La médula de la hermana de José Antonio Garrido no es compatible
José Antonio Garrido y su familia han recibido hoy un duro revés en la lucha que mantienen contra la leucemia. La esperanza de que la hermana de 19 años de este niño de Gibraleón pudiera ser su donante de médula se ha visto truncada. Su hermana no es compatible. Tampoco ninguno de sus padres (las posibilidades de que los progenitores tuviesen compatibilidad con el pequeño era del 50%). Como explicaba su madre, Eugenia Casado, su la hermana fuera menor que el niño, "las posibilidades de compatibilidad serían mayores".
A Casado, se le entrecortaba la voz al dar la noticia. Esto supone que el niño, de doce años, tendrá que esperar a un donante anónimo y pasar las Navidades ingresado en el Hospital Juan Ramón Jiménez para recibir tratamiento. La donación de médula se hace más necesaria ahora. Es indolora y, como explica el técnico de promoción del Centro de Transfusión sanguínea de Huelva, Pedro Pajaro, "en el 90% de los casos lo que se hace, en vez de extraer células madre de la médula, es extraer sangre periférica y para ello se le administra al donante una serie de medicamentos para que genere más células madre".
Una vez establecido un tipaje con los marcadores de compatibilidad del donante, los datos pasan a la Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo) y de ahí al registro mundial. Los requisitos para ser donante de médula son tener entre 18 y 55 años y no portar enfermedades infecciosas como VIH o hepatitis.
El caso de José Antonio Garrido ha despertado la solidaridad en Huelva: las donaciones de médula han pasado de las 671 de enero a noviembre del año pasado a las 3.073 en el mismo periodo de este año; y tan sólo en noviembre se ha rozado las donaciones de 2015, con 648. Gracias en gran medida al apoyo del mundo del fútbol -el jugador del Betis Joaquín Sánchez grabó un vídeo pidiendo donantes para ayudar al pequeño; Iniesta le mostró su solidaridad, así como el Recre y el Sevilla, entre otros equipos- y los medios de comunicación. Gibraléon también se ha volcado: sus compañeros de colegio, el Ayuntamiento, las hermandades. Todos están a su lado para decirle a José Antonio que siga siendo fuerte, que va a ganar esta batalla.
