Antonio C. Ponce: "Solo miro atrás para aprender de los errores cometidos"
Visita hoy nuestra sección de entrevistas en tiempo de pandemia Antonio Carlos Ponce, al que conocí hace ya bastantes años, debido a la buena relación que siempre he mantenido con su padre, y él siempre estaba con su progenitor.
Antonio es una persona muy luchadora y trabajadora que se ha tenido que reinventar y está dejando claro que a base de constancia, ganas, esfuerzo y dedicación, todo sale adelante.
Desde el año 1995 se dedicó al sector del automóvil hasta junio del 2013. A partir de ese año, enfocó su vida profesional al sector de la hostelería, y hasta hoy.
Ha desarrollado actividades muy distintas como ser gerente de un concesionario, recolector de arándanos durante la pandemia, empresario, o ser lo que es ahora mismo, cocinero en bodega las 3 calles, donde cada día tiene una mayor clientela, fruto que duda cabe, a los exquisitos platos que prepara. Aparte es un gran relaciones públicas, por lo que charla con las personas que se acercan a la bodega, lo hace de forma distendida y eso acerca al cliente.
Cuando me dirijo a su establecimiento hostelero para proponerle esta entrevista, acepta del tirón y este es el resultado.
¿Antonio, que opinión tienes de la situación que estamos viviendo en la actualidad?
La situación actual es bastante complicada. Hay sectores que lo están pasando muy mal y las ayudas son escasas y no llegan.
¿Crees que vendrán más olas de contagios?
Otra ola es posible, pero depende de la cantidad de vacunas que se sumistren.
¿Cambiará la vida tras la pandemia y sobre todo el mundo de la hostelería?
El mundo de la hostelería ya no puede más. Y no es el sector más afectado.
Esperemos que empiecen a relajarse las medidas y podamos trabajar con más normalidad.
¿Cuáles han sido los más afectados?
La verdad es que hay muchos, y uno de los que más desde luego es el gremio de la hostelería. Pero no podemos olvidarnos de los hoteles, feriantes, agencias de viaje, etc.
¿Qué proyectos tienes cara al futuro y que haces en la actualidad?
En la actualidad trabajo en un bar restaurante en el centro de Huelva. Concretamente en la "Bodega Las 3 calles", en La Palmera. Proyectos tal y como está el patio, no se pueden hacer a corto plazo. De momento el deseo es que mi bodega siga contando con la complicidad de los onubenses y foráneos que se acercan por nuestra capital.
¿Qué necesita Huelva para despegar de una vez?
Sobre todo infraestructura. AVE, conexión con Cádiz, etc. Seguimos siendo los grandes olvidados.
¿Qué futuro le ves a Huelva capital y sobre todo al centro?
El centro para mí está precioso, sobre todo los fines de semana.
Es verdad que hay muchos problemas de aparcamiento y muchos locales cerrados. Pero también es verdad que los precios de los alquileres están demasiado altos.
¿Qué supone el que se hayan suspendido dos años seguidos, Semana Santa, Rocío....?
Para Huelva el Rocío y la Semana Santa lo son todo. Pero es lo que nos toca vivir. Esperemos que todo cambie pronto y volvamos a disfrutar de nuestras tradiciones, de nuestras costumbres y además de manera intensa tal y como era antes del Covid-19.
¿Qué recuerdos guardas de tu niñez?
De mi niñez recuerdo muchas cosas, pero sobre todo mi Rábida. Los buenos años que pase allí. Fueron años muy bonitos, años en los que se vivía de otra forma, donde los juegos se hacían en la calle. Había menos maquinitas que ahora.
¿Cuáles son tus mejores y peores recuerdos profesionales?
¿Recuerdos profesionales? Intento no mirar atrás. Solo miro para aprender de los errores cometidos.
El año 2013 para mí fue muy duro. Pero siempre he mirado hacia adelante y me he intentado reciclar. He hecho desde entonces un poco de todo.
Desde repartir con una carretilla, a recolectar arándanos, camarero etc. De todo se aprende.
Antonio, me ha encantado este ratito de charla que hemos mantenido y me ha dado mucha alegría verte feliz y optimista con tu trabajo. Ahora estamos llegando al final de la entrevista, pero si quieres añadir algo más, hazlo.
Solo darle las gracias a mis padres por todo lo que me han enseñado. Por todo lo que me han dado. A mi pareja por aguantarme en los buenos y malos momentos. Y a mis hijos por estar ahí siempre.
Un abrazote, muchas gracias por tu amabilidad y, desde luego, éxitos profesionales que de verdad que te lo mereces.
