viernes. 19.04.2024
El tiempo

Ataque de ansiedad

Te das cuenta de que te falta el aire, tratas de coger más aire, pero cuanto más intentas respirar más te ahogas

Estás tan tranquilo en tu sofá cuando de pronto tu corazón comienza a acelerarse, empiezas a pensar que algo no va bien en tu cuerpo, te pasa algo grave pero no terminas de saber con claridad qué es lo que ocurre. Te das cuenta de que te falta el aire, tratas de coger más aire, pero cuanto más intentas respirar más te ahogas, comienza una presión en el pecho que te paraliza, esa presión, junto con los latidos de tu corazón fuertes y rápidos como un caballo al galope te hacen pensar que puede estar dándote un infarto, o quizás es algo en la cabeza, ya no piensas con claridad, entre bocanadas de aire ahogándote, tus pensamientos se disparan, estás convencido de que algo malo está ocurriendo, casi convencido de que vas a morirte, de que te estás muriendo, o que el mundo se acaba, o al menos el tuyo. De pronto alguien llama a la puerta y estas sensaciones desaparecen. Medio temblando le abres al vecino y casi no te enteras de lo que te dice. Parece que el episodio no hubiera ocurrido, pero el temblor de tu cuerpo te recuerda que ha sido real. Esto es un ataque de pánico.

El ataque de pánico (o más conocido como ataque de ansiedad) es uno de los problemas psicológicos más comunes en la población. Se trata de un episodio en el que el cuerpo se activa de manera desproporcionada, una supuesta alarma hace que el cerebro le diga al resto del cuerpo que es hora de salir pitando, que viene algo que da mucho miedo. El problema viene cuando el miedo no está fuera (un incendio, un terremoto, un animal que nos vaya a atacar, etc), sino que el miedo viene de nosotros mismos: no voy a aprobar el examen, me van a echar del trabajo, mi madre está enferma y no puedo curarla, no me da tiempo a hacer todo lo que tengo pendiente, seguro que no me sale bien, creo que tengo una enfermedad, decisiones que no tomo, etc. Y es un problema porque cuando el miedo viene de dentro, y la ansiedad te grita que huyas, y no puedes huir de ti mismo.

Puedo darte una pequeña lista de ingredientes de una buena receta para tener ansiedad, por ejemplo, ser una persona que esté en guerra consigo misma, además eres exigente contigo, para colmo, como te exiges tanto, alguna de las veces que cometes errores no te los perdonas, es más, te machacas por ellos. Otra cosa que provoca ansiedad es tratar siempre de anticipar lo que va a pasar, pensar constantemente en problemas que pueden ocurrirnos en el futuro, aunque sean problemas con una probabilidad muy baja, o que están tan lejanos en el tiempo que a lo mejor ni ocurren. También es un buen ingrediente el tratar de complacer constantemente a los demás, aunque tus necesidades queden en segundo plano. Otro ingrediente es convencerse de que no vales lo suficiente para afrontar los retos que tienes en tu vida, y así no salir de tu zona de confort. Entonces vamos haciendo cada vez menos cosas, por miedo a sentirnos superados, a sufrir ansiedad. Pero la ansiedad nunca se estanca, la ansiedad es como cuando estás en primera línea de playa y va subiendo la marea, todo lo que tú le dejes, se lo va a llevar. Es así como cada vez limita más. Si no la tratas, si no la trabajas, al final la ansiedad te domina a ti, y termina diciéndote qué es lo que puedes hacer y qué no puedes, se lleva tu libertad.

Pero que no te desaliente este panorama, porque la ansiedad tiene muy buena recuperación. En primer lugar, si ya te ha limitado mucho es bueno que acudas a terapia con algún psicólogo que te ayude a manejarlo. Aún así hay muchas cosas que puedes hacer para gestionar y evitar la ansiedad:

En primer lugar es importante que no te culpes si estás mal, tienes ansiedad, no es lo deseable, pero ahora toca quererse y darse mucho ánimo para poder superarlo. Puede ayudarte también aprender a hacer respiración diafragmática, bien entrenada puede conseguir parar ataques de ansiedad.

Otra actividad útil para vencer a la ansiedad es hacer deporte, ya que a veces cansar al cuerpo ayuda a relajarse. Es importante dejar la misión imposible de ser perfecto, valórate lo que has conseguido, en vez de mirar el resultado, siéntete orgulloso de tu esfuerzo.

Recupera aficiones y pasiones, no olvidemos que hacer lo que nos gusta hace que nuestro cerebro genere endorfinas, que son neurotransmisores que nos hacen sentir placer y disfrutar de la vida, ¡son los antidepresivos naturales! No te desesperes ante tus pensamientos negativos, pero cuando te veas envuelto en esa vorágine en la que no veas salida sólo hazte una pregunta: ¿habría alguna otra posibilidad más realista de ver esta situación?

Esa catástrofe que imaginas puede ocurrir.

O no.

Este es Tu Espacio de Psicología, si quieres que hablemos de algún tema que te preocupe o del que quieras saber más, contacta conmigo a través de mi email o teléfono.

Ana Bella Vázquez Gento, Psicóloga de ciMa Atención Psicológica Huelva.

640563584 – [email protected]