Santiago Gómez Sierra toma posesión como sexto obispo de Huelva
La ciudad de Huelva comienza una nueva etapa episcopal. Monseñor Santiago Gómez Sierra ha tomado posesión como nuevo obispo de Huelva, convirtiéndose así en el sexto Pastor de la Diócesis onubense.
Un nombramiento que fue realizado el pasado día 15 de junio y que ponía punto y final al mandato de D. José Vilaplana tras doce años y con 75 años de edad.
La toma de posesión tuvo lugar en la Merced, en el interior de la Santa Iglesia Catedral en un acto emotivo y rodeado de hasta diez obispos, así como de numerosas autoridades eclesiásticas, civiles, judiciales, militares y académicas.
La eucaristía estuvo presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, que ha estado acompañado a su anterior obispo auxiliar y por el cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, entre otros.
Así, desde ahora comienza un nuevo camino en la Diócesis de Huelva de la mano de Santiago Gómez Sierra.
A sus 62 años tiene acumulada una larga experiencia y la edad idónea para seguir dándole dinamismo a la diócesis onubenses, desde donde con el tiempo partir hacia otros destinos más importantes en la jerarquía eclesiástica.
Toda una vida de servicio
Nacido en Madridejos, Toledo, el 24 de noviembre de 1957, es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación y en Teología. Fue ordenado sacerdote en la Diócesis de Córdoba el 18 de septiembre de 1982, diócesis donde desempeñó en dos ocasiones la figura de vicario general y de la que fue dean de su catedral.
En 2010 comenzaría a descender por el Guadalquivir siendo nombrado obispo titular de Vergi y auxiliar de Sevilla por el Papa Benedicto XVI, recibiendo la ordenación episcopal en la catedral hispalense el 26 de febrero de 2011. Actualmente pertenece a la Comisión Episcopal de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal Española y es obispo delegado para la Enseñanza en la Asamblea de Obispos del Sur de España.
PACIFICANS PER SANGUINEM EIUS
Para su blasón D. Santiago Gómez eligió por lema la frase en latín Pacificans per sanguinem eius “Pacificando por la sangre de su cruz” (Col 1,20). Para expresar el espíritu de ese lema en su vida episcopal, D. Santiago eligió como pieza principal del escudo, sobre campo de plata, la cruz (sin imagen) del Santísimo Cristo del Prado, devoción personal y de su localidad de nacimiento, Madrilejos. Dicha cruz figura en sus colores naturales, con el INRI en plata y las cantoneras y los radiantes en oro.
De la cruz cuelga un sudario rojo con bordados en oro, sobre el que figuran también en oro, a un lado, el corazón ardiente de la Virgen María, traspasado por la espada y, al otro, las palmas del martirio. Como permanente invocación de la intercesión del Santo Apóstol Santiago, cuyo nombre lleva, D. Santiago Gómez ha colocado, entrado en punta, sobre púrpura, la venera de peregrino compostelano al natural, alusión también a la que figura en el escudo de Benedicto XVI, el papa que le nombró obispo. Todo ello colado a la cruz pastoral en oro y recogido bajo galero episcopal con seis borlas a cada lado, en sinople.
