Paco Guerrero: "La tauromaquia necesita cambiar algunos tics pero goza de buena salud"

A nuestro invitado de hoy, le tengo un gran aprecio, pues es de esas personas entrañables que me he encontrado y desde hace más de 30 años que nos conocemos tenemos una buena amistad. Me estoy refiriendo a Paco Guerrero, con el que he echado muchas horas hablando del mundo del toro y de política, sobre todo del Partido Andalucista
Paco es persona muy trabajadora, con alto sentido de la amistad, cordial, conversador, de ideas claras, defensor a ultranza de la tauromaquia, fiable, comprometido, solidario y desde luego muy buena persona
Bien que ha tardado en tener tiempo para poder realizar esta entrevista, pero una vez que hemos quedado hemos empezado del tirón y la primera pregunta es la común para todas las personas que han pasado por esa serie de entrevistas en tiempo de pandemia.
¿Cuál es tu opinión de la situación que estamos viviendo en la actualidad?
Curiosamente, con ser una realidad preocupante por tantas personas como se ha llevado por delante ha logrado sacar a la luz un poco más de nuestra humanidad. Ha sido tan absolutamente absorbente por la rapidez con la que se cambiaron nuestras vidas que no quedó más remedio que refugiarnos en nuestras emociones, en los sentimientos y en la cercanía de lo que la vida nos dejaba cada día. Esta puñetera realidad nos ha permitido la posibilidad de cargar una nueva escala de valores para nuestro día a día e indudablemente eso
es lo mejor que nos puede regalar como enseñanza para vivir y morir. Seguramente el tiempo nos va a devolver una cierta normalidad pero esa línea que marzo de 2019 puso en nuestras vidas va a quedarse a vivir con nosotros.
¿Qué hiciste en tu día a día en el confinamiento, dónde y con quién lo pasaste?
Me convertí en un insoportable practicante de bricolaje. Las paredes y puertas de mi casa tienen una generosa capa de pintura desde entonces y yo soy más feliz por haberme sentido útil en esas veinticuatro horas larguísimas que tuvieron algunos días. Evidentemente la cosa fue por etapas y cuando se acabó la pintura quedó tiempo para poner en orden un voluminoso archivo fotográfico de 28 años de toros en la provincia. Tiempo para digitalizar todos esos negativos de mis primeros pasos por el periódico y rematar un tranquito más de ese libro en torno al periodismo y al toro en el que estoy metido. Todo eso en casa y con la familia y haciendo amigos en la azotea cuando tocaba tender el lavado. La vida con otro ritmo.
¿Cómo cambiará la vida con la pandemia y en particular el mundo del toro?
Creo que no va a ser la pandemia la que cambien nuestras vidas, porque culturalmente somos como somos y volveremos a tomar la calle, sino la situación económica tan precaria que ha provocado en muchos sectores del negocio y en la vida de muchas personas que tenían planes trazados: un piso por pagar, un negocio que levantar, la educación de los hijos, un estatus de vida del que es imposible bajarse de pronto sin hacerte daño… muchas cosas. Esa dureza de la incertidumbre y la falta de recursos te la recuerda cada mañana la situación que ha dejado el bicho.
El mundo del toro viaja en paralelo a todo eso porque lo sostiene el público, la gente. En realidad hay dos mundos taurinos. Uno es el del espectáculo en la plaza que necesita del público y ese volverá a su punto normal cuando andemos un poco normalizados. Donde quedará el daño importante será en ese mundo del toro que abarca la ganadería y su crianza.
Ha sido el sector más castigado y reponer esas pérdidas por la depreciación tan brutal del producto y la no venta ya no va a ser posible.
¿Proyectos para el futuro?
Sé que hay futuro pero no sé dónde está. El futuro de nuestra vida tiene fecha de caducidad en veinticuatro horas. Llevamos casi un año metidos entre picos, olas, estadísticas y nuestra vida ha ido subiendo y bajando al compás de todo eso. Teletrabajo, Ertes, mascarillas, geles…Es difícil pensar ahora mismo en el futuro con cosas lejanas. Si me pido algo será cosa de consumo inmediato: besos, abrazos, amigos cerca y la familia en perfecto orden de revista y que cuando mire al pasado pueda ver que el futuro ha sido intenso y extenso.
¿Qué has echado de menos en todo este tiempo de pandemia y confinamiento?
Básicamente el trabajo en el periódico. La estructura de lo que es la temporada taurina con sus niveles de información se ha resentido. Se ha notado la ausencia de las grandes ferias pero también en los festejos en las ferias la provincia. Me ha dolido no poder gestionar más información taurina y especialmente dejar pasar un año en blanco sin el proyecto turístico de visitas al campo bravo que desde hace unos años llevo trabajando. Afición por un lado y economía por otro. Y en el centro de todo eso las relaciones de amistad, viajes y trabajo que implica mi relación con el mundo del toro.
¿Esperabas que esta temporada se hayan podido celebrar festejos taurinos?
Con las primeras noticias que traía la pandemia sinceramente no y desde luego en lo primero que había que pensar era en la salud de las personas. Más allá estaba el que las estructuras de cualquier feria son costosas, las exigencias del top del escalafón insalvables y a un aforo reducido vas a salvar los muebles si todo el mundo se acopla. Con todo, lo importante es que el sector ha ido a unirse y que todo ese esfuerzo que han hecho Fundación del Toro, Junta de Andalucía entre otras administraciones públicas, toreros y ganaderos ha mostrado un camino que no debiera abandonarse. En el caso de Huelva, creo que terminó siendo un espejo donde otros muchos miraron para avanzar.
¿La Fiesta Nacional está en declive?
No lo llamaría declive sino adaptación. Ser uno de los principales espectáculos de masas de éste país no te da carta blanca para permanecer impasible. Ese declive es más deseo de diversos sectores que realidad. Tanto encono en atacar la Fiesta desde redes sociales, prensa, políticos y ‘bienpagaos’ no habla precisamente de la debilidad de un sector sino todo lo contrario. Lo que está en decadencia son ciertos arquetipos de taurinos rancios, pero con esos queremos terminar todos. La Fiesta necesita cambiar algunos tics pero goza de buena salud.
¿Entiendes a los antitaurinos?
¿Los antitaurinos son los que no le gustan los toros o los que lanzan y escriben consignas de odio contra personas que son toreros o ganaderos? ¿O los antitaurinos son esos que han ordenado dejar sin ayudas ni subsidios a todas esas familias de los toreros más modestos durante lo más duro de la crisis?. Entiendo desde el respeto a alguien a quien no le guste ver un espectáculo legal como son las corridas de toros. Tengo amigos que no son para nada partidarios de los toros. He tenido incluso compañeros y compañeras en mi época de Teleonuba que han hecho su trabajo en una plaza o en el estudio sin ser taurinos, gustarle e incluso estar en contra y se han esforzado al límite por dejarme lo mejor de su trabajo y los admiro por eso. Desde el no respeto no estoy dispuesto a entender y respetar a alguien.
¿Te gustaría ser de los primeros en vacunarte?
Vacunarme me voy a vacunar así que cuando toque, sea primero o último, no voy a poner ninguna objeción. Tener una crisis sanitaria no es rentable ni agradable y todas esas pandemias anteriores se han mitigado con vacunas. Este momento es también de vacuna sin vacilaciones.
Paco, como siempre ha sido una gozada echar un ratito de charla contigo, y que tenemos una visita al campo pendiente, que cuando acabe esta pesadilla haremos, y que pronto nos veamos en los tendidos de las plazas de toros.