martes. 23.04.2024
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El hambre empuja a la fauna de Doñana a buscar comida en Matalascañas

La comida escasea, a causa de la sequía, en el vecino Parque de Doñana. Ciervos, jabalíes y zorros buscan el sustento en contenedores y el césped de las urbanizaciones.
El hambre empuja a la fauna de Doñana a buscar comida en Matalascañas

Hasta ahora no resultaba nada extraño ver ciervos en la playa de Matalascañas. Acudían en pleno verano e incluso cuando los bañistas aun estaban disfrutando de un día de playa.

Pero este otoño las noches de Matalascañas se pueden asemejar más a una especie de safari mediterráneo. Los ciudadanos que salen a pasear por la noche en esta urbanización costera almonteña y los automovilistas que regresan a casa al caer el sol se están encontrando manadas enteras de ciervos, numerosos zorros e incluso jabalíes campeando y campando a sus anchas por la zona urbana de Matalascañas.

La causa de este éxodo animal es que en el vecino Parque de Doñana, que linda con la urbanización de Matalascañas, escasea la comida.

La sequía que padece Doñana empuja a los animales a buscar el sustento fuera de las alambradas de la Reserva de la Biosfera. De hecho, los ciervos pastan en las áreas verdes del pueblo y se comen el césped de zonas comunes y urbanizaciones sin vallar.

Los zorros hurgan en los contenedores en busca de restos de comida y se alimentan de los desechos que encuentran en ellos. Al igual que los jabalíes.

En el caso de los ciervos, los animales pasan del Parque a la zona urbana cuando baja la marea y luego son incapaces de volver a su zona de pasto al toparse de nuevo con las alambradas y la marea alta. Al no encontrar el camino de regreso se adentran en el pueblo y buscan espacios verdes donde pastar. Además, al encontrarse en periodo de berrea algunos ciervos se muestran más agresivos de lo habitual por lo que se muestran más inquietos y peligrosos.

La poca densidad de población y la tranquilidad que en esta época del año reina ya en Matalascañas, sin coches y apenas trasiego de gente por las calles, ofrece a los animales un espacio de fácil alcance, además de que encuentran comida asegurada.