jueves. 25.04.2024
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El sector del jamón lucha por 'salir' del sistema Nutri-Score que puede arruinar sus ventas y liquidar su reputación

El sector del jamón ibérico 100% bellota lucha por 'salir' del sistema Nutri-Score debido a que su etiquetado frontal "no hace distinciones entre tipos de jamón, ni comparaciones de productos en equiparables condiciones. No se puede comparar un ibérico 100% de bellota con una lata de refresco".
El sector del jamón lucha por 'salir' del sistema Nutri-Score que puede arruinar sus ventas y liquidar su reputación

¿Se imagina que el jamón 100% ibérico de bellota al que estamos acostumbrados por su desarrollo en entornos de dehesas tuviese una etiqueta que indicara 'Made in China'? ¿Se podría comparar la calidad nutritiva y energética del jamón a la de una carne de vacuno cuya vaca ha sido alimentada a base de productos grasos saturados y no 100% naturales?

Estas incongruencias son las que están denunciando desde el sector del jamón ibérico de bellota al encontrarse con la puesta en marcha del sistema Nutri-Score en el que el jamón ibérico 100% de bellota está calificado con peor etiqueta que productos como pudiera ser un yogur infantil con colorantes, conservantes artificiales y azúcares añadidos, o una bebida 'cero' por poner un ejemplo sencillo.

La puntuación en Nutri-Score, el semáforo nutricional que el Gobierno quiere implantar en los próximos meses, ha puesto en primera línea de tiro al jamón ibérico. Pero este no ha salido bien parado de esa baremación, al igual que ha sucedido con el aceite de oliva virgen extra. ¿Cuál es la diferencia? Que en estos días, la administración ha reculado y ha decidido excluir al aceite de este sistema pero no al jamón.

Diariodehuelva.es ha hablado con profesionales del sector que han mostrado su disconformidad con esta "crítica e injusta situación", como ha aclarado el presidente de la Denominación de Origen Protegida Jabugo, Guillermo García-Palacios. Según el presidente, "esta situación nos parece vergonzosa a todos, a los profesionales del sector y a los consumidores de una dieta mediterránea saludablemente equilibrada. Es inconcebible que cualquier procesado pueda obtener mejor calificación que el 100% de bellota".

En este sentido, García-Palacios ha expuesto que "tenemos que apostar por un sistema en el que se valoren los aspectos nutricionales reales, no por un algoritmo".

Así, ha añadido que "la importancia de poder excluir al jamón ibérico 100% bellota de Nutri-Score reside en su propio origen. Nuestros jamones consiguen su máxima excelencia nutritiva (recordemos que siempre se ha dicho que el cerco es un olivo con patas por sus características) gracias a como son criados, alimentados y cuidados. Hay que defender la dehesa y su ecosistema que es el que nos ofrece este tipo de ganadería, y por ende, productos. Las denominaciones de origen sirven precisamente para ello, ya que están avalados por la Unión Europea por los diferentes estudios que nos apoyan".

Y es que los cerdos 100% ibéricos de bellotas son símbolo de respeto del entorno, valoración del tiempo para el buen desarrollo del producto y un origen y final cuidado hasta el más mínimo detalles.

Por ello, este sistema puede perjudicar, "y mucho", a todos aquellos consumidores que no vean más allá de "un algoritmo aleatorio creado por un gobierno francés y sin un criterio unificado, solo controlado por los grandes lobbies"; y como consecuencia, el sector indica que "no queremos ni imaginar que finalmente no se accediera a la solicitud de quitar el jamón de este sistema (si se lleva a cabo) y la gente deje de consumirlo por no informarse convenientemente de los beneficios y perjuicios de su consumo. Se podrían contabilizar pérdidas incontables", ha manifestado Julio Revilla, de Sierra Mayor Jabugo.

Así, se ha apostado por "el apoyo de la Administración para que se cree un sistema realmente justo, a nivel de la Unión Europea contando con los expertos y estudios científicos avalados, y en el que entren todos los países en igualdad de condiciones para unificar criterios nutricionales y de otra índole a la hora de evaluar los productos".

Y es que "ahora mismo estamos desvalidos en un sistema en el que ni siquiera se ha preguntado al sector, donde se equipara incluso a todos los jamones por igual cuando esto no es así".

Tal como sucediera con el aceite oliva virgen extra, el sector del jamón ha solicitado salir del semáforo "porque es ilógico que se ataque de esta forma al producto estrella de la gastronomía española cuando los estudios científicos avalan que el cerdo 100% ibérico de bellota tiene las parecidas grasas mono-insaturadas  y poli-insaturadas que pudiera tener el aceite de oliva virgen extra, y por tanto un nivel de colesterol HDL, el bueno, estupendo".

Este sistema fue muy solicitado por el colectivo de nutricionistas para poder 'enseñar' a la población a saber si el producto que quiere consumir es sano o no, más allá de las tradicionales etiquetas de valores en las que se expone su composición y demás. De acuerdo con especialistas de la Nutrición, en un artículo publicado en la Revista Española de Nutrición Comunitaria, “el objetivo es traducir las cifras y los términos ilegibles e incomprensibles de la información nutricional, generalmente presentada en forma de tabla en la cara posterior de los envases, por un logotipo simple colocado sobre la parte frontal” .

Ya en 2018 este sistema de etiquetado frontal fue solicitado por el 80% de los colegios de Dietistas-Nutricionistas españoles; aunque en la actualidad son muchos los profesionales del área que se posicionan en contra de este sistema "injusto, nada realista y no ajustado a una de las mejores dietas recomendadas en todo el mundo por su balance nutricional como es la Mediterránea".

Uno de ellos es Mario Ortiz que ha expuesto a diariodehuelva.es que "al ser un sistema por puntos, no valoran la calidad en sí de un alimento, ya que un refresco no tendrá mucha energía, grasas y proteínas porque solo tiene azúcares, con lo que tendría una etiqueta medianamente buena cuando realmente no es un buen alimento".

En el caso del jamón ibérico de bellota Ortiz lo tiene claro y ha apuntado que "al tener algunas grasas saturadas lo clasifica como inadecuado, siendo una clasificación no representativa del producto, ya que el jamón es un magnífico alimento, y esta clasificación es un grave error. Es un sistema muy superficial, que creará falsos miedos hacia ciertos alimentos y falsas creencias como que un ultraprocesado puede ser mejor alimento que el jamón o el aceite de oliva".

Respecto a la no exclusión del jamón del sistema, el nutricionista se ha mostrado "en desacuerdo totalmente porque este sistema va a crear una gran confusión y beneficiará a la industria alimentaria en parte ya que se buscarán las mañas para que esa nota general de positiva y el consumidor crea que está consumiendo un gran alimento cuando son ingredientes de pésima calidad".

¿Qué es el sistema Nutri-Score y cómo funciona?

Nutriscore actúa como un semáforo nutricional en el que se clasifican los productos con 5 letras y colores, en el que la A de color verde oscuro es la mejor opción y la E roja la peor, pasando por la B, C y D. Así, Nutri-Score valora tanto los aportes nutricionales positivos (contenido en frutas y verduras, fibras y proteínas) como los negativos (calorías, grasas saturadas, azúcares y sal) por 100 gramos o mililitros de producto. Su objetivo es comparar productos de la misma categoría, de forma que la elección más fácil sea también la más saludable.

Este sistema, de origen francés, está pensado para penalizar las calorías, grasas saturadas, azúcar y sal (tales como bollería, embutidos, etc). ¿Cuál es el problema real del mismo? Que a día de hoy las comparaciones que salen de este provoca situaciones como que el aceite de oliva virgen extra tuviese peor calificación que una lata de refresco 'zero' por ejemplo. O que "el jamón ibérico de bellota, por llevar sal, sea considerado también como el aceite de oliva o incluso peor que la carne de vacuno", ha expuesto Julio Revilla.

En el sistema Nutri-Score quedarían exentos los productos frescos tales como las carnes, pescado, frutas verduras, legumbres; así como los productos que tengan un solo ingrediente en su composición, siempre y cuando no estén procesados, como pudieran ser el vinagre o la miel entre otros. Asimismo, productos como las frutas, el café, té, infusiones de hierbas y bebidas alcohólicas no se incluirían en este sistema.

Por último, habrá más alimentos que no estén integrados en esta clasificación como los que se venden en envases de menos de 25 centímetros cúbicos: chocolatinas, chucherías, barritas de cereales; o los alimentos directamente suministrados por el fabricante o tiendas de minoristas en pequeñas cantidades (como los platos preparados).

Por este motivo, a los profesionales del sector del jamón les parece "indignante que un producto 100% natural como es el jamón 100% ibérico bellota no esté fuera de Nutri-Score. Tendrían que ser las administraciones las que nos apoyen para poder hacer justicia a uno de los productos estrellas de la gastronomía española, y mundial", ha apuntado García-Palacios.

Por estos motivos, "y muchos más", desde el sector se ha solicitado al Gobierno que "nos apoye en nuestra petición, que al igual que han quitado al aceite de oliva que lo hagan con el jamón. Que luchen junto a nosotros para conseguir un sistema real en el que se valoren de forma equiparable los alimentos y productos, y no con un algoritmo que no se corresponde con la realidad".

Por último, han remarcado que "es ilógico seguir imponiendo sistemas no fiables cuando tenemos una dieta mediterránea con cientos de estudios científicos que la avalan. Por ello, sería más lógico que se apostase por nuestra dieta, y si se tuviese que generar un sistema de valoración y etiquetado que fuese uno consensuado con todos los países de la Unión Europea".