jueves. 28.03.2024
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José Ramón Álvarez Quintero: "Para mí la cultura y el Gran Teatro son la cara amable de la vida" 

José Ramón Álvarez Quintero es una de esas personas entrañables, cordial, servicial, comprometido, optimista, risueño, conversador y onubense por los cuatro costados.
José Ramón Álvarez Quintero: "Para mí la cultura y el Gran Teatro son la cara amable de la vida" 

Nuestro invitado de hoy, José Ramón Álvarez Quintero, es una de esas personas entrañables que me he encontrado en Huelva, aparte de cordial, servicial, comprometido, optimista, empático, risueño, conversador, onubense por los cuatro costados, cofrade, enamorado del camino del Rocío a pie, carnavalero, le encanta todo lo que huela a cultura, música, con sentido del humor.... Y por encima de todo muy buena gente. 

Ramón estudia E.G.B en los Salesianos, Bachiller en el Alto Conquero, e inició estudios de Empresariales, que dejó cuando aprobó las oposiciones en el Ayuntamiento capitalino  en 1994. Su primer destino fue Casa Colón, y en abril de 1997 lo mandan al Gran Teatro. Apasionado del fútbol, ha socio del Recre desde su nacimiento hasta que cambió esos ratos por entrenar al Corrales C.F. en Fútbol Laboral, lo que le dejaba sin tiempo para ir al estadio. Ramón se considera  un coleccionista de amigos y muy fiel, leal, buen conversador y servicial.

Me cuenta que tras casarse con una corraleña, Paqui, que es lo mejor de su vida junto a sus hijos Carmen y Hugo, desde hace 20 años vive en Corrales y se siente como un corraleño más.

Enamorado de su pueblo, donde colabora con la Comisión de Festejos cada año en la organización de las Fiestas de San Pedro, y miembro de la Junta Directiva de la Hermandad de Nuestra Señora Reina del Mundo y San José Obrero desde 2006. Pregonero de la Romería 2017 y Hermano Mayor con un grupo de amigos en 2014.

Pues bien, ya conocen una mijita más de nuestro entrevistado de hoy, donde añadiría que es un tipo con suerte e intuitivo, pues en las "porras" que propongo para que los seguidores de La Tertulia Recreativista de Teleonuba, y que acierten quién marcará un gol o en qué minuto se producirá, Ramón, atina con cierta asiduidad.

Lo llamo para echar un ratito de charla, y que los lectores de diariodehuelva.es conozcan su opinión en estas entrevistas en tiempo de pandemia, acepta y comenzamos así:

 ¿Qué opinión te merece la situación que estamos viviendo?

Esta pandemia nos ha robado de momento, un año de nuestras vidas, pero también nos ha venido a demostrar que, sin estar preparados para una situación que en ningún momento hubiéramos imaginado vivir, como sociedad hemos mostrado la cara más solidaria y disciplinada, estando en muchas ocasiones por encima de los que nos gobiernan; y nos ha mostrado lo que es realmente importante: la familia y la salud.

 ¿Qué hiciste en tu día a día, durante el confinamiento y dónde lo pasaste?

Lo pasé en casa, con mi familia. La verdad es que fue el momento en que agradecí tener una vivienda con ciertas comodidades, no me hubiera gustado estar en la piel de familias que soportaron el confinamieto en pequeños pisos interiores. Eso me hizo valorar un poco más mi calidad de vida.

Aproveché para pasar más tiempo con mis hijos del que paso habitualmente, y dediqué tiempo a la cocina, a hacer deporte en casa, a pequeñas reparaciones que, por una cosa u otra, vas dejando siempre para otro día. Esperando cada día la hora de tirar la basura o a los aplausos de las 8 para poder estirar las piernas.

Por suerte retomé el trabajo pronto.

¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

De un modo u otro esta pandemia nos ha tocado a todos, y nos va a marcar en mayor o menor medida a todos. Algunos hábitos han venido para quedarse, y eso hará que nuestro comportamiento no vuelva a ser el mismo. Temo que nos volverá más precavidos, y por tanto más frios. Tardaremos en recobrar cierta normalidad.

¿Has pasado miedo en algún momento?

Más por la salud de mi familia que por mí. Reconozco que tardé demasiado en observar la verdadera dimensión de la enfermedad, y el peligro que suponía para los míos. A medida que se iba conociendo su alcance me volví más cauto, pero miedo real nunca he llegado a sentir por mí.

¿Qué proyectos tienes para el futuro?

Mis proyectos pasan por recuperar la “vida normal”. Que finalice la obra en el Gran Teatro y volvamos a abrir sus puertas. Que vuelva la actividad a mi Hermandad, y vivamos una nueva Romería en Corrales. Que, en definitiva, disfrutemos de la misma vida que conocíamos no hace mucho, y ahora vemos tan lejana.

¿Qué es lo que has echado de menos en estos diez meses que llevamos de pandemia?

Lo que más he echado de menos, y sigo echando, son cosas cotidianas pero muy valiosas: un paseo por la playa sin mascarilla, dar un abrazo sin sentirme observado ni culpable, reunirme con los amigos a tomar una cerveza sin tener en cuenta si somos más de los que debemos, un rato de cante en la Romería, ver Pasos por la calle y colarme en una rebujina, viajar... Esas pequeñas cosas que solo se echan de menos cuando no se tienen.

La libertad, al fin y al cabo. Que no es poco.

¿Qué es lo que más te ha dolido de estos últimos meses?

Lo que más me ha dolido sin duda son las miles de muertes. Las imágenes de tanatorios improvisados, del Palacio del Hielo de Madrid y la llegada de caravanas de coches fúnebres. De personas mayores que fallecían sin tener siquiera la posibilidad de despedirse de sus familiares. Me sobrecogía la crueldad de esta enfermedad, que se ceba especialmente con los más vulnerables.

 ¿Qué te parece el papel que están jugando los medios de comunicación?

Los medios han jugado un papel muy importante, aunque algunos más que informar se han dedicado influir en la opinión pública. Ha sobrado en determinados momentos posicionamiento político, y ha faltado información veraz.

¿Y las redes sociales?

Las redes sociales son un arma de doble filo: pueden resultar muy útiles si se saben utilizar y se filtra correctamente la información que proporcionan, o convertirse de igual modo en un verdadero peligro si eso mismo no se hace.

Personalmente traté de darles el uso que yo creía más provechoso, que no era otro que informarme e intentar divertirme. Cada día esperaba las estimaciones que Juan José García del Hoyo realizaba sobre el avance de la pandemia. Trataba de comprender sus explicaciones sobre las causas de la difusión, y observaba cómo sus predicciones se iban cumpliendo. Siempre le estaré agradecido, aún sin conocerlo personalmente.

Luego aprovechaba para compartir un rato en el balcón de Torres “Les Buffons du Roi”, y después “tomar” una cervecita virtual con los amigos por videollamada. El día a día se me hacía un poco más llevadero, y las horas más cortas.

¿Qué es lo mejor de tu vida en el Gran Teatro?

La vida me ha premiado con tener el mejor trabajo del mundo, y realizarlo en el lugar más bonito. Después de casi 25 años en el Gran Teatro acumulo cientos de anécdotas, unas amables y divertidas y otras no tanto. Pero sin duda lo mejor son los amigos que he ido encontrando en este tiempo: en el Carnaval, en el mundo cofrade, músicos... incluso el público.

La Cultura y el Gran Teatro son la cara amable de la vida, o al menos así lo entiendo yo; soy un privilegiado por poder disfrutarlo cada día desde dentro.

¿Cómo valoras la actuación de los políticos en general ante esta pandemia?

Ha habido de todo, como en la viña del Señor. Es una situación muy atípica, donde todo es nuevo y no se conoce el efecto que pueden acarrear las medidas que se toman. Estoy seguro de que todos habrán tratado de hacerlo lo mejor posible, unas veces con más acierto y otras con menos.

Lo que si tengo claro es que no me hubiera gustado verme en la piel de esos que tenían que tomar decisiones.

¿Te gustaría vacunarte ya?

Creo que hay personas que por diferentes motivos lo necesitan más que yo, y me parece indispensable que haya un orden por prioridades, pero lo haré cuando me llamen sin dudarlo.

Estoy seguro de que las cosas se están haciendo con rigor, y que es seguro.

Tus deseos para el 2021

Que no se nos quede ni una vida más en el camino. Que pase esta pesadilla, que  la vacuna sea efectiva y vuelvan los abrazos, las sonrisas sin mascarillas y la alegría a las calles.