viernes. 19.04.2024
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Rafa Pérez Unquiles: "A Huelva le irá mal siempre que los políticos miren, primero, por sus intereses personales"

Hoy para entrevistar a nuestro protagonista hemos tenido que volar, eso sí, de forma virtual hasta Los Emiratos Árabes Unidos, más concretamente hasta Dubái. Esta semana traemos a un cordobés de Rute, pero que se siente un ‘huelvano’. Y en cuanto a lo profesional, según nos manifiesta, en Huelva vivió sus mejores momentos. Se trata de Rafael Pérez Unquile
Rafa Pérez Unquiles: "A Huelva le irá mal siempre que los políticos miren, primero, por sus intereses personales"

Hoy para entrevistar a nuestro protagonista hemos tenido que volar, eso sí, de forma virtual hasta Los Emiratos Árabes Unidos, más concretamente hasta Dubái. Pero no piensen mis queridos lectores de esta vuestra sección que nuestro personaje es el Rey Emérito. Esta semana traemos a un cordobés de Rute, pero que se siente un ‘huelvano’ como a él le gusta fardar. No en vano se casó con una choquera y sus hijos son onubenses. Y en cuanto a lo profesional, según nos manifiesta, en Huelva vivió sus mejores momentos.

Se trata de Rafael Pérez Unquiles, licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense de Madrid. Lo conocí a principios de los 90 cuando cuando llegó de redactor a Huelva Información y desde el primer momento pude apreciar que se trataba de un gran profesional, ecuánime, responsable, amigo de sus amigos y un enamorado de su profesión. Su rectitud y buen hacer le hizo ocupar, después de un gran periplo por diarios de Córdoba, El Guadalete o como hemos comentado Huelva Información, la dirección de Teleonuba, la subdirección de ABC en Córdoba y ser el máximo responsable de El Mundo Huelva Noticias. Y en la actualidad es el propietario del Periódico del Golfo, un diario en español, que goza de gran prestigio entre los habitantes hispanos de Los Emiratos Árabes.

Y para conocer un poco más a este buen amigo y aventurero del periodismo, nos pusimos en contacto con él, que gustosamente se prestó a nuestra entrevista. Sin más preámbulo vamos al lio.

P.- Concretamente el día de tu cumpleaños, el compañero Rafael Moreno subía a las redes sociales una fotografía vuestra de 1988 en un balcón de Córdoba. Luego otro aclaraba que era de vuestra época en el Nuevo Diario de Córdoba. Has sido un trotamundos de los medios. ¿Imaginabas que tu carrera profesional te llevaría hasta El Golfo y que fundarías junto a tu familia un medio de comunicación?

R.- Rafa Moreno, con quien tantas historias y etapas he compartido, sacó esa foto de hace 32 años del baúl de los recuerdos. Y, según me cuenta, tiene otras muchas que forman parte de una historia que nunca habría imaginado que pasaría por Emiratos Árabes Unidos y la región del Golfo Pérsico. Entre otras razones porque esta aventura en la que ahora ando envuelto comenzó de forma absolutamente improvisada. Que llevemos con un periódico en español por estas tierras nueve años, y con la que está cayendo, lo considero casi un milagro.

P.- ¿Cuál ha sido el medio que más te ha marcado profesionalmente y por qué?

R.- Ha habido varios. Me marcó el periódico en el que comencé a trabajar a nivel profesional, el Córdoba, pero también 'Huelva Información' y mi paso por ABC. No obstante, me quedo con la etapa de El Mundo Huelva Noticias. Aunque aquel proyecto tuvo muchas sombras, prevalecieron sus luces gracias a una redacción entregada y de primer nivel que se dejó la piel cada día de cada uno de los ocho años que estuvo editándose. En la calle Puerto se hizo el mejor periodismo a pesar de los propietarios de la editora de Huelva que impulsó el proyecto. El resumen es el siguiente: grandes periodistas y más que pésimos propietarios. Por lo que se refiere a El Mundo, el medio nacional dentro del cual se encajó aquel proyecto, estuvo a la altura y proporcionó una excelente plataforma.

P.- ¿Qué noticia te hubiese gustado no haber publicado y la primicia con la que todo periodista creo que sueña algún día dar?

R.- Informaciones que no habría querido publicar hay muchas. Textos que hoy no escribiría. Pero no por ser noticias negativas, que siempre hay que publicarlas, sino porque quizás carecían de relevancia y afectaban sobremanera a determinadas personas. En varias etapas he forzado en exceso la máquina. Pero puede que de no ser así no habrían aflorado otros temas que hay que encuadrarlos dentro de las grandes noticias. Y, la verdad, a día de hoy no sueño con ninguna gran exclusiva. Con hacer mi trabajo medianamente bien me doy por satisfecho.

P.- No puedo evitar ver que muchos compañeros tuyos, algunos de ellos a los que has tenido a tu cargo, alaban tu gran profesionalidad y dedicación, ¿crees que se ha valorado convenientemente tu aportación a la historia del periodismo onubense?

R.- Bueno, dicho cómo lo planteas, querido Félix, parece que realmente he aportado algo al periodismo onubense. Si así ha sido, hay que atribuirlo a los profesionales que me han acompañado. Realmente no lo sé. Y, desde luego, no espero reconocimientos. Eso ya pasó. Lo que sí creo es que Huelva debería volver la vista atrás para tomar conciencia de que a finales del siglo XX y principios del siglo XXI vivió una extraordinaria etapa periodística. Todo tiene sus blancos, sus negros y sus grises, pero hay que reconocer la labor que llevó a cabo el Huelva Información fundado y dirigido por Fernando Merchán -a quien agradezco de corazón que me propusiera ser el director de El Mundo Huelva Noticias-; los informativos de la Ser y el Odiel de los tiempos de Luis Eduardo Siles. También el Huelva Información posterior que tuvo al frente a Antonio Castro. Y, por supuesto, la labor que llevamos a cabo desde El Mundo Huelva Noticias. Hay que reconocer lo bueno que se hizo en aquellos años, de los que también fue parte esencial Antonio Peinazo. Fueron unos años convulsos y polémicos, pero absolutamente apasionantes. A través de unos y otros periódicos la opinión pública onubense contó con información seria y veraz aportada desde distintas perspectivas. Como debe ser. La realidad es poliédrica y sólo arrojando luz desde distintos puntos se puede dibujar algo parecido a la verdad.

P.- Has pasado por radio, poco si no recuerdo mal, prensa escrita y televisión.  No obstante, ha sido la prensa escrita a la que más tiempo le has dedicado en distintos diarios y ocupando prácticamente todos los escalafones. ¿Cómo ves el futuro de ésta? ¿Llegará a desaparecer el papel?

R.- Mi paso por radio y televisión fue circunstancial. Soy un profesional de prensa, de diarios, de periódicos de provincia. Me siento orgulloso de ser un periodista de provincias. Y soy un periodista de los de antes, de los de libreta y boli, de los tiempos en que apenas existían las notas de prensa y había que acudir directamente a la fuente para encontrar temas de interés. Acudir a diario a los tribunales, a los partidos, al Ayuntamiento, a los sindicatos, a la Policía. Hoy eso ha pasado a la historia. Lo que no quiere decir que no se haga buen periodismo. Seguro que sí. Pero no me siento cómodo con todo esto de las redes sociales y de la gran corrala que es el mundo de internet. Es un problema que tengo. Pero ya es tarde para cambiar. El papel sigue siendo para mí un soporte esencial, pero entiendo que no puede cumplir la misma misión que antes. Hoy las noticias, o buena parte de las noticias, se conocen al instante, eso sí, en un elevadísimo porcentaje manipuladas o convertidas en mera propaganda. De cualquier forma, aguardar un día para publicarlas es absurdo. Los diarios de papel deben apostar al cien por cien por la producción propia de temas no manoseados. Tampoco sirve el periodismo sustentado en declaraciones de unos y de otros. Eso también entra de lleno en el terreno de la propaganda que de forma habitual abrazan los medios en beneficio de determinados intereses.

P.- En estos momentos es inevitable hablar de la pandemia. ¿Cómo la estás viviendo?

R.- A nivel personal intento alejarme de esa historia lo máximo posible y realizar mi vida normal. Aunque indudablemente me veo influenciado por las circunstancias de cada momento, que son muchas y variables. Esto de la pandemia también pasará. Hay que tener paciencia.

P.- ¿Desde la distancia crees que nuestro país está haciendo bien las cosas?

R.- Creo que cada país hace lo que puede con la mejor intención y con los medios que tiene a su alcance. Después, unas veces se acierta y otras se da en hueso. Politizar este asunto es de miserables.

P.- Hoy saltaba la noticia que ofrecían un paquete vacacional en Dubái con vacuna incluida. ¿Crees que tendrá éxito?

R.- Esa noticia, como tantas otras, es falsa. Emiratos Árabes sólo está administrando la vacuna a locales y residentes, en ningún caso a turistas.

P.- Pudimos verte en la pequeña pantalla cubriendo para una televisión nacional el autoexilio del Rey Emérito. ¿Cómo se ve por esas tierras y qué repercusión tuvo que el monarca eligiera este destino?

R.- El tema del Rey Emérito yo lo veo como un circo del que también intento alejarme lo máximo que puedo. Se pusieron en contacto conmigo desde los informativos de Tele 5 y Cuatro para hacer unos falsos directos. Me retiré al segundo día. De esas cadenas y de todos los demás medios. Sólo se difundía bazofia. Para los españoles que vivimos en Emiratos Árabes no tiene ninguna repercusión que el Rey Emérito se encuentre por estas tierras. Cero.

P.- Volviendo a nuestra provincia y tras unos años fuera de ella, ¿crees que con la entrada de nuevos actores en la escena política, Huelva puede verse beneficiada o, por el contrario, seguirá en el ostracismo?

R.- A la provincia de Huelva le irá mal siempre que los políticos miren, primero, sus intereses personales y, segundo, los intereses de sus partidos. Es pequeña y no cuenta con suficiente peso. Por supuesto que la renovación es sana. Pero para ello es indispensable que quienes lleguen lo hagan con una genuina vocación de servicio público. No sirve de nada si esos nuevos actores continúan replicando las prácticas del pasado. Por ahí no se va a ninguna parte. Igual hay que recuperar a algunos de los viejos honrados, que sí que los hubo.

P.- Sé que sigues de cerca la actualidad de nuestra ciudad y que estás al tanto de la situación del Recreativo. ¿Qué futuro le ves?

R.- La verdad es que no soy futbolero. En alguna etapa de mi vida sí iba a partidos del Recre, de la Selección o de otros equipos, pero más por mi hijo Alejandro, a quien le tira el balón y, sobre todo, el Recre. Ale es socio del Recreativo de siempre y va al Nuevo Colombino a todos los partidos. De modo que cuando he visto esta pregunta le he preguntado a él, que tiene bastante más conocimiento de causa que yo. Y lo que me ha dicho es que el Ayuntamiento de Huelva, como propietario del club, debe salir al frente y evitar su desaparición; que no tiene sentido que en su día se hiciera cargo del equipo y que ahora lo deje morir. Y yo digo lo mismo que decía en otra situación parecida, porque da la impresión de que la historia tiende a repetirse: el Recreativo es patrimonio de Huelva, un símbolo, y hay que luchar por mantenerlo. De hecho, han sido bastantes ciudadanos árabes los que, cuando les he hablado de Huelva, me han reconocido que la conocían por el Recre, de los tiempos cuando jugaba en Primera División. Aquí, a miles de kilómetros de distancia y en una cultura muy diferente, saben de Huelva por el Recre. Y eso es mucho, por lo que resulta obligado que se le dé el valor que corresponde. Donde hay que afinar es en la gestión, en las personas que se ponen al frente de la misma, en que sean responsables y comprometidas. Como toda empresa, el Recre debe funcionar. Pero realmente abandonarlo es una locura. Con su desaparición se perdería una parte importantísima de la historia de Huelva.

P.- ¿Qué echas de menos de esta tierra en tu actual destino?

R.- Aquí estoy bien, haciendo una labor que me ha permito continuar con mi profesión y sacar a adelante a mi familia. Poco más pido. Y de Huelva echo de menos numerosas cosas: el ambiente, a los amigos, la comida, Punta Umbría y la Sierra, hablar en andaluz... Muchas. Mi mujer y mis tres hijos son de Huelva. Dos de ellos, Alejandro y Marta, viven actualmente allí. Y yo me considero huelvano cien por cien. Intento volver siempre que puedo, que es bastante a menudo. Así tengo lo bueno de aquí y de allí.

P.- Estamos llegando al final de esta entrevista y tras repasar tu curriculum, es inevitable preguntar, ¿qué te queda por hacer?

R.- Retirarme y sentarme en una silla en la puerta de mi casa a ver pasar el mundo. No tengo nuevos horizontes a la vista ni asignaturas pendientes. De momento, y mientras haya que continuar en el tajo, haré lo que el destino vaya diciendo.