Alberto Ramírez: "Aunque sea inviable ahora, la solución de El Portil es independizarse"

Se acerca hoy a esta tribuna pública Alberto Ramírez González, al que conocí a través de su suegro, Enrique Lora, que fuera jugador de Sevilla, Recreativo y Selección Española de fútbol. Posteriormente como tiene su vivienda de verano en El Portil, pues las veces que coincidimos son más asiduas y la verdad es que se encuentra muy comprometido e integrado con la población costera.
Alberto tiene una gran experiencia profesional con las prótesis dentales, no en vano ha ejercido su trabajo en distintos laboratorio de prestigio, con puestos de dirección, vamos que la profesión no tiene secretos para nuestro invitado de hoy, quien realiza cursos de formación continua de forma privada, simposios y numerosos congresos.
Alberto es una persona simpática, cordial, con alto sentido de la amistad, le encanta la pesca y la natación, es solidario, empático, bético, familiar, buen conversador... Buena gente.
Le sorprende que le llame para charlar y realizar esta entrevista, pero no pregunta más, si se lo propongo, él accede y el resultado de este ameno encuentro da el siguiente resultado:
P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?
R. - Pienso que esto es algo surrealista, algo que nos ha tocado vivir y es como una pesadilla en la que un día nos despertaremos y todo habrá pasado. De todas formas, ya estamos viendo la luz y al final tenemos que aprender a vivir con este virus.
P. - ¿Cómo crees que cambiará la vida tras la pandemia?
R. - Después de la pandemia, si se acaba algún día (eso esperemos) aunque el virus no se vaya, espero que sea una enfermedad igual que otra, en la que nos tendremos que vacunar anualmente, como si fuera gripe. En mi entorno, la mayoría de mis conocidos, han optado por vivir la vida, hay que seguir viviéndola.
P. - ¿Te esperabas que apareciera esta última ola de contagios?
R. - Lógicamente todos los virus mutan y seguirá mutando. No me esperaba que hubiera otra ola pensaba y deseaba que esto ya se hubiera acabado, pero nos ha cogido, se acabará y, más para adelante vendrá otra ola, lo que sí es conveniente estar preparados. Gracias a las vacunas, las hospitalizaciones y las muertes son menores.
P. - ¿Cómo valoras la labor de los políticos en general ante esta pandemia?
R. - Los políticos en esta pandemia yo creo que no han sabido llevarla como deberían haberlo hecho: Se han tomado muchas decisiones no mirando por la salud sino por los votos, cuando todos deberían haber estado unidos y llevar esto como realmente ha sido, una pandemia y no un conflicto político.
P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?
R. - Sí que hemos pasado miedo en el comienzo de la pandemia, era algo nuevo y los medios de comunicación te hablaban todos los días de los fallecidos. Yo me acuerdo que cuando empezó tuve que cerrar el laboratorio por miedo a los contagios y más en nuestro sector dónde los trabajos que llegan son directos de la boca. Había muy poca información debido a que todo era nuevo y no habíamos tenido ningún precedente. Éramos muy meticulosos cuando salíamos por las compras y a la hora de entrar en la casa y limpiarlo todo.
P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro y qué haces en la actualidad?
R. - El proyecto que tengo para el futuro es seguir como estoy, con salud, trabajo y teniendo la gente que quiero cerca de mí. No pido nada más, soy feliz con lo que tengo. Mi trabajo me aporta todo lo que yo había soñado, es una profesión muy bonita y muy grata que disfruto todos los días; para mí no es un trabajo, es un hobby. Lo que intento hacer es mejorar día tras día, como profesional, aunque también como persona.
Me dedico la prótesis dental y cuando realizo las mismas, son como parte de mi, algo que sale de mi inspiración. Cuando me mandan las clínicas los vídeos de las personas con las prótesis puestas y están súper contentas como si les hubiera cambiado la vida para mí es el mayor orgullo qué puedo tener y, es lo que me da fuerza día tras día para seguir haciendo lo que hago.
P. - ¿Qué significa para ti El Portil?
R. - El Portil es un pedacito de mí, un paraíso donde uno puede respirar y sentirse a gusto con el entorno. Tenemos de todo: una playa extraordinaria y unos senderos de pinares dónde se te quita cualquier depresión. Cuando mi mujer y yo pudimos empezar a viajar en verano, lo hicimos alquilando por la costa de Andalucía, hasta que un año vinimos aquí, a El Portil y desde entonces no nos hemos movido. Supimos que este era nuestro sitio. Aquí han gateado mis niños en la playa y es donde están pasando su infancia. A ellos también les encanta.
P. - ¿Por qué crees que El Portil está tan descuidado?
R. - Tenemos cada vez más o por lo menos yo así lo siento, una dejadez casi absoluta en el cuidado de las playas y del pueblo. Creo que nos tienen un poco abandonados y la única solución que veo es la independización de El Portil y El Nuevo Portil, que se constituya un pueblo independiente de Cartaya y de Punta Umbría, pero por ahora es cosa difícil.
P. - ¿Cómo se puede ser bético estando casado con una hija de Enrique Lora, un símbolo del sevillismo?
R. - Jajaja. Soy bético porque así lo he vivido desde pequeñito en mi casa. Cuando me enamoré de mi mujer no sabía que su padre había sido futbolista. Es algo que me encanta. Mi suegro me ha enseñado que el fútbol es un deporte y las enemistades a la raíz de la rivalidad son una tontería. Mis niños han salido todos sevillistas y yo desde pequeños siempre les he dicho: si sois listos seréis sevillistas, ya que el abuelo tiene muchas amistades, vive el fútbol desde dentro y podréis disfrutar más de esas cosas. Enrique y yo nunca hemos tenido ningún enfrentamiento por rivalidad, al contrario, hasta lo he acompañado al campo del Sevilla para ver algún partido y he disfrutado de su sevillismo, al igual que cuando hemos estado en eventos del Recreativo de Huelva, que como tú bien sabes, vamos todos los años a la convivencia de los veteranos.
P - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas tu tiempo libre?
R. - Sin lugar a dudas estar con mi familia y con mis amigos. Me encanta la playa y el campo. Y sobre todo el Rocío. En tiempo libre los fines de semana con mi familia nos reunimos con amigos donde nunca faltan alguna guitarra y algunos cantes. Es una afición donde mi mujer y yo disfrutamos mucho. Y si no, estoy en este bendito paraíso qué es El Portil.
También soy miembro del Club de Atletismo de la Puebla del Río y desde la pandemia me he aficionado a cocinar para que disfruten mis amigos.
P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?
R. - Los recuerdos de mi niñez eran estar con los amiguetes en la calle, siempre jugando, cosa que hoy en día no hacen los niños con los videojuegos. Recuerdo que mi madre nos llamaba la hora de la merienda y a la hora de la cena. Muy buenos ratos hemos pasado jugando al escondite, a policías y ladrones o al bote. Y los domingos siempre nos íbamos con mis padres a la parcela donde me reunía con todos mis primos y terminábamos todas las noches haciendo una candela.
De mayor siempre me había llamado la atención ser profesor de educación física o bombero. Me gustaba mucho el deporte y quería tener alguna profesión que fuera activa físicamente. Sin embargo, un día estudiando mi mujer en la facultad odontología me pidió ayuda con unos alambres para que hiciera unos ganchos o resortes y a mí las cosas manuales se me habían dado siempre muy bien y al final terminé haciéndolo a casi toda la clase y ahí es cuando me di cuenta que ese tenía que ser mi futuro: la prótesis dental.
P. - ¿Quiénes son o han sido tus referentes personales y profesionales?
R. - Referentes en la vida no tengo a nadie en especial, lo que intento es ver las cosas buenas de las personas y las cosas que a mí me gustan de ellas e intento ponerlas yo en práctica.
P. - ¿Se están cumpliendo los proyectos de vida que te propusiste?
R. - Por ahora sí se están cumpliendo mis proyectos: tengo un trabajo que me encanta, tengo una mujer de la que cada día estoy más enamorado, y tengo unos niños, Alberto, Esperanza, Enrique, y Candela, que son maravillosos. Para mí mi familia es todo y verlos crecer mi lado, es lo que siempre había soñado toda mi vida. Con respecto al laboratorio no puedo pedir más: tengo 5 empleados, que son empleados y compañeros.
Alberto, me ha encantado echar este ratito de charla contigo, verte feliz, disfrutando de la vida y de tu Betis y, desde luego, contento con nuestro Portil, un paraíso por el que hay que luchar para que las instituciones presten la atención que sin lugar a dudas merece.