viernes. 19.04.2024
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Antonio Placer: "¿Quién se había llegado a creer que habíamos vencido al virus?"

Se acerca hoy a esta sección de entrevistas en tiempo de pandemia Antonio Placer Brun. Comisario del Cuerpo Nacional de Policía en situación de jubilado. Fue Jefe Provincial de Huelva entre febrero de 2012 y mayo de 2016
Antonio Placer: "¿Quién se había llegado a creer que habíamos vencido al virus?"

Se acerca hoy a esta sección de entrevistas en tiempo de pandemia Antonio Placer Brun. Comisario del Cuerpo Nacional de Policía en situación de jubilado. Fue Jefe Provincial de Huelva entre febrero de 2012 y mayo de 2016.

Fue precisamente en febrero del 2012 cuando conocí a Antonio, pues en cuanto llegó a esta tierra tuve una llamada suya, diciéndome que era el nuevo comisario de Huelva,  y que quería conocerme lo mismo que a mi hermano Félix, lo cual en principio me dejó perplejo, pero rápidamente salí de la duda, pues rápidamente me decía que era buen amigo de Quique Hernández, que fuera entrenador del Recreativo y que este le había "recomendado" que nos conociera.

Desde entonces creamos un buen vínculo que seguimos manteniendo en la distancia y es que Antonio es una persona entrañable, sociable, buen conversador, empático...

Cuando le propongo esta entrevista me dice que lo es él mucho de este tipo de cosas, pero que a mi no me podía decir que no, lo cual le agradezco, aunque bien es cierto que en el fondo le ha hecho ilusión, lo cual es doble satisfacción para mi.

Cuando me manda las fotografías que le solicito, recuerda el camino del Rocío de la Guardia Civil, que realizó íntegro a pie en dos jornadas en 2015. Y en otra imagen que está en el campo con su mujer, en San Bartomomé de la Torre; a las que les tiene un especial cariño.

Una vez que recuerda estos pasajes, comenzamos con la entrevista que ha resultado de lo más entrañable.

P.- Antonio, ¿qué opinión tiene sobre la situación que estamos viviendo? 

Cuando en películas, reportajes o lecturas veía situaciones similares a la actual, me parecían auténticas pesadillas, pensando ingenuamente que en pleno siglo XXI, con los progresos médicos y científicos, no llegarían a producirse y si se registraban brotes epidémicos, se controlaría la situación antes de llegar a una pandemia generalizada como la que nos está tocando vivir.

Lo de Wuhan nos parecía demasiado lejano, y lo queríamos atribuir a esas costumbres de comer cierto tipo de animales que nos resultaba incomprensible y a las deficientes condiciones higiénicas de los mercados y puestos de venta de alimentos en la vía pública, pero a lo que nos quisimos dar cuenta lo teníamos aquí cerca en Italia, y en gran parte de la población comenzaron a encenderse las alarmas, a la vez que presenciábamos atónitos lo que se nos venía encima.

En mi opinión se actuó tarde y desacertadamente, Gobierno y oposición deberían de haber aparcado diferencias y trabajado unidos, tomando siempre las decisiones según aconsejaran expertos científicos y sanitarios. Y lamentablemente opino que no se hizo así.

La ciudadanía, ante la falta de unidad y coherencia, no tenía confianza en las drásticas medidas que se impusieron, que considero necesarias y que deberían de haberse adoptado antes, pero en su gran mayoría su respuesta y comportamiento fue ejemplar, haciendo gala de valores importantes como la solidaridad y la ayuda a los demás, prestándose todo tipo de colaboración posible. Nos dimos cuenta de que nos necesitamos unos a otros, y comenzamos a valorar sentimientos, emociones, la riqueza del trato y contacto con la familia, los amigos, los compañeros, la vida social y cosas cotidianas de las que nos vimos privados en los días más duros de pandemia y cuarentena.

Creo que cuando la situación permita dejar de preocuparnos realmente por esta pandemia, permanecerá en la memoria colectica como algo trágico y luctuoso, con largos días de angustia y temor, pero los ciudadanos habrán asimilado valiosas lecciones y la sociedad será algo más solidaria.

P. ¿Cuánto crees durará esta pandemia? 

R. Estamos experimentando un enorme retroceso y en plena quinta ola, en la que se han multiplicado los contagios, y lo que es peor, se está volviendo a colapsar el sistema sanitario, fundamentalmente la atención primaria, con sus repercusiones en atención e intervenciones necesarias y programadas. Los contagios se han multiplicado entre los más jóvenes, que sufren ingresos hospitalarios incluso en UCI, también está afectando a personas mayores, aunque no con síntomas graves, y se empiezan a registrar positivos sintomáticos incluso entre vacunados con la pauta completa, aunque en un porcentaje mínimo. ¿Quién había dicho y quién se había llegado a creer que habíamos vencido al virus?. Por todo ello, deduzco que no está cercano el día en que se pueda afirmar que la pandemia está totalmente erradicada, sino que permanecerá el virus con transmisión menos vertiginosa, disminuyendo sensiblemente la mortalidad y gravedad de los síntomas, dejando así de colapsar el sistema sanitario, pasando a evolucionar como enfermedad estacional, tal como ocurre con la gripe. Pero hasta que esto suceda, y como recomiendan desde siempre los expertos, debemos de continuar vacunándonos con la periodicidad que se establezca y observando debidamente las conocidas medidas de prevención y distancia social.

P. ¿Cómo crees cambiará la vida tras la pandemia y especialmente en las fuerzas de seguridad? 

R. Pienso, que lo mismo que hace unos pocos años veíamos con extrañeza por nuestras calles a turistas orientales con mascarillas y adoptando medidas de higiene y precauciones sanitarias, algo de se esto se continuará observando en nuestra sociedad, nos volveremos más meticulosos en este sentido y el sistema sanitario habrá adquirido mayor capacidad de anticipación ante otras epidemias.

Y aunque estemos deseando que todo vuelva a ser como antes, posiblemente debido a la tragedia vivida individual y colectivamente, tardaremos en ver el absoluto regreso a la normalidad anterior a la pandemia. Y quizás influya durante tiempo en algunas de nuestras costumbres, como llenar las barras e interiores de los bares.

En cuanto a las fuerzas de seguridad, que como siempre se han sabido adaptar eficazmente a la desconocida situación y hacer frente a este importante reto en su actuación diaria, han tenido además que implementar nuevas medidas de salud en el

trabajo y sobre riesgos laborales, todo lo cual permanecerá en la cultura corporativa de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad.

P. ¿Has pasado miedo en algún momento? 

R. No he llegado a pasar miedo durante la pandemia, pero sí impotencia, inseguridad e inquietud, y desde que comencé a percibir lo que se cernía sobre nosotros, con algo de anterioridad a la declaración del estado de alarma, lo mismo que mi mujer, acatamos en todo momento las restricciones impuestas y adoptamos con rigor las conocidas medidas de prevención. Experimenté profunda tristeza ante la tragedia y las situaciones vividas, pero logré que el miedo no anidara en mí y conseguí mantener el estado de ánimo.

P. ¿Qué proyectos tienes para el futuro y qué haces en la actualidad? 

R. Estoy jubilado desde hace cuatro años y no realizo ninguna actividad laboral. Mi jubilación se produjo por imperativo de la edad, porque mi deseo hubiera sido continuar en activo, pues gracias a Dios me encontraba en plenitud física y mental y además me encantaba mi profesión. Pero conforme se aproximaba la fecha me iba preparando mentalmente y acepté bien mi nueva situación.

Con esta situación, mi principal deseo, por encima de proyectos, y es poder decir objetiva y definitivamente que la pandemia ha sido superada.

P. ¿Por qué crees que Huelva no despega de una vez? 

R. Huelva está muy bien como está, pero durante los años que viví allí, siempre he pensado que son muy mejorables las comunicaciones, como la tan prometida llegada del AVE, y una autovía de bajo impacto ecológico que, pasando por Doñana, uniera la provincia con la de Cádiz.

Aunque también he escuchado a muchos onubenses que Huelva está donde debe de estar, lo que está lejos y a desmano es lo demás. No digo nada nuevo al afirmar que lo más necesario es la puesta en práctica de eficaces políticas de creación de empleo y mejora de la calidad de los puestos de trabajo existentes.

P. ¿Qué ha significado Huelva para ti? 

R. Huelva, que cuando me destinaron allí era la única provincia de Andalucía que no había pisado, me caló hondo desde que llegué, la acogida que tuve fue inmejorable, me sentí plenamente identificado con sus costumbres, con sus sentimientos e idiosincrasia, y mi mujer y yo vivimos siempre como dos onubenses más. El destino determinó que nos teníamos que marchar, y lo hicimos con el dolor que supone dejar algo que llevas en el alma. Huelva está en nuestro corazón desde que llegamos allí, y la vivimos todos los días a mil kilómetros de distancia.

En Huelva tengo extraordinarios compañeros y grandes amigos con quienes conservo el contacto, he realizado los viajes que he podido desde que me marché pese a los mil kilómetros de distancia, que no nos impiden a mi mujer y a mí seguir y sentir los acontecimientos de Huelva, somos miembros de la Real Sociedad Colombina Onubense, por todo lo cual en nuestro corazón permanece Huelva muy viva.

P. ¿Qué destacarías de la provincia de Huelva? 

R. La provincia de Huelva es incomparable, tiene las mejores playas, una sierra deliciosa, localidades y comarcas preciosas, una riquísima y exclusiva gastronomía, con muchos productos únicos además del jamón y las gambas, es cuna y templo del fandango, tiene algo tan grande y único como el Rocío, la personalidad de su Semana Santa, el carnaval, la vocación colombina, un clima envidiable, un sentimiento de orgullo, pertenencia e identidad que tocan la fibra sensible, sólo le falta que el Recre vuelva al lugar que le corresponde,… son cosas que se perciben y añoran en toda su grandeza cuando te has tenido que marchar. Huelva es única y llega al alma cuando se conoce bien.

P. ¿Qué recuerdos guardas de tu etapa profesional en Huelva? 

Estaba destinado en Huesca cuando me enviaron a Huelva. Mis colegas decían irónicamente que “me habían doblado el mapa”, pero para mí supuso una gran motivación y fui con renovada ilusión, que vi compensada desde el primer día. Allí tuve el honor y la suerte de ponerme al frente de una gran plantilla, plagada de enormes profesionales a quienes siempre doy testimonio de reconocimiento y agradecimiento. También fui afortunado al coincidir con el Subdelegado del Gobierno Enrique Pérez Vigueras, con el entonces Coronel de la Guardia Civil (después General) José Antonio Hurtado, con el Jefe de la Policía Local Miguel Olivares, el Subdelegado de Defensa Juan Feal y otras autoridades provinciales y locales extraordinarias, hoy todos ellos amigos.

Nunca olvidaré la Nochevieja del año 2012, en que se produjo el robo en el depósito de drogas de la Aduana de Huelva, ni tampoco la investigación y el esclarecimiento de ese asunto. Mi etapa profesional en Huelva, sin duda ha sido de las que marcaron y más enriquecieron mi vida profesional.

P.- ¿Y de tu niñez que recuerdos tienes? 

Puedo decir sin duda que tuve una infancia feliz. Me encantaban las navidades, no digamos el día de Reyes, los largos y calurosos veranos en Zaragoza, los días en que nevaba y no íbamos al colegio.

Recuerdo bien la casa de mis padres, a mis vecinos, los alrededores y calles próximas, los juegos en la calle. Tengo buenos recuerdos del colegio de los Escolapios, muy rígido y exigente. Recuerdos de mañanas en el Cabezo de Buenavista y el Parque, y tardes en la Plaza de Aragón y la explanada del Castillo de la Aljafería. Tardes de cines, cuando la película era larga con merienda incluida. Tardes de toros y de fútbol en la Romareda con mi padre.

Conservo intactos recuerdos de algunas tiendas a las que iba con mi madre, el economato de la cooperativa militar y civil. Los días de Jueves Santo con visitas a los monumentos de diferentes iglesias. Puedo recordar, y cerrando los ojos evocar, inconfundibles olores del colegio, de tiendas, de algunas casas y lugares que visitaba. Y cuando te das cuenta, ha pasado la infancia, que va a marcar inevitablemente el resto de tu vida.

P. ¿Qué soñabas ser de pequeño? 

R. Durante el bachillerato, no tuve claro lo que quería ser, durante algún tiempo me pareció tener hasta vocación sacerdotal, pero en el Preuniversitario ya empecé a sentirme atraído por la profesión de mi padre, que era Comisario de Policía. Empecé Derecho en la Universidad, carrera que colgué muy pronto al sentir firmemente la vocación de Policía.

P. ¿Quiénes han sido tus referentes en la vida? 

R. Mis referentes en la vida han sido mis padres y Jesucristo. También tuve como referente durante un tiempo a un profesor y sacerdote escolapio, el Padre Alejandro López. En la profesión, mis compañeros Luis Corbeira y Julián Lasierra, con quienes trabajé y tuve como jefes en Zaragoza.

También he tenido y tengo como referencia la obra de Antonio Machado y el pensamiento y doctrina de Ortega y Gasset. Aunque a veces por desgracia no logro seguir la estela de las coordenadas de estas referencias y referentes.

P. ¿Cuáles son tus aficiones? 

R. Como durante toda mi vida, mis principales aficiones son la lectura y los toros. Devoro todo tipo de lectura, principalmente historia, libros de toros, crónicas de Zaragoza y Huesca, novela, poesía, algo de filosofía y ensayo. También me gusta dar largos paseos por Zaragoza, o por cualquier lugar en el que me encuentre. Además soy aficionado a los pasatiempos, principalmente autodefinidos y crucigramas blancos. Soy lector diario de diversos periódicos, ahora principalmente digitales. También soy aficionado a la gastronomía y al mundo del vino.

P. ¿Qué te ha parecido la labor de los políticos en general ante esta crisis sanitaria y económica? 

R. Lamentablemente me parece mala y desafortunada por parte de unos y otros, salvo alguna actuación concreta en casos específicos, por parte de políticos de segundo o tercer nivel. En mi opinión, decisiones de trascendental importancia, se han tomado sin consultar ni tener en cuenta las opiniones ni recomendaciones de científicos y expertos, y en algunos casos creo que incluso sin consultarles. Lo que he percibido es que ha primado el oportunismo o interés político o partidista sobre los criterios de los expertos. Esto pudo motivar que se actuara con retraso ante el clamor de gran parte de la ciudadanía y la opinión pública, provocando consecuencias que prefiero no valorar. Si no han logrado o querido estarunidos los distintos partidos y el Gobierno en una situación como ésta y han sido incapaces de ordenar adecuadamente las prioridades en beneficio de la protección, la salud y la vida de los ciudadanos, la opinión que me merece la labor de los políticos durante la pandemia, no me puede parecer buena.

Antonio que me ha encantado este ratito que hemos echado de charla, que espero verte cuando vuelvas por Huelva o yo suba a visitar a mi familia por Zaragoza. Tomarnos un vinito en el Rocataliata o donde tu digas en tierra a mañas.