Cuenta atrás para la reapertura del Belén Viviente de Beas

La Hermandad de Nª Sra de Clarines, se encuentra inmersa en un sinfín de preparativos, todos ellos relacionados con el Belen Viviente, que pretende abrir al público después de 1 año sin actividad.

Han sido tiempos duros para la Hermandad, no solo porque no se ha podido desarrollar las actividades que habitualmente despliega, sino porque en este tiempo de pandemia ha perdido a su hermano mayor electo, don José Luis Borrero Borrero, sin ni siquiera haber tomado posesión de su cargo, después de una dura enfermedad.

Sin casi tiempo para sobreponerse de la pérdida, la Hermandad de Clarines tuvo que convocar de urgencia elecciones a Junta de Gobierno, elecciones que culminaron el pasado 29 de Octubre con la elección de una nueva junta, encabezada por la abogada Ana María Hurtado López.

Fue un cabildo muy emotivo, donde se recordó la figura del fallecido hermano mayor, y donde los clarineros por unanimidad eligieron y arroparon con una cerrada ovación a la nueva hermana mayor.

La hermana Mayor electa se presenta con un proyecto ilusionante, como es la reapertura del Belen Viviente de Beas.

Por eso, Ana María Hurtado, en su discurso ante la asamblea, se comprometió a servir fielmente a la hermandad y a promover su cariño hacia la Virgen de los Clarines, que profesa desde niña.

Antes incluso del cambio de vara (toma de posesión) , prevista para el 13 de Noviembre, la nueva Hermandad se ha puesto manos a la obra: los primeros trabajos de limpieza y mantenimiento del Belen ya han comenzado.

Solo tienen un mes para tenerlo todo listo para el 3 de diciembre, fecha en la que se pretende inaugurar la muestra navideña.

El Belén estará dedicado a los mayores, porque son los que más han sufrido las consecuencias de la pandemia. Ellos merecen el mejor homenaje y la Hermandad de Clarines les quiere rendir este tributo.

Será un Belén especial, adaptado a las circunstancias del Covid, pero realizado con todo el cariño y el buen hacer de la gente de Beas, que cada año se vuelca en el Belén Viviente para convertirse en el pueblo de la auténtica Navidad