viernes. 19.04.2024
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El coronavirus paraliza los programas de acogimiento familiar para el verano en Huelva

Niños saharauis y bielorrusos se quedarán sin abrazar a sus familias onubenses, pero "unidos seguirán jugando con la distancia en un verano diferente"
El coronavirus paraliza los programas de acogimiento familiar para el verano en Huelva

Huelva vivirá un verano atípico en todos los sentidos este 2020. Tras la oleada de cancelaciones de eventos y citas culturales previstas para el período estival, la pandemia también salpica a los colectivos solidarios de la provincia.

Los programas de acogimiento familiar que vienen realizándose en la provincia desde hace años, también se han visto paralizados ante el temor de contagio por el Covid-19.

Cada verano, la solidaridad de los onubenses se volcaba con la población del Sáhara organizando las vacaciones de la paz en las que se daba a los niños la oportunidad de vivir en Huelva un verano en el que mejoraban su alimentación, tenían revisiones médicas y disfrutaban de ciertas comodidades lejos de su alcance en su lugar natal.

Sin embargo, este año no será posible. La delegación saharaui para España ha decidido suspender el programa ‘Vacaciones en Paz’ por la situación mundial a consecuencia del coronavirus. Los pequeños saharauis acogidos a este programa tenían previsto llegar a Huelva a finales del mes de junio.

"En unas semanas, en torno a 160 menores saharauis llegarían a la provincia de Huelva para pasar sus vacaciones, tanto con familias repetidoras, como con alguna familia nueva", cuenta Mercedes Diéguez Garrido, coordinadora del programa Vacaciones en Paz en la Asociación 'Huelva con el Sahara'.

La cancelación del programa este verano ha supuesto un 'jarro de agua fría', tanto para Mercedes como para todos los familiares que esperaban con ansias la llegada de estos niños saharauis. Sin embargo, desde el colectivo onubense ven "acertada" la decisión, aunque "difícil de tomar, debido a las consecuencias que esto conlleva".

"La Delegación para España de la República Saharaui nos han transmitido que la situación actual les obliga a tomar la decisión de suspender el programa Vacaciones en Paz en el verano de 2020, pero que, además de ser una decisión muy dolorosa, es la mejor opción por la que se han podido decantar en estas circunstancias tan excepcionales que atraviesa el mundo", explica la coordinadora del programa en Huelva.

Sin embargo, la peor parte se la llevan ellos. "Lo más difícil de enfrentar es no permitir a los menores saharauis pasar el verano con una familia de acogida, para hacerles más liviana la vida durante dos meses, con el objetivo de satisfacer sus necesidades sanitarias, de alimentación, culturales o recreativas, entre otras tantas. Es delicado no poder darles la oportunidad de salir de las condiciones inhumanas en las que viven todo el año", lamenta Mercedes Diéguez.

Este año los niños saharauis vivirán, sin duda, una experiencia diferente pero, igualmente, llena de solidaridad. La Asociación 'Huelva con el Sahara' seguirá mostrando su ayuda y apoyo a los más vulnerables a través de distintas iniciativas desde la distancia.

Y es que en los últimos cuatro años han experimentado una subida considerable de familias en Huelva capital, donde han notado las ganas de ayudar y la enorme solidaridad de las familias acogedoras.

La propia coordinadora del programa en Huelva, Mercedes, lleva embarcada en esta aventura solidaria desde hace 8 años junto a su familia. "Es la experiencia más bonita que hemos vivido", confiesa.

"las ganas de ayudarles pese a los kilómetros que nos separan, me hacen confiar en la promesa de un pronto reencuentro que se cumplirá"

Este verano Mercedes y su familia esperaban a Sidi, el hermano de Jalifa y Mohamed, la primera y segundo niño que habían acogido anteriormente. "Sidi es el más pequeño de nuestra familia saharaui. Era el tercer verano que iba a pasar con nosotros en casa, estaba deseando volver a vivir el verano fuera del desierto más inhóspito.

Como familia de acogida lo he vivido con sentimientos agridulces, creyendo que es la mejor decisión tomada, pero a la vez dura de asimilar. El no poder reencontrarnos con todos los menores y ofrecerles un verano lleno de experiencias, me entristece. Pero la esperanza e ilusión y, sobre todo, las ganas de ayudarles pese a los kilómetros que nos separan, me hacen confiar en la promesa de un pronto reencuentro que se cumplirá.

Y como nos dijo Sidi, cuando hablamos con la familia para contarles que este año no hay Vacaciones en Paz: <<el año que viene nos volvemos a ver>>".

"Tienen el poder de hacerlo todo mejor, transformando los días aburridos en inolvidables. Son capaces de hacer magia con su sola presencia y se ganan a cualquiera en tan solo segundos"

Tanto para las familias de acogida como para los niños que llegan, Vacaciones en Paz supone un sueño hecho realidad. "Es tener la oportunidad de alejarse de un verano en el desierto más duro del mundo, sin agua corriente, escasos alimentos y temperaturas hasta 60ºC. Aquí, junto a las familias de acogida viven un verano único y te regalan la mejor experiencia de la vida: el compartir. Disfrutan con lo más mínimo. Tienen el poder de hacerlo todo mejor, transformando los días aburridos en inolvidables. Lo que tienen se llama magia. Se ganan a cualquiera en tan solo segundos", asegura esta "madre de acogida".

Un proyecto que es puro sentimiento, creando fuertes lazos que no entienden de distancias, ni de tiempo.

"Los niños saharauis tienen una historia que contar al mundo, viven día a día una injusticia. Tras ellos hay una causa, un pueblo en el olvido. Ellos son paz, son Vacaciones en Paz. Son los embajadores de su causa en nuestras casas", añade emocionada Mercedes.

Pero los saharauis no serán los únicos que se queden sin abrazar a sus familias de Huelva en este verano de pandemia. ASNIA (la Asociación de Niños de Acogida en Huelva) también ha suspendido su programa de verano después de 13 años ininterrumpidos. Las familias de Huelva no podrán disfrutar a los bielorrusos este 2020.

Esta asociación se dedica a paliar los daños producidos por la radioactividad sobre la población Bielorrusa y, en particular, sobre los niños que padecen las consecuencias  del accidente de la Central Nuclear de Chernóbil en la república de Ucrania en abril de 1986.

Esta asociación en Huelva se dedica a gestionar y organizar la estancia temporal en familias durante periodo estival, beneficiándose así, al permanecer aproximadamente 45-50 días en nuestra provincia, de una alimentación sana, sin contaminar y de un clima propicio para su saneamiento.

"Los niños bielorrusos iban a estar en Huelva desde el 25 de junio hasta el 8 de Agosto. En total, iban a llegar 15 menores para 15 familias", cuenta Nieves Sánchez, vicepresidenta y secretaria de ASNIA en Huelva.

Sin embargo, desde el mes de febrero ya tenían conocimiento, por parte de la embajada bielorrusa en España, de que los programas de saneamiento al extranjero se habían cerrado por parte del Gobierno bielorruso. Posteriormente, con la llegada del estado de alarma, la asociación decidió, por el bien de los menores y sus monitores nativos, suspender el programa 2020.

Una cancelación que los bielorrusos han aceptado con tristeza. "Mucha pena en general, pero lo han entendido perfectamente, entre otras cosas, porque las propias familias tenían sus dudas de permitirles viajar en el caso de que los programas no se hubieran cerrado", explica Nieves.

"Teníamos previsto un verano lleno de diversión, convivencia, interculturalidad, voluntariado...... sin olvidar la asistencia médico-sanitaria integral obligatoria que les ofrecemos cada año a los niños que llegan. No olvidemos que es un programa de saneamiento", indica la responsable en Huelva.

ASNIA recibe a niños desde los 8 a 16 años. Normalmente, los niños que llegan suelen repetir cada verano con sus familias de Huelva hasta que cumplen el límite de la edad permitida para participar en el programa. Cuando culminan su último año en Huelva (con 16), se dice que la familia ya ha completado un ciclo y el próximo año reciben al siguiente. Comienzan así a un nuevo ciclo de acogida. Este 2020 iban a llegar dos nuevos niños bielorrusos a nuestra provincia.

Juan A. Pérez y Antonia Coronel, de Bonares, participan en el programa desde el 2007.

"Vamos por el segundo ciclo de acogida. La primera niña ya es universitaria. Ahora tenemos a otra pequeña. Este sería su tercer año. La primera vino durante 9 años consecutivos", explica la pareja.

La familia de acogida ha entendido perfectamente el proceso de paralización de este programa a causa del Covid-19. "Lo comprendemos, pero echaremos de menos tenerles en casa. Lo mejor es lo que te aportan y la satisfacción personal de saber que lo que tú les estás dando es VIDA", dicen los padres de acogida.

La parte más solidaria de las vacaciones en Huelva tampoco será posible a causa de la crisis sanitaria. No habrá reencuentros ni abrazos pero, aunque no de manera física, los lazos entre niños y familiares de acogida seguirán más unidos que nunca.

UN ABRAZO EN LA DISTANCIA AL PUEBLO SAHARAUI

"Ánimo, y fuerza. Mucha fuerza. Estamos con vosotros, Sáhara. Por vuestra grandeza, humanidad y solidaridad. Sois pura fortaleza, energía y refugio. No estáis solos, juntos venceremos la batalla ante la difícil decisión. Os prometemos que muy pronto llegarán los reencuentros tan bonitos que nos trae junio. Esas mochilas cargadas de ilusión y ganas se volverán a llenar, los nervios a flor de piel y los mensajes cargados de: ¿cuántos días quedan para ir a España? volverán. Porque es de valientes no rendirse. Por ello, unidos seguiremos jugando con la distancia para un verano diferente, donde los abrazos serán volados, los juegos, las risas. Y donde las muestras de cariño estarán envueltas en la mejor de las sonrisas. Aquí llevaremos vuestra lucha por bandera, y gritaremos vuestra libertad".

Mercedes Diéguez Garrido, coordinadora del programa Vacaciones en Paz en la Asociación 'Huelva con el Sahara'.