Hoy el Recreativo debía saltar al césped de la Nueva Condomina para medirse al Real Murcia, pero a la hora del partido sólo habrá silencio y un césped vacío en el estadio murcianista. Es el paisaje que deja la pandemia del coronavirus en el Grupo IV de la Segunda División B, cuyos equipos siguen sin saber si se reanudará la competición o si se suspenderá definitivamente visto que el calendario cada vez aprieta más.

De momento, el Decano ha aplazado sus enfrentamientos contra el Cartagena (visitante), Recreativo Granada (visitante), Villarrubia (local) y Murcia (visitante). Y tras la prórroga del Estado de Alarma, a expensas de la autorización del Congreso de los Diputados, hasta el 26 de abril, también pueden darse por suspendidos los duelos con el Yeclano (local), Badajoz (visitante) y Sevilla Atlético (local).

Dos meses en casa

Siete partidos aplazados que habría que recuperar si se quiere finalizar la competición. Eso, dando por descontado que la Liga pudiera reanudarse el 3 de mayo. Una suposición muy difícil de validar porque tras dos meses entrenando en sus casas, los futbolistas necesitarán al menos dos semanas de preparación grupal y sobre el césped para retomar su actividad en óptimas condiciones y prevenir lesiones.

Sin tiempo

De ahí que los choques frente al Cádiz B (visitante) y Algeciras (local) fácilmente engrosarán la nómina de encuentros aplazados. Así las cosas, forzando mucho las máquinas, al día de hoy sólo hay tiempo material para disputar el último partido ante el Córdoba (visitante), previsto para el 17 de mayo. El desafío ahora es cómo encontrar una fórmula para celebrar las nueve jornadas suspendidas y los 'play-offs'.