viernes. 26.04.2024
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La ‘tala’ protege y mejora el arbolado serrano

De diciembre a marzo se desarrolla la tala de los castaños, una tarea primordial para mantener la calidad de la cosecha
La ‘tala’ protege y mejora el arbolado serrano

En esta época del año se inicia una tarea fundamental para los bosques del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. La tala de los castaños será esencial desde los meses de diciembre hasta marzo, aproximadamente, para que en la próxima campaña se den mejores frutos y mayores cosechas.

Ha de advertirse que en la Sierra, el término 'talar' adquiere un significado peculiar. No significa abatir el árbol por pie, sino que viene a representar una poda controlada que lleva siglos convirtiéndose en una labor prioritaria.

Con ella, los árboles se regeneran y conservan las características que posteriormente les permitirán seguir reforzando estos espacios naturales. Se trata también de una forma de remediar el envejecimiento del arbolado ya que con estos trabajos, el castaño crecerá con más fuerza y las mejores ramas concentrarán mayor número de frutos.

Los trabajos se desarrollan en unas condiciones duras y peligrosas. El frío y el hielo provocan riesgos de accidente que se suman a la altura de algunas ramas que hay que podar. Todo ello refuerza la valía de estas tareas titánicas.

Manuel Valle, 'El Cano', es uno de los talaores más afamados de la comarca, y lleva prácticamente toda su vida dedicado a este y otros oficios propios del campo. Lo aprendió de su padre y familiares y ya dirige un equipo que ‘tala’ muchos castaños en cada temporada. Por su experiencia podemos saber las dificultades de este trabajo, “que no entiende de días de fiesta ni de climatología”. Además, como tantos otros trabajos en el campo, “te contratan para talar si la cosecha del año ha sido buena, si no, no se pueden afrontar los gastos de conservación de las fincas”. En años malos, como esta campaña, todas las tareas de mantenimiento se resienten y se pierden numerosos jornales por falta de ingresos de los propietarios. La consecuencia es que las fincas no están limpias o en condiciones de producir mejor para el año que viene, con lo que el problema se agudiza.

‘El Cano’ no sólo trabaja en parcelas ajenas, sino que atiende y mima con esmero las que posee o alquila, con lo que garantiza así un producto de calidad que posteriormente exporta a través de intermediarios o vende en su propia tienda. En ‘La Despensa del Cano’, que así se llama el establecimiento, informa a los clientes sobre la forma en que cultiva las castañas y en que realiza estas tareas de tala, entre otras.

Con talaores como Manuel Valle, estas prácticas ancestrales se siguen manteniendo en la comarca serrana como garantía de mantenimiento ambiental del espacio y de la producción agropecuaria del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.