viernes. 29.03.2024
El tiempo

Galaroza tuvo una Fuente de la Democracia

La fuente se construyó en los años 30 en el barrio de Venecia
Galaroza tuvo una Fuente de la Democracia

La Fuente de la Democracia aún se conserva en Galaroza, a pesar de que pronto cumplirá un siglo. Se trata de la actual Fuente de Venecia, denominada así por estar ubicada en esa zona del Pueblo Abajo. Su génesis y objetivos contrastan con el episodio que sufrió con el estallido de la Guerra Civil.

Entre los actuales elementos patrimoniales que adornan la localidad de Galaroza, muchos de ellos provienen de la efervescencia de actuaciones municipales que se produjeron durante la década de los 30 del siglo XX. El advenimiento de la II República trajo consigo un intenso programa de iniciativas que se centraron, entre otros ámbitos, en la higiene y la salud pública.

El alcalde Luis Navarro promovió numerosas construcciones para eliminar la insalubridad. Fuentes, encauzamiento de arroyos, eliminación de desagües contagiosos, limpieza de focos de infección y otros proyectos cambiaron la vida de Galaroza desde 1931 hasta 1935. En la Memoria de gestión del ayuntamiento de la época, redactada por el secretario Francisco Criado Briones, se describen estos trabajos en el orden sanitario, valorados en una cifra cercana a las 50.000 pesetas de entonces durante el quinquenio, importe sensiblemente superior a los invertidos en años anteriores y muy destacable para la época y el entorno.

En el texto de esta memoria se indica que el arroyo de Venecia fue sustituido por “un gran colector que recoge las aguas sucias, separándose las destinadas al riego de las de usos domésticos, con la instalación a su vez de un higiénico lavadero de agua completamente pura y con piletas individuales. Como complemento de esta obra de saneamiento, se ha instalado en dicha zona una fuente de agua potable de gran caudal y un evacuatorio de servicio público…”.

En el verano de 1931 se inicia la preparación de los documentos para la construcción del Paseo de Venecia, con el objetivo de encauzar un arroyo que creaba suciedad y enfermedades. El desarrollo de las obras duró probablemente varios meses, y hasta que no finalizaron no se pudo construir la fuente. El archivo de la Asociación Cultural Lieva conserva fotografías que muestran obras en el paseo sin rastro alguno de cualquier otra instalación. Por ello, aunque no se puede documentar el año en que se erigió la fuente, al no haberse encontrado aún en el archivo municipal expediente propio ni estar fechada la finalización del paseo, se puede especular que se construiría entre 1932 y 1935.

Este alumbramiento de aguas tuvo una construcción hermana, situada en la zona de El Cenagal. La instalación contó con colaboración económica vecinal y sigue la misma tipología constructiva que la del barrio del Pueblo Abajo. Se erigió en 1933 y se reconstruyó en 1975 con fondos de la extinta Mancomunidad Turística.

La actualmente llamada Fuente de Venecia tuvo este origen benéfico e higiénico y ha sobrevivido durante casi un siglo abasteciendo al barrio y convirtiéndose en un símbolo patrimonial de Galaroza. Sin embargo, un episodio nubló este panorama en 1936.

Una de las  losas de mármol que la recubre contenía una leyenda o letrero con letras que fueron picadas cuando las tropas franquistas tomaron el pueblo. La inscripción quedó prácticamente ilegible y en el olvido.

Así se ha mantenido hasta hace unos meses, en que en el grupo de whatsapp ‘Eco Cachonero’ se suscitó el interés por descifrar las letras ocultadas. Fueron varias las aportaciones al respecto y se recuperó una parte del contenido de esa especie de lápida. Incluso se detectó la empresa que la instaló en los años 30, que aún existe. Los técnicos de la Mármoles Sabán, ubicada en Fregenal de la Sierra, se desplazaron a Galaroza para intentar ayudar en el reto de descubrir el texto.

Los marmolistas extremeños preguntaron al patriarca de la empresa, quien recordaba haber venido a Galaroza en los años 70, apenas cumplida su mayoría de edad, para arreglar algunos desperfectos en la fuente. Según su testimonio, el dueño del bar de la zona le informó de que “la fuente la hicieron los del bando republicano y cuando entraron las tropas de Franco la destruyeron dándole picotazos con machetes”. Los desperfectos en las letras parecen haber sido provocados más bien por una piqueta o cincel, al haber quedado prácticamente destrozadas, y tampoco esta aportación ha conseguido descifrar por completo el texto.

En todo caso, este proceso ha permitido descubrir su verdadero nombre. En la parte superior puede leerse “La Fuente de la Democracia”, y también se han descifrado algunas palabras, como “Paseo”, adivinándose que al final de la leyenda se dedicarían palabras para las autoridades que decidieron su construcción.

Queda pendiente un trabajo minucioso que pueda finalizar la tarea, pero al menos se ha aclarado un pasaje oscuro de la historia de Galaroza. La verdadera denominación de esta fuente debiera ser rehabilitada y ser ejemplo en el mantenimiento y recuperación del patrimonio histórico y monumental.