Alejandro Ceballos se aisla de las críticas
Alejandro Ceballos se blinda. Conocedor de la ideosincrasia del recreativismo, el técnico del Decano prefiere centrarse en su labor e ignorar la tormenta desencadenada en el entorno tras la derrota en Villanueva. Por eso apenas presta atención a los medios de comunicación y ha reducido su actividad en las redes sociales.
"Sé que en Huelva dos resultados buenos levantan una euforia tremenda y sé que dos resultados malos levantan unas críticas tremendas" y admite que "no estoy escuchando gran cosa porque podrían hacerme daño e intento que esos altibajos no se reflejen en el trabajo diario y en la plantilla", señala en declaraciones a El Velódromo de Canal Luz.
El preparador sevillano no duda en asumir la responsabilidad de lo sucedido en el Romero Cuerda, al indicar que "soy el primer culpable de esta derrota", si bien, subraya que "el problema no fue el cambio" en la alineación con la entrada de Ubay Luzardo y la salida de José Alonso, del que anuncia que "va a seguir teniendo muchos minutos".
No obstante, Alejandro Ceballos recuerda a los críticos que "estamos haciendo una pretemporada con partidos oficiales" y proclama que "no podemos tener un once tipo y no salir de ahí", pues se muestra convencido de que "con pequeñas rotaciones también podemos ganar partidos".
El entrenador albiazul replica también a los que le consideran un técnico conservador en tácticas, planteamientos y objetivos al declarar que "lo único que pienso es que el sexto me saca dos puntos y esta plantilla tiene gran margen de mejora. Conseguir los tres puntos ante el Jumilla el domingo nos daría estabilidad y confianza para crecer".
Sobre el caos interno del club y los impagos, el máximo responsable deportivo del Recreativo quiso romper una lanza por los empleados, pues viven "una situación límite, y si no tuvieran un cariño enorme a la entidad, habrían tirado la toalla hace mucho tiempo".
Por último, Ceballos mandó un mensaje a los futuros dirigentes del Recre al indicar que "si no cobramos durante la temporada, nos hará daño. Se puede convivir con dos, tres o cuatro meses de retraso, pero si son más, mermaría mucho la parcela deportiva".
