jueves. 25.04.2024
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José Luis Pons: "La economía prima sobre la salud, y sálvese quien pueda"

Como afirma Pons, "el estado del bienestar nos hace sentir invencibles. No hay nada más lejos de la realidad. Siempre hay un instante, un gesto, un hecho, una palabra, o un virus intratable trotando por el planeta que lo puede cambiar todo. Y así ha ocurrido".
José Luis Pons: "La economía prima sobre la salud, y sálvese quien pueda"

A nuestro protagonista del día de hoy, lo conozco desde el año 1983, cuando se comenzaba la 'aventura' del periódico Huelva Información, donde él fue uno de los que formó parte de aquel ilusionante proyecto. El jovencísimo José Luis Pons, se iniciaba en el departamento de administración en la primera sede del diario, concretamente en la calle Marina. La verdad es que no estuvo mucho tiempo, pero si el suficiente para que labráramos una amistad que sigue en la actualidad.

Mi tocayo, empezaba igualmente a hacer sus primeros pinitos como cantautor y recuerdo como cogía a mí hija Ruth en brazos y le cantaba algunas de sus creaciones.

Persona jovial, con don de gentes, empático, cariñoso y servicial, pasó posteriormente a trabajar en una entidad financiera, donde ha ejercido su profesión hasta acabar con su vida laboral. En cuanto a la música, Pepe Pons, como le decimos los más cercanos, llegó a grabar varios álbumes discográficos y durante una época tuvo infinidad de actuaciones, lo que demuestra que lo hacía fenomenal. Pues bien, he estado en contacto con esta "güena gente"  para conocer su impresión, su opinión, sobre la situación actual y la primera pregunta era obligada:

¿Qué opinión te merece la situación que estamos viviendo con esta pandemia?

El estado del bienestar nos hace sentir invencibles. No hay nada más lejos de la realidad. Siempre hay un instante, un gesto, un hecho, una palabra, o un virus intratable trotando por el planeta que lo puede cambiar todo. Y así ha ocurrido.

El destino nos pone a prueba, porque nadie está libre de ser pateado por la providencia.

Sin sentirme derrotista, pero tampoco incrédulo, hemos entrado de lleno en una de las guerras del siglo XXI. No son guerras entre países, continentes o razas, sino guerras destinadas a limpiar el exceso de cupo de nuestro habitado planeta. Resulta curioso no dudar de un virus que, ataca y elimina sin piedad a esa parte de la sociedad que, desde hace tiempo, se ha convertido en una costosa carga económica. El incremento en la esperanza de vida, ha endeudado países por la inmensa cantidad de millones que hay que volcar en pensiones de nuestros mayores, y en personas con algunas patologías graves, que encarecen nuestra sanidad privada y publica. Y ya es el segundo virus que viene demasiado bien “inventado” para los tiempos que corren.

Siempre he mantenido la certeza de que ya debe existir una cura para el cáncer, pero no interesa acabar con todo el negocio que lo rodea para aliviarlo o curarlo. Tal como estamos viendo cada día, la economía prima sobre la salud, y sálvese quien pueda.

Esta vez, parece que este virus, similar un balón de fútbol con ventosas, ha afinado su puntería, y deja prácticamente fuera de riesgo a los sanos y más jóvenes de nuestra sociedad. Toda una victoria, que hará ganar mucho dinero al país que se lucre de exportar en masa su milagrosa vacuna.

Buena reflexión has hecho. ¿Y tú cómo has vivido el día a día en estos dos últimos meses?

Yo, siguiendo los insistentes consejos médicos -porque soy parte de la población en riesgo- me he quedado en casa, he aprovechado para leer los libros que me esperaban, darle rienda suelta a mis pasiones, a mi música y a mis escritos, ver el cine que no pude ver en su día, pasando el tiempo con quienes elegí para disfrutar la vida; porque este acelerado mundo, al que han frenado en seco, nos obligaba a tener una nula conciliación familiar, por mucho que la clase política insista como algo prioritario en la convivencia.

¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?

Probablemente, después de todo esto, no hayamos cambiado mucho. Pero, los que hemos intentado responder todas las preguntas de éste examen, seremos mucho más reflexivos, cuidadosos y controlaremos más los tiempos de diversión, relajación, y ¿por que no?, de aventura.

¿Qué proyectos tienes de cara al futuro?

Me quedaré con mis amigos de siempre, me sabrá la cerveza a gloria, disfrutaré como un loco de los goles de mi Recre, volveré a levantar el ánimo cuando pasee por mi ría, y me llevaré horas sentado frente al mar, en silencio, disfrutando de la brisa en mi Portil eterno.

¿Que te gustaría decir para rematar la faena?

Me quito el sombrero y doy las gracias a todas esas personas que lo siguen dando todo para salvarnos, y repudio, sin ningún tipo de acritud, a quienes se saltan las mínimas reglas de convivencia poniendo en peligro la vida de miles de seres humanos. A veces, entender las cosas no es suficiente para aceptarlas.

Yo amigos, os emplazo a vernos pronto, porque así lo deseo con todo el alma, deseando que os cuidéis para luego sonreír con una mirada un poco desconfiada puesta en el futuro.

A sobrevivir se aprende viviendo, no hay opciones si estás muerto. Vive.

Tocayo, a mí solo me resta decirte y lo más fuerte posible ¡OLE TÚ!