las fuentes de recurso. Sin un estudio específico caso a caso, es fácil caer en la tentación de afirmar que toda reutilización es un incremento de recursos y eso es pernicioso".

Por otro lado, las organizaciones alertan sobre la necesidad de introducir la obligación de que los hoteles, edificios de nueva construcción y grandes rehabilitaciones se doten de tanques de aguas grises para este tipo de usos. Además, consideran vital transmitir responsabilidad a los turistas, que pueden disfrutar de sus vacaciones, pero siendo conscientes de las características climáticas del territorio en el que vivimos.

Por último, la MSA reitera que la gestión de la escasez de agua exige una perspectiva de justicia social, además de medidas de ahorro y eficiencia. Esa perspectiva de justicia debe incluir medidas como: evaluar los efectos en el empleo especialmente la destrucción derivada de la situación hidrológica y los problemas que genera en el tejido productivo. Concretar la modulación de dotaciones de riego que garanticen la supervivencia de la agricultura familiar y profesional, arraigada en el territorio. Es necesario insistir también en que la reasignación de agua entre distintos usuarios no se puede hacer por medio de mercados opacos entre agentes privados, sino por medio de “bancos públicos de agua” transparentes,  basado en criterios ambientales, económicos y sociales de interés general.

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