May Abril: "Me apena la falta de respeto a todo el que no piensa igual"

Nos llega hoy a nuestra tribuna publica May Abril, "la amiga de los gatos", y bien que me gustaría resumir su currículum, pero es muy complicado, aunque lo intentaré. No en vano nuestra protagonista de hoy ha vivido intensamente, ha sido muy disfrutona y ha tenido un "culo inquieto" como ella misma se define, por lo que dedicar tiempo a todo lo que le ha gustado y apasionado ha sido un reto. 

Pero en realidad, es mejor que siga ella contándonos su vida. 

"Mira Camachito, yo siempre he estado corriendo y con un cohete en el trasero, pero a mis 73 años el balance es bueno, yo diría que muy bueno. He tenido tiempo para estudiar,  formarme, trabajar en cosas que me han gustado y en vacaciones viajar para ver mundo y seguir aprendiendo. Cuanto más sales fuera más amas y valoras lo tuyo. Siempre he tenido claro que mi tierra choquera era el mejor lugar del mundo para vivir, echar raíces e incluso morir.

Nací en Huelva en el Barrio Reina Victoria, coloquialmente conocido como Barrio Obrero. En aquella preciosa casa victoriana de dos plantas y dos grandes jardínes con patio, donde también se crio y vivió mi padre Ángel, desde que inauguraron la casa en 1926 hasta 1960. Era una casa preciosa donde vivíamos toda la familia, mis padres y mis tíos abuelos. En ella pasé los años más felices de mi infancia. En 1954 nevó y fue una gran fiesta todo el jardín lleno de nieve, aunque a mi poco me dejaron jugar y hacer bolas ya que estaba convaleciente del sarampión, lo cogió mi hermano que tenía 2 años y yo que aún no tenía 4 no me libré de que me lo contagiara.

Estudié en el Colegio de Santa Teresa de Jesús (Madres Teresianas). Pronto me vino el amor por la música, mi monja favorita tocaba el piano y yo cantaba con ella, siempre me elegía para la representación de fin de curso y para las cabalgatas vestida de "Angelito" con 2 alas enormes rellenas de algodón.

Siempre se me hacía corto el tiempo que estaba en el colegio. Mis dos grandes amores la Madre Máxima y la Madre Rosita eran dos seres de luz que de verdad disfrutaban con su labor docente. Aún me emociono al recordarlas. Lloré mucho cuando terminó mi preparación para el ingreso y tuve que dejar el colegio, pues en aquella época no se podía cursar allí el bachillerato. 

Mi llegada al Instituto de E.M. La Rábida fue un poco traumática echaba de menos mi colegio y no me gustaban algunos profesores que desde que aterricé pues entiendo que me trataban con cierto desprecio al parecer por venir de un colegio "elitista de niñas pijas ". El bachillerato se me atragantó bastante. Procuraba evadirme de las asignaturas más temidas, disfrutando mucho en las clases de gimnasia,  que como siempre fui muy canija se me daba muy bien el salto del potro, el plinto etc. Fuimos en un par de ocasiones a los Campeonatos Regionales y no quedamos mal.  

Las asignaturas de música eran para mi una maravilla siempre ávida de aprender más. Me metí a cantar con los Coros y Danzas de la Sección Femenina y paseamos toda la provincia. Con los fandangos de Alosno, Santa Eulalia, El Cerro, Encinasola, etc. En ese centro, tan denostado años después, aprendí a cocinar, coser, recitar, administración del hogar, preparar la canastilla de un bebé y como se criaba a un niño. Mi cariño, admiración y respeto a todo ese equipo multidisciplinar de mujeres que nos enseñaron los valores del hogar, la familia y a divertirnos de manera sana.

Mi verdadera vocación era la Medicina Veterinaria, pero eran tiempos difíciles donde dar estudios universitarios a 4 hijos era complicado. Mis abuelos maternos habían muerto y ya mis padres no tenían su ayuda económica. En Huelva no había Universidad así que hice Secretariado en la Academia José Antonio y después el Servicio Social en la Oficina de la Falange Española. Preparé oposiciones para el I.N.P. y saqué plaza en la Administración. He trabajado en el Hospital Manuel Lois García de Huelva en diferentes Servicios y en la Biblioteca y hasta mi retirada de la vida laboral nunca dejé de estudiar. Me especialicé en la Universidad de Medicina de Sevilla como Secretaria Médica y Administrativa de la Salud y en la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada en Biblioteconomía y Documentación.  

En 1970 Antonio y yo nos casamos y aunamos esfuerzo y trabajo para conseguir realizarnos al margen de nuestra vida laboral y familiar, en lo que eran nuestras vocaciones y sueños. Él con su pintura y yo con mis gatos. Trabajamos mucho y duro para conseguirlo pero en 1980 él ya había paseado sus cuadros y yo compitiendo con mis gatos consiguiendo reconocimientos a nivel internacional. Llevo 55 años dedicada al estudio y crianza responsable del gato de raza. Actualmente creo que soy la "Gatera más veterana de España" Estoy Federada en la WCF y solo crío la raza Exótico. Mi núcleo Zoológico de Huelva fue el segundo que se concedió en Andalucía. Lo tuvimos abierto hasta nuestra jubilación. Desde entonces nuestros gatos comparten la vida con nosotros como miembros de nuestra familia".

Hasta aquí, la vida de May, una persona disfrutona como ella misma se define. Podría ponerle cantidad de adjetivos, pero con decir que es una muy buena gente, yo entiendo que está todo dicho. 

Personalmente le tengo un gran afecto y me reído con ella cada vez que nos hemos juntado pues tiene todo el arte del mundo.  Pero ahora toca que responda a mis preguntas, y a ella la encuentro receptiva y con ganas de contar cosas, por lo que nuestra conversación va fluyendo. 

P. - ¿Qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo? 

R. - Me disgusta, me enfurece y me apena. Nuestra generación luchó mucho por traer la democracia. El partido Socialista no quería el Estatuto de Autonomía para Andalucía por el Articulo 151, allí estuvimos en la manifestación a pie de pancarta. También cogimos un día de vacaciones para poder estar en la Plaza de las Monjas en la Macromanifestación para la Universidad de Huelva y en todos los saraos pro-Huelva, Ave, y desprecio absoluto por nuestro papel en el V Centenario del Descubrimiento de América. Y sobre todo me encoge el corazón que chic@s que no vivieron todo eso y con padres y abuelos como los nuestros que se dieron el perdón y enterraron las desavenencias políticas en pro de una transición modélica como se hizo en España, estén ahora en ese lenguaje guerracivilista que envenena la convivencia y falta al respeto a todo el que no piensa igual. 

P. - ¿Cómo crees que ha cambiado la vida con el covid? 

R. - La situación la veo parada, el pequeño comercio hundido, tiendas cerradas, no hay alegría para gastar. Cultura de usar y tirar. La gente viaja para hacerse selfies, hablas con algunos y no saben nada del país que visitaron. Solo hay gente para comer y esperando mesa.

P. - ¿Has pasado miedo en algún momento? 

R. - La verdad es que no, pero si que hemos respetado a rajatabla el confinamiento y mantenidas todas las medidas de precaución, sobre todo por mi patología cardiaca. De hecho aún llevo la mascarilla a cualquier lugar con mucho trasiego de personas.

P. - ¿Qué proyectos tienes cara al futuro? 

R. - Pues ya no proyecto nada. El pasado solo fue un aprendizaje, el presente... me dejo llevar, ya sé con quién no quiero caminar y cada día solo pido salud y que Dios me deje disfrutar de mis niños de 4 patas a los que junto a mi compañero de viaje espero tener a mi lado hasta que cruce el arco iris. 

P. - ¿Qué significa para ti Huelva y cómo la valoras? 

R. - Huelva es mi tierra, mi raíz, mi cordón umbilical, mi amanecer luminoso y mi atardecer rosado, historia de Fenicios, Tartessos, Romanos, descubridores y si sueño Atlántida de Platón, la que pudiendo haber elegido otra cualquiera en el mundo entero, de manera voluntaria la elegí a ella,  para siempre.  

P. - ¿Qué recuerdas de tu etapa en la tienda de animales? 

R. - Trabajo, trabajo, trabajo...,  pero muchas ilusiones y un master de realidad. Si amas a los animales le dedicas los 365 días al año a piñón fijo. No hay santo, cumpleaños, aniversario de boda, Navidad ni Semana Santa. Y además nadie te garantiza que no se pongan enfermos, tengas que salir corriendo de madrugada por una cesárea inoportuna o incluso llorarles porque la vida viene y va por mucho que queramos protegerlos. Y sobre todo, tener la responsabilidad que no les falte lo imprescindible y las mejores comodidades para que se sientan muy queridos, son criaturas divinas que nos dan amor y compañía. En muchas ocasiones mejores que muchas personas.  

P. - ¿Quién te bautizó como la amiga de los gatos? 

R. - Creo que antes de aprender a andar ya moría por una perrita podenco que vivía con nosotros y que mi padre llevaba a las cacerías. Se llamaba Loli y era muy graciosa porque mi madre era Lolita y mi padre para evitar confusiones, termino por llamar a mi madre LOLA. A mi me gustaban todos los animalitos, mi padre me preguntaba qué quería que me trajeran los reyes magos y bueno, un conejito, un cuín, un jilguero, un galápago, ratoncillos blancos de laboratorio, esos eran mis mejores regalos. La hermana de mi padre era la maestra de Punta Umbría y cuando ibamos a pasar la Navidad en familia jugaba con cabras, burritos, gallinas etc. allí todo el mundo tenía un corral con animales y yo felíz a más no poder. 

Lo de amiga de los gatos me lo puso una señora que tenía una lechería en la Avda. Manuel Siurot, frente al colegio Francés, Yo salía de estudiar del Instituto el primero de bachiller y me pasaba por allí a jugar con los gatitos. Tenía varias gatas siempre con bebés. 

Como mi padre no quería que tuviera gatos en casa, porque decía que si se criaban juntos luego los perros no cazaban, me pasaba por allí cada día y jugaba con ellos, los peinaba, vestía con ropas de muñecas que no me gustaban nada, mi madre era muy cursi y a las muñecas les ponía un papel de celofan en la cabeza con una gomilla en el cuello para que no cogieran polvo en la cara y las pestañas y se ensuciaran cuando jugaba con ellas.

¡¡Que horror y que pesadilla de muñecas!!. 

Mi hermana a la que llevo 8 años se encargó de romperlas todas y a mí la muy sádica no me dejaba ni jugar para que no se estropearan. Ufffffff. Pero los gatos eran mi pasión desde que tengo uso de razón. Yo también soy bastante felina. Me entiendo con ellos muy bien. Tienen telepatía y nos comunicamos sin necesidad de hablar.

P. - ¿Qué es lo qué más valoras en la vida? 

R. - Creo que Antonio y yo compartimos valores por eso llevamos juntos 52 años. La amistad, la lealtad, el honor, la honestidad, no engañar, estafar, pisarle la boca a nadie para trepar, la vida sencilla con nuestros niños de 4 patas y si sobra algo material para algún caprichillo, aunque con la edad empieza a sobrar todo y ya solo piensas en que cuando no estés te recuerden con cariño.

P. - ¿Qué papel juega la música en tu vida y que fue para tí la coral que dirigía José María Roldán? 

R. - Una afición preciosa de la que aprendí mucho. D. José María Roldán un ser maravilloso al que Huelva le debe mucho y que por culpa de la mezquindad de la política no se ha merecido una calle en Huelva. No voy a enumerar sus méritos porque de todos es sabido. La Coral Polifónica de Huelva, fue su regalo de vejez y la que le dio alegría de vivir los últimos años. El 13 de Diciembre hizo 16 años de su fallecimiento, no hay día que no le rece y su foto la tengo en mi dormitorio en el altar de los antepasados. No era de mi familia, pero lo conocí cuando tenía 13 años y era como un padre espiritual. Que Dios lo tenga con él y que perdone a tantos desagradecidos. Su obra permanecerá y su recuerdo espero que también. Huelva le dió la medalla de hijo adoptivo y lloró de emoción al recibirla. Pero él se merece un gran reconocimiento y espero no morirme sin verlo. 

P. - ¿Cómo fue tu niñez y qué soñabas ser de mayor? 

R. - Mi niñez transcurrió como un cuento infantil en mi barrio querido, los veranos en Francia con nuestros abuelos maternos, la Navidad en Punta Umbría con mi tía Pasión mis prim@s haciendo dulces caseros pestiños y roscos en la cocina y de mayor solo quería ser veterinario y no pudo ser.  Ja, ja. Pero me he vengado y tengo una biblioteca de libros de veterinaria felina completísima. Los gatos son apasionantes.

P. - ¿Cuáles son tus aficiones preferidas y a qué dedicas tu tiempo libre? 

R. - La música. Pero ya no canto. Cuando murió D. José María,  parte de la Coral seguimos haciéndolo con el recién Fundado Orfeón del Gran Teatro de Huelva dirigido por Vicente Ballester, en el estuvimos algunos años, conseguimos tener un repertorio bastante bueno y montamos una Zarzuela, La Tabernera del Puerto, que se representó en el Gran Teatro de HUelva y tuvo mucho exito. Después se complicaron las cosas municipales con la salida de Pedro Rodríguez de la alcaldía y todo se desmoronó. Perdí la ilusión. En casa tengo mis discos favoritos y escucho música de todo lo que me gusta y odio el regueton y el chaca- chaca que te taladra el oido. A menudo miro los albumes de fotos de mis pinitos en los años 60 con los grupos de música pop del momento. Todos salieron de las entrañas de Radio Popular y el concurso de los Domingos por la mañana. Cada Domingo aparecía por mi casa con algún regalo de los patrocinadores 30 latas de tomate frito Ildemosa, 30 botellas de aceite de Oliva La Golondrina, unas gafas de sol de optica Angabad... Que bien lo pasábamos, Los Keys, Caníbales, Deymox. Cuanta gente buena y que cara teníamos para montar canciones de los Beatles sin saber una papa de inglés. Yo en francés me defendía bien por mi familia, así que presumía con Charles Aznavour, Adamo, Frances Gal, Francoise Hardi, Mirei Matieu, etc-etc. y después varios recalamos en la Orquesta Costa de la Luz. Teniamos exclusiva con el Motel Ferreira, el Club Raúl de Lepe y la Cafetería Castilla de la Antilla. Se hacían veladas de baile y matrimonios y parejas de novios iban a bailar los Sabados y Domíngos. En fín que nos lo pasabamos muy bien y siempre andabamos pagando instrumental. Y mira que yo que era la solista necesitaba poco un microfono, no como el que pagaba una guitarra o una batería, pero que leches, me compré un AKG que me costó 32.000 pesetas de las de los 60 y ¡que tela lo que costó pagarlo! 

P. - ¿Con qué personaje te gustaría compartir una cena y qué le preguntarías? 

R. - Mira que se me han caído los mitos. Hace unos años me hubiera gustado con Sánchez Dragó, lo encuentro un personaje interesante. Me gustan sus libros, vivencias y viajes. Como ser humano ha tenido una evolución curiosa. Pero ya es que me he vuelto muy descreida. Hay mucho postureo en esta época por la que transitamos.

P. - ¿Quiénes son tus referentes? 

R. - Nadie. Todos se han desinflado. El tiempo es un gran corruptor.

P. - ¿De qué te arrepientes? 

R. - De haber invertido tanto tiempo en que los demás me quisieran. De comerme el coco pensando si he tenido alguna culpa cuando he sufrido una decepción por parte de alguien a quien yo he querido, y desde luego, de no haber cortado a tiempo relaciones tóxicas con personas que no merecían mi cariño.

P. - ¿Te esperabas una guerra en Europa en pleno siglo 21?

R.- No he pensado en esa circunstancia nunca. Todas las generaciones creemos que hemos aprendido lecciones del pasado y está visto que es verdad aquello de que quien no conoce su historia está obligado a repetirla. No he visto en mi vida tanto burro titulado como ahora metido a político. Estoy esperando un comunicado de los Jueces Españoles, donde le digan al Sr. Rufían cuatro cositas, por asegurar en el Congreso de los diputados que E.R.C les había quitado el juguete a los jueces fascistas.

P. - ¿Quieres añadir algo más? 

R. - No tengo nada más que añadir, Como dicen los modernos me he abierto en canal para tu entrevista. Solo pido que la locura de la mal llamada Ley de bienestar animal, no salga adelante y acabe con tantas personas que han invertido su vida, sus ahorros, su trabajo y todo el amor del mundo para contribuir al mantenimiento de las razas felinas y caninas. Un mundo solo de chuchos y gatos callejeros no es ser mejores, ni más generosos, ni más compasivos, es solo un mundo de ignorantes. Lo mismo que para evitar los accidentes de tráfico yo llevaba a los que beben o se drogan antes de conducir a trabajar 6 meses al Hospital de parapléjicos de Toledo. A esos ignorantes del mundo animal los ponía 6 meses a limpiar en un refugio de gatos y perros para que vean la vocación que hay que tener para dedicarle la vida a estas criaturas maravillosas.