viernes. 03.05.2024
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La Junta impone el control mensual de las presas mineras de Riotinto tras aprobar su recrecido

Industria permite a Atalaya Mining externalizar la vigilancia sobre las instalaciones de residuos. Impone una larga lista de condicionantes en la autorización de la ampliación de los depósitos de lodos tóxicos
La Junta impone el control mensual de las presas mineras de Riotinto tras aprobar su recrecido

La luz verde dada por la delegación territorial de Empleo e Industria de la Junta de Andalucía al recrecimiento de las presas de residuos de la mina de Riotinto está sometida a una larga lista de condicionantes medioambientales.

Llama la atención que Atalaya Río Tinto Minera deberá suscribir un contrato con un organismo de control autorizado en materia de seguridad minera para la vigilancia de las actuaciones fijadas en el proyecto, así como de aquellas prescritas en la resolución de la Autorización, debiendo presentar mensualmente en la Delegación el correspondiente informe de cumplimiento.

Trata así de asegurar la Junta de Andalucía la responsabilidad y la seguridad de una explotación que acumula históricamente numerosas denuncias por deficiencias en el sistema de seguridad de sus presas de residuos, concesión de la AAU y a la que cuestionan importantes informes. Y donde un hipotético accidente puede llevar ingentes cantidades de metros cúbicos de lodos contaminados a toda la ribera del Odiel, incluida la desembocadura en Gibraleón y la zona baja de la capital y el Paraje Marismas del Odiel y puerto de Huelva.

Algunas de las recomendaciones de los expertos que han analizado la zona en cuestión, utilizada como vertedero de estériles y lodos mineros, han sido tenidas en cuenta por el documento de resolución de la Consejería.

La secuencia de permisos comienza en marzo de hace siete años y en diciembre de 2019 Atalaya Riotinto Minera presenta el denominado 'Proyecto de las instalaciones de residuos mineros de Minas de Río Tinto', sección Cobre hasta la cota 388. Que se corresponde a los trabajos de recrecimiento del muro de la cota 382 a la cota 388, incluidos en inicio de la denominada Fase II Proyecto de Instalación de Residuos Mineros de minas de Riotinto. Luego en 2020 se aprueba el proyecto de Mejoras Operativas y en julio del mismo año se vuelve a presentar una adenda a este complejo y polémico proyecto sujeto aun a diversos litigios y procedimientos no finalizados jurídicamente.

Las medidas correctoras impuestas y añadidas al proyecto original han ido mejorando la seguridad y la estabilidad de las instalaciones de residuos dentro del original Proyecto Río Tinto (PRT). Se obligaba así a la empresa minera a vigilar la calidad de las aguas de escorrentías que genere la nueva escollera.

Otros permisos se vuelven a dar en octubre de 2020 referentes a aseguramientos de muros en Cobre y Gossan. Y el pasado mes de noviembre de 2020 la empresa compromete en un anexo de conclusiones un informe y estudio de estabilidad donde garantiza la seguridad de la instalación minera y minimiza la importancia de la densidad de los estériles vertidos.

Ahora, la Junta de Andalucía ha tenido en consideración todos estos antecedentes para dictar su resolución positiva para el recrecimiento.

No obstante, la Consejería impone un listado de condiciones en las que obliga a la empresa a una vigilancia continua de la seguridad de las enormes presas mineras, lo que deberá ser también verificado por la propia Administración andaluza y sus peritos. Tienen trabajo supervisor por delante, eso sí, los inspectores de la Junta.

Atalaya Mining deberá colocar piezómetros ( se utilizan para medir la presión de poros en terraplenes de las presas) en la presa de Cobre y Gossan con lectura mensual y trimestral de datos y deberá realizar controles encaminados a garantizar que las características de los materiales colocados respondan a los cálculos de estabilidad.

La empresa minera también deberá efectuar controles de granulometría, densidad y humedad de las lamas (residuos estériles procedentes del lavado de los minerales).

Así Atalaya Mining está obligada por la autorización a utilizar en el recrecido de los muros (escollera) material de los tajos de la propia explotación. Para evitar debilidades estructurales se marca en la autorización el tipo de materiales a usar. Los condicionantes impuestos incluyen asimismo el control de la nivelación de los rasantes y la compactación de la zona.

Llama la atención que Atalaya Río Tinto Minera deberá suscribir un contrato con un organismo de control autorizado en materia de seguridad minera para la vigilancia de las actuaciones fijadas en el proyecto, así como de aquellas prescritas en la resolución de la Autorización, debiendo presentar mensualmente en la Delegación el correspondiente informe de cumplimiento.

Una de las condiciones más llamativas se refiere a la lámina de agua libre de las presas. Estas ‘playas’ deben tener 50 metros. Y se deberá mantener en todas las secciones del dique y en las fases del recrecimiento. Deberá garantizar la compañía una capacidad mínima de embalse correspondiente con el volumen total de la avenida de 500 años de período de retorno en las presas. Finalmente se incluyen garantías financieras de restauración en la presa de Cobre hasta una cota de 404.