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Paco Regueira: "Cada partido político quiere dejar su impronta en las leyes educativas y eso nunca es bueno"

Estamos llegando al final de esta serie de entrevistas #MadeInHuelva y se acerca por esta tribuna Francisco Javier Regueira Palmás.
Paco Regueira, en una simpática foto
Paco Regueira, en una simpática foto
Paco Regueira: "Cada partido político quiere dejar su impronta en las leyes educativas y eso nunca es bueno"

Estamos llegando al final de esta serie de entrevistas continuadas #MadeInHuelva y se acerca por esta tribuna pública Francisco Javier Regueira Palmás, lo cual me hace mucha ilusión. Persona polifacética, cinéfilo, amante de la enseñanza... Cuando me pongo en contacto con él para realizar esta entrevista, no lo duda, acepta del tirón con la amabilidad que le caracteriza y le digo que se presente para los lectores de Diario de Huelva, haciéndolo de la siguiente manera:

"Tengo 68 años y he estado vinculado, desde mi incorporación profesional a la enseñanza pública en 1987, a la Educación Permanente de Personas Adultas, siempre en el Centro Penitenciario de Huelva. Posteriormente denominado CEPER Miguel Hernández Gilabert.

En el centro de trabajo
En el centro de trabajo

Desde Noviembre de 1988 y durante 30 años he coordinado el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva en el Centro Penitenciario. Gracias al Festival en estos años de existencia, cientos de personas de múltiples países, actores, directores, productores, guionistas, etc., así como la prensa acreditada, han podido conocer una realidad distinta, la de un Centro Penitenciario y compartir con los internos durante una semana, cada año, una vivencia difícil de olvidar. Los internos después de ver las películas a concurso del Festival madre, recibían la visita de los invitados de la película, directores, actores, productores, etc. y a continuación se procedía a realizar un coloquio sobre la película que posteriormente se votaba. Finalmente se otorgaba el premio La llave de la libertad, que iba a entregar un interno a la sede del Festival. 

Desde 2006 he coordinado el Club de Lectura del Centro Penitenciario de Huelva, dependiente del Centro Andaluz de las Letras (C.A.L.) de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. En estos años cientos de personas miembros de clubes de lectura de la provincia y muchísimos escritores, han visitado las instalaciones de la prisión y compartido las lecturas con los internos del Club de lectura. 

Hemos participado con alumnos del Club de lectura en tres ocasiones en el Programa de Canal Sur televisión “El público lee” de Jesús Vigorra, con los escritores: Arturo Pérez Reverte (2007), Boris Izaguirre (2008) y David Trueba (2008).

Con Pérez Reverte
Con Pérez Reverte

En 2011 se me impone la Medalla de bronce al Mérito Social Penitenciario otorgada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias en atención a “la dilatada trayectoria profesional, capacidad de trabajo, especial dedicación y honestidad desempeñando la actividad como maestro, gestionando el club de la lectura y coordinando el festival de cine Iberoamericano de la ciudad”.

He participado en todos los encuentros provinciales de los Clubes de lectura de la provincia de Huelva. En el primero de ellos, celebrado en el Museo Provincial, como Ponente en la mesa redonda.

En 2010, estuve en la organización de la celebración del Año de Miguel Hernández, a nivel provincial, por el centenario de su nacimiento, por petición de la Delegación de Educación de Huelva al llamarse nuestro Centro de igual manera y por haber permanecido preso en las instalaciones de la vieja prisión onubense. 

En 2011 igualmente estuve en la organización de la celebración del Día de García Lorca, a nivel provincial, al cumplirse 75 años de su nacimiento, por petición de la Delegación de Educación de Huelva. 

Reconocimiento de la JUnta
Reconocimiento de la JUnta

En 2013 se me concede, por parte de la Delegación de Educación de Huelva, el Reconocimiento al Compromiso Educativo en su II Edición “Por su dilatada trayectoria profesional y especial dedicación al alumnado del CEPER Miguel Hernández en el Centro Penitenciario de Huelva, siendo el cine y la lectura el vehículo para lograr su reinserción en la sociedad”

En 2013 fui ponente en el Encuentro Provincial: Plan de Lectura y bibliotecas, realizada en el Teatro Sierra de Aracena.

En 2014 formé parte de la organización de la celebración del Año Platero y yo, en las instalaciones del Área Socio Cultural del Centro Penitenciario. Para ello la Fundación Juan Ramón Jiménez prestó a su última adquisición, la burrita Platerilla, para que pasara la mañana con los internos, recordando así la efeméride celebrada. Nunca jamás un burro había entrado en una prisión y subido al escenario de su Salón de Actos.

En 2017, con motivo de la celebración del día de Andalucía el 28 de febrero, la Junta de Andalucía otorga sus distinciones provinciales Huelva-Junta 2017 recayendo uno de ellos en el Centro de Educación Permanente Miguel Hernández Gilabert del que formo parte desde su creación, siendo algunos de los motivos por los que se nos entrega el reconocimiento los siguientes (sic): la promoción de la interculturalidad o un plan específico de lectura que se materializa en el Club de Lectura, se complementa con otras actividades como convertirse en una de las sedes del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva o la proyección de películas y encuentros con cineastas de reconocido prestigio. 

En 2017  fui ponente en el XIX Congreso de Bibliotecarios de Andalucía en el Palacio de Congresos de la Casa Colón de Huelva a la mesa redonda “Biblioteca social: nuevas formas de colaboración”

El 16 de noviembre de este mismo año, se me concede el Premio Cine y Valores, en su Segunda Edición, por parte del diario Huelva Información, en el marco del Festival de Cine Iberoamericano y con motivo del 30 aniversario de la organización del Festival de Cine Iberoamericano en el Centro Penitenciario de Huelva"

En 2019 llega su jubilación de una vida dedicada a la cultura, a la enseñanza, al cine... y que en esta introducción, aunque haya parecido larga, no es ni la mitad de intensa de la que ha tenido nuestro protagonista de hoy y que Paco ha compartido con los demás. 

Junto a sus compañer@s de trabajo
Junto a sus compañer@s de trabajo

Por tanto vamos a entrar en faena con la entrevista propiamente dicho:

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?

R. - Uffff. Creo que la vida va tan rápida que enseguida nos olvidaremos de la situación actual tal como nos hemos ido olvidando de todas las circunstancias tan trágicas que hemos vivido anteriormente. 

Se que la sociedad está muy enfadada con los políticos actuales, que nadie soporta a nadie, que se han perdido muchos valores, que la educación brilla por su ausencia, que todos vamos hacia adelante sin mirar a nadie, atropellando a los que van a nuestro lado. Tal como van los patinetes eléctricos por nuestras aceras, tal como van los conductores por la calles y carreteras, donde ya no existen las señales de ceda el paso y de stop, y si te quejas puede que recibas algún improperio o quizás algo peor. Pero también creo que hay muchas personas buenas, honestas, agradables, trabajadoras, voluntarios de ONG y que diariamente van a sus trabajos desinteresadamente. En definitiva, buenas personas que están a nuestro alrededor y son a esas a los que tenemos que acercarnos e intentar parecernos a ellas y colaborar en lo  que hacen por el bien común.

P. ¿Cómo crees que ha cambiado la vida con el Covid, especialmente en la enseñanza? 

R. - Creo que en la enseñanza, al igual que en la vida en general, el covid ha hecho estragos. Las estadísticas demuestran que existen ahora más enfermedades, más problemas mentales, muchos más suicidios entre jóvenes que antes de que nos atacara esa maldita enfermedad. 

Los dos años encerrados sin socializarnos, con unas pequeñas ventanas al exterior que en muchos casos solo se abrían a las ocho de la tarde para aplaudir a los abnegados servicios sanitarios, que lo estaban dando todo y de los que ahora parece que nos hemos olvidado. 

Algunos centros escolares, sobre todo los de alumnado con mayores niveles socioeconómicos, pudieron organizarse suficientemente bien; profesorado y alumnado poseían ordenadores y conexiones rápidas a internet, con lo que se podían seguir las clases de esa forma, pero en la gran mayoría de centros, solo unos pocos podían permitirse esos lujos, con lo que los resultados escolares a la fuerza han tenido que ser nefastos. Costará un tiempo recobrar lo perdido.

Con Imanos Arias
Con Imanos Arias

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento?

R. - Un poco sí. Siempre he tenido problemas pulmonares y estoy operado de mi pulmón derecho, de los tres lóbulos me dejaron uno, así que temía que si me contagiaba de covid no lo contaría, pero, lo cogí, pasé la semana propia en estado griposo leve y aquí estamos. Así que a vivir sin nada de miedo.

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro?

R. - Puesto que ya estoy jubilado y mis deberes laborales se acabaron, ahora me quedan los propios de mi edad, ya se sabe, experto en bolsas, o sea, ir al supermercado cada mañana a comprar lo que mi señora me mande, intentar viajar lo que podamos y sobre todo ver crecer a nuestro nieto Alejandro y que lo haga con salud y bienestar.

Recogiendo un premio
Recogiendo un premio

P. - ¿Qué significa para ti Huelva y que es lo que más valoras de ella?

R. - No quiero ser excesivamente chovinista local. Yo nací en Huelva en la calle Alfonso XII y hasta que me casé allí viví y fui feliz. Todavía me alegra muchísimo reencontrarme con los amigos de la niñez que vivían por los alrededores de mi casa, Plaza Niña, San Cristóbal, Miguel Redondo, Rábida… y charlar sobre nuestros tiempos mozos. Aunque Huelva no es ya la lejana y rosa de Juan Ramón, tampoco se ha convertido en una gran ciudad donde nadie conoce a nadie. 

Desgraciadamente los políticos locales no defendieron a Huelva en ningún momento, todos han acatado las órdenes de sus partidos antes que defender a nuestra ciudad y no han peleado por ella; han permitido que el legado arquitectónico que existía lo destruyeran para construir edificios feos y aburridos; que nos colocaran las fábricas más contaminantes del mundo al lado de nuestras casas; que contaminaran nuestra maravillosa ría; que crearan una montaña de residuos tóxicos que además nuestros políticos van a permitir que continúen existiendo con una simple capa de tierra y plantas por encima; que no existan infraestructuras ni medios modernos de comunicación, pero lo peor de todo es que nunca pasa nada. El onubense acepta lo que le venga sin problemas. Todo se lo lleva la provincia vecina que todos sabemos. 

Añoro aquella Huelva de los sesenta, de una calle Concepción abarrotada de gente paseando sin prisas. De la plaza de las Monjas y las charlas nocturnas que manteníamos. Del Club Estrella donde tantos años pasé con mis amigos de la infancia con los que me veo frecuentemente con alguno de ellos, aunque otros ya no estén con nosotros. Me gustaría cerrar los ojos y volver a encontrarme la Huelva de mi niñez y que han ido destrozando poco a poco delante de nuestras narices onubenses.

Con Ozores
Con Ozores

P. - ¿Qué recuerdos guardas especialmente de tu vida profesional? 

R. - En relación a mi vida profesional creo que he sido una persona muy afortunada, un auténtico privilegiado que me ha encantado mi trabajo, he hecho lo que realmente me gustaba y encima me pagaban por ello. Teóricamente se puede decir que para mí no era trabajo puesto que lo he disfrutado mucho y además me han otorgado varios premios por ello, con lo que creo que no se puede pedir más. La Secretaría de Estado de Instituciones Penitenciarias, la Delegación de Educación de Huelva y el periódico Huelva Información me concedieron sendos reconocimientos que guardo en mi corazón.

Pedí continuar cinco años más hasta los 70, edad máxima de jubilación para los docentes y me lo aceptaron, pero por culpa de los males y diversas operaciones tuve definitivamente que jubilarme. Hoy en día que me encuentro bien y si pudiera, creo que continuaría trabajando. 

En forma de auto-retrato
En forma de auto-retrato

P. - ¿Qué diferencia existe entre la enseñanza de tus inicios y la actual? 

R. - Cuando comencé a trabajar en el Centro de Educación Permanente de la vieja Prisión de Huelva puedo afirmar que no había nada, unas pocas mesas y sillas, una pizarra y poco más. Por supuesto no existían los medios de comunicación actuales, todo se hacía con máquina de escribir y se remitía la documentación por correo a la delegación de Educación. Por cierto yo tuve que llevarme mi pequeña máquina portátil de escribir porque cuando empezamos ni eso teníamos. 

Aunque en la Educación de Adultos no existían libros de texto y era el profesorado el que se encargaba de confeccionar los métodos de aprendizaje con fichas y lo que la imaginación de cada uno inventase, los profesores de mi centro nos volcamos en erradicar el enorme analfabetismo que existía entre nuestro alumnado y al mismo tiempo conseguir el máximo de titulaciones mínimas, que en aquella época era el Graduado Escolar. Creo que después de muchos años de docencia ambas cosas las conseguimos. Más tarde comenzamos con el Graduado en Secundaria, posteriormente y con el apoyo del Instituto Provincial de Educación Permanente (IPEP) de Huelva con el Bachillerato. También durante muchos años llevábamos, para aquellos que tenían titulación suficiente y ganas, la UNED y la UPV para los internos etarras. Nosotros realizábamos la funciones administrativas, matrículas, reparto de libros y apuntes, organización de los exámenes, visitas de los profesores, etc. Por último fue otro departamento el encargado de estas funciones.

En la actualidad, hablo hasta que me jubilé, con un internet solo para el profesorado es difícil llevar a cabo una educación online en un centro penitenciario, donde móviles e internet están vetados, pero supongo que poco a poco irá llegando. 

En Huelva
En Huelva

P. - ¿Los continuos cambios de sistemas educativos perjudican o favorecen? 

R. - Por supuesto que los cambios de sistemas educativos perjudican a la Educación. Siempre que oímos hablar de personas con cierta edad, nos cuentan que hicieron Estudios Primarios y nos hablan de la Enciclopedia Álvarez, otros muchos que son de la EGB, y todos terminaban lo suficientemente bien preparados como para hacer sus vidas sin problemas. Ahora, creo que ningún alumno podría decir a qué sistema educativo perteneció, LOECE, LODE, LOGSE, LOCE, LOMLE, LOE, LOMCE, LOMLOE ?. Cada partido político en el poder quiere dejar su impronta en las leyes educativas y eso nunca es bueno. 

Siempre recuerdo a algunos alumnos portugueses que cuando me decían los estudios que tenían en Portugal me sorprendía saber que allí apenas ha cambiado la ley de educación, una vez al comienzo de su democracia y van renovando por modernizar, de hecho y al contrario que en España, la mayoría de familias portuguesas, y lo cito por su vecindad, eligen centros públicos antes que concertados o privados, porque están muy bien valorados por la sociedad en general. Aquí, desgraciadamente es al contrario y las estadísticas demuestran que va a más. 

Por último añadir que el exceso de burocracia mina la voluntad del profesorado y le resta mucho tiempo para otras labores más útiles.

Amistades de cine
Amistades de cine

P. - ¿Qué te indujo a dedicarte a la enseñanza? 

R. - Tenía un hermano, Manolo, que era maestro en el colegio de Minas de Riotinto, este colegio por sus avances educativos era estudiado como modelo en la escuela de Magisterio y todos los años se realizaban visitas al mismo para estudiar en vivo sus métodos y funcionamiento. De aquel claustro salieron varios Inspectores y algún Delegado de Educación. Allí no existía el horario de clases convencional. Los alumnos se cambiaban de clase cuando les apetecía y trabajaban las distintas materias con absoluta libertad.

Hace poco conocí a un arqueólogo de reconocido prestigio, director de un museo, que cuando le hablé de mi hermano Manolo, me dijo que había sido su maestro y que gracias a él era quien es actualmente y que fue quien le hizo amar la lectura y el conocimiento. Para mí lógicamente fue un gran acicate y ejemplo a seguir.

El deseo de trabajar en el Centro Penitenciario comenzó con las huelgas de la COPEL, Coordinadora de presos en lucha, que sembraron el desorden en todas las cárceles del país. En la de Huelva quemaron lo que pudieron y los veíamos desde la calle con pancartas pidiendo libertad desde los tejados humeantes. Yo, como cientos de onubenses, veíamos como lo destruían todo sin saber muy claramente lo que pedían ni el por qué, pero ya sentí el deseo de poder trabajar allí. Años después salieron dos plazas para maestros dentro del Programa de Educación para Adultos, su primer nombre, me presenté, aprobé y allí primero y en el nuevo Centro Penitenciario de Huelva después, permanecí durante toda mi vida laboral. 

P. - ¿Qué es lo que más valoras de la vida? 

R. - Por supuesto la vida misma. Cuando sufres alguna enfermedad grave y te recuperas, es siempre lo que en primer lugar se valora. La familia, mi mujer que es absolutamente insuperable, mis dos maravillosas hijas, María y Carmen y ahora mi nieto Alejandro son sin lugar a dudas lo que más valoro de la vida. Los amigos ocupan también un lugar importante en mi corazón. 

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor?

R. - Mi niñez, ya le he evocado en otra de las cuestiones, fue bastante feliz, sin ningún problema, fui el tercero de cuatro hermanos, todos varones y con algunos años de diferencia entre nosotros. Mis padres, los dos gallegos continuaron hablándose en gallego entre ellos durante toda la vida así que sabía gallego sin saberlo. Vivía con nosotros una de mis abuelas, la materna. Estudié en la Academia la Milagrosa, en la calle Murillo, muy cerca de mi casa, posteriormente en el instituto Rábida, el único que existía en Huelva y terminé COU en el Politécnico de la Rábida. Después hice Magisterio y desde el principio de mi carrera laboral y hasta el final de la misma siempre en el Centro Penitenciario. Para qué cambiar si allí, aunque parezca increíble he sido totalmente feliz…. 

De pequeño no recuerdo haber querido ser de mayor nada en concreto, si hubiese podido elegir quizás haberme dedicado a las Bellas Artes, a la pintura, a la escultura y a la arqueología.  Probablemente si no me hubiese dedicado a la enseñanza habría sido arqueólogo. 

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas tu tiempo libre?

R. - Sin lugar a dudas, la lectura, también la escritura pero eso se queda para mí. Tengo una gran colección de libros y me apena no tener sitio para albergar más. El arte, también lo he comentado, es otra de mis aficiones, tengo un pequeño museo en mi casa pero sobre todo con obra de mi gran amigo José Luis Domínguez, que no me canso de contemplar. 

P. - ¿Con qué personaje te gustaría compartir una cena y que le preguntarías?

R. - Siguiendo con el tema artístico y arqueológico, me iría al siglo XII a Francia y cenaría con el primer constructor de una iglesia gótica, dicen que probablemente fue la Iglesia de la Abadía de Saint Denis y que su constructor fuese el maestro Guillermo de Sens, para que me contase cómo se le había ocurrido crear esa maravilla o incluso me iría más atrás en el tiempo, cenaría con el arquitecto Imhotec, constructor de la pirámide más antigua de Egipto, entre 2630 y 2611 a.C. ubicada en la necrópolis de Saqqara, en Menphis, capital del Antiguo Egipto para que me explicara los secretos de las pirámides que tantos ríos de tinta ha consumido.

Aficionado a la comunicación y conocedor de su gente
Aficionado a la comunicación y conocedor de su gente

P. - ¿Quiénes son tus referentes personales profesionales? 

R. - Ya he citado a mi hermano Manolo pero podría quedarme con cualquier profesional de la enseñanza que haya volcado su vida en enseñar y lo haya hecho bien. Creo que es la profesión más bonita del mundo. Todos recordamos a nuestros primeros maestros con sus nombres y apellidos y olvidamos los nombres de casi todos los profesionales que hemos conocido en nuestras vidas. 

P. - ¿De qué te arrepientes?

R. - Supongo que de muchas cosas pero ninguna tan importante como para mencionarla aquí.

P. - ¿Te esperabas una guerra en Europa en pleno siglo 21?

R. - Nunca jamás esperaba una guerra en Europa. Me sorprende que haya ocurrido, que continúe y que se haya hecho tan poco para sofocarla. Los países europeos con mandar unas migajas y ayuda ya se sienten complacidos. 

Los primeros días de la ocupación de Ucrania por parte de Rusia, todos colaborábamos mandando artículos necesarios, ropas, medicamentos, comida, muchos se iban con sus coches, haciendo miles de kilómetros a traer a aquellos que querían venir. Ya, sin embargo, es noticia de páginas de interior, nadie habla del tema y así no se acaba una guerra. 

P. - ¿Quieres añadir algo? 

R. - Simplemente que ha sido un placer colaborar con el Diario de Huelva y contigo José Luis. 

Paco, ha sido todo un lujazo y una gozada que haya pasado por esta sección de entrevista, disfruta de tu familia y tu jubilación.

Un abrazo grande 

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