viernes. 26.04.2024
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Huelva atiende a más de un millar de personas refugiadas durante 2019

Las dificultades a las que se enfrentan en sus países de origen les obliga a emigrar en busca de una vida mejor dejando atrás incluso a su familia. Casi el 80% de las personas que llegan con condición de refugiado llegan solas.
Huelva atiende a más de un millar de personas refugiadas durante 2019

Abandonar tu hogar, tu vida, tu casa e incluso, a veces, tu familia, es uno de los dramas que hoy día sufren millones de personas que deben emigrar por guerras en sus territorios, cuestiones políticas, amenazas... La condición de refugiado es una de las circunstancias más complicadas para un ser humano, y "cualquier ayuda es poca cuando se trata de personas".

En Huelva, durante 2019, desde Huelva Acoge, se ha atendido a un total de 92 personas solicitantes de protección internacional, siendo 21 unidades familiares. Personas que están desarrollando su vida en Huelva provenientes de diferentes países como Georgia, Siria, El Salvador, Palestina, Ucrania, Venezuela, Marruecos, Honduras y Colombia.

Tal y como señalan desde Huelva Acoge, de las 92 personas, 47 son hombres y 45 mujeres. Asimismo, los datos apuntan que 46 son menores de 18 años, de los que 41 están escolarizados en diferentes colegios de Huelva. Estos datos reflejan una realidad en la que "casi el 80% de las personas que llegan con condición de refugiado son personas solas, sin carga familiar", como han expuesto desde Cruz Roja Huelva.

El Programa de Protección Internacional es el que tiene como objetivo acoger y dar asistencia a personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional, del estatuto de apátrida y de protección temporal. Destinado principalmente a personas que carecen de recursos suficientes para poder atender sus propias necesidades y las de su unidad de convivencia.

Un ejemplo de superación y fe

En esta situación se encuentran María Fernanda Ruiz de Griffin, Mafe, y Teófilo Felipe Griffin Martínez, Teo. Este matrimonio venezolano llegó a España por la "falta de libertad, en la búsqueda de una mejor calidad de vida, dada la situación que actualmente - y desde algunos años atrás- vive Venezuela". Su primer destino fue Málaga, en el que han podido vivir durante unos meses hasta llegar a Huelva. "Una vez que entramos en el Programa Internacional de Refugiados, nuestro destino fue Huelva y nos encontramos en pleno proceso de adaptación y búsqueda de empleo", han afirmado a diariodehuelva.es.

Hablar de las razones por las que una persona huye de su país es, en demasiadas ocasiones, doloroso. Pero Mafe y Teo se toman esta situación "como un proceso, en el que hay que ser positivos, enfrentando cada día con fuerza y fe". Para ellos, esto no es nuevo, y es que en noviembre de 2015 "tuvimos la posibilidad de dejar Venezuela para llegar a Ecuador, en donde residimos por tres años, y donde lamentablemente nos encontramos con un escenario poco favorable para la vida de cualquier ser humano: xenofobia". "Fueron tres años difíciles, en los que aprendimos a hablar con las miradas para no alzar nuestra voz en lugares públicos y así evitar ser reconocidos como venezolanos. De ser detectados podría significar el inicio de un ciclo de insultos, gritos, humillaciones y agresiones".

Este tipo de situaciones minaron su día a día y sus ánimos, por lo que Mafe y Teo se plantearon que "Ecuador no era un buen lugar para emprender una nueva vida, por lo que decidimos venir a España". Una vez en España, se presentaron como aspirantes a protección internacional por los motivos expuestos. "Nuestro proceso comenzó en noviembre de 2018 con la solicitud a protección internacional, luego pasamos por una entrevista en abril de 2019, en mayo obtuvimos nuestra primera tarjeta roja (con Número de Identificación Extranjera -NIE-), y finalmente, en octubre de este año el permiso de trabajo".

En paralelo, acudieron a la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en vista de que quedaron imposibilitados para trabajar por un periodo de casi un año. "Nuestra primera cita fue en febrero de 2019, y no fue hasta agosto de este mismo año que fuimos trasladados a Huelva, lugar donde estaba la plaza disponible".

En Huelva son varias las organizaciones que se dedican a ayudar a las personas que tienen que vivir este tipo de situaciones. Huelva Acoge, Cruz Roja, Cepaim, Cáritas... Son muchas las personas que han llegado hasta nuestra provincia con la esperanza de encontrar una vida mejor.

En el caso de Cruz Roja por ejemplo, aparte del programa financiado por el Ministerio, se tiene el Servicio de Primera Acogida que en 2019 ha atendido a más de 740 personas, de las cuales más del 60% se encuentran ya a la espera de poder ser aceptados en el Programa Internacional de Refugiados. Tal y como ha confirmado Rocío Pichardo, referente del área de inmigración de Cruz Roja Huelva, en la primera fase del Programa (en el que son ayudadas con el alojamiento en centros de acogida, además de comida y necesidades básicas) "ya se encuentran 133 personas, aparte de las más de 100 personas que se encuentran ya en la segunda fase, viviendo en pisos".

Cifras que impresionan

Si nos pusiéramos a sumar las cifras de las personas que ya se encuentran en el Programa Internacional de Refugiados en Huelva, así como las que han sido atendidas e iniciado los trámites para poder acogerse a esta ayuda humanitaria, Huelva ha atendido en este 2019 a más de un millar de personas que han llegado hasta nuestra provincia en busca de una vida mejor.

Una vida "llena de esperanza", como han comentado Mafe y Teo, que además "vivimos en un estado de buena esperanza, ya que esperamos una nueva vida en pocos meses que seguro iluminará de magia y nos bendecirá aún más. La pequeña Miranda". Una nueva vida que estos jóvenes periodistas venezolanos se toman como "una carrera, que no es cuestión de tiempo, sino de resistencia, fuerza y mucha fe. Nos mantenemos optimistas a las oportunidades laborales y de vivienda que podamos encontrar en esta pequeña pero mágica ciudad".

Emigrar nunca es fácil, pero desde las organizaciones se intenta dar cobertura a las necesidades de estas personas de la mejor forma posible. Por ello, se realizan actuaciones de intervención social, escolarización de menores y seguimientos, atención psicológica, asesoramiento legal, principalmente acompañamientos y asesoramientos jurídicos relacionados con la tramitación y  resolución de las solicitudes de protección internacional de las familias beneficiarias del programa de acogida,  formación y aprendizaje del idioma, entre otras muchas.

Dificultades

Y es que, a pesar de las ayudas, las personas inmigrantes se encuentran con muchos problemas en los lugares a los que llegan. Tal y como exponen desde Huelva Acoge, "estas personas se encuentran con muchas dificultades a la hora de poder alquilar una vivienda, ya que algunos de los requisitos que exigen los propietarios es tener una nómina, algo muy complicado para ellos, puesto que hasta los 6 meses de presentar su solicitud de protección internacional, no obtienen permiso de trabajo. Por tanto, otro de los problemas es el difícil acceso al mercado laboral, sobre todo para aquellas personas beneficiarias que no dominan el idioma".

En este sentido, desde Cruz Roja se insiste en que "esto debe ser un proceso de doble integración, es decir, las personas que vienen buscando una vida mejor realizan un trabajo diario de 'acostumbrarse' a la sociedad a la que llegan, pero es esta sociedad también la que debe abrirse a acogerlos".

Solidaridad

Para facilitarles la integración, muchas de estas organizaciones han realizado convenios con empresas, asociaciones y otras organizaciones onubenses como Madre Coraje, Asociación Onubense de Yoga, Academia Kedaro... "Cualquier ayuda es bienvenida, y estamos abiertos a la colaboración de todos los voluntarios que quieran echar una mano".

"Emigrar nunca será una tarea fácil, volver a comenzar tampoco", pero la ayuda ofrecida por los voluntarios de estas organizaciones hace que las personas que llegan hasta Huelva agradezcan "la amabilidad y generosidad de todos".

Un camino en el que las ayudas y situaciones que viven aportan nuevas experiencias a sus vidas, pero que con la garantía de que "siempre vigilamos por su bienestar y mejorar su día a día en Huelva", como explican desde Cruz Roja y Huelva Acoge.