Los vecinos restauran la iglesia parroquial de Galaroza
El patrimonio religioso suele estar afectado de falta de rehabilitación y cuidado. Son muchos los inmuebles y bienes muebles que precisan de atención y pocos los recursos disponibles, a pesar del esfuerzo de las instituciones públicas y privadas en su preservación. Por ello, resulta imprescindible la colaboración de todos en esta tarea, como así lo han entendido los vecinos de Galaroza.
Algunos de ellos han constituido la Comisión Parroquial y el Colectivo Pro-Restauración de la Parroquia, quienes han llevado a cabo labores de recuperación de espacios de la iglesia parroquial de la Purísima Concepción. Las tareas han contado con la colaboración del Ayuntamiento y han consistido en la limpieza de la torre de la Parroquia, una vez solicitados y concedidos los permisos pertinentes. Asimismo, se han repuesto las peanas de cerámica que adornan las esquinas de la torre y que hacía muchos años que habían desaparecido. En el exterior también se ha actuado retirando el nido de cigüeñas que hacía mucho daño tras la limpieza del campanario. Esta acción se ha llevado a cabo con todos los parabienes, tras la concesión del permiso medioambiental correspondiente. Se ha procedido también a la limpieza del techo de la torre.
Los trabajos han sido ejecutados por la empresa local Muñiz Valle y la confección de las peanas ha sido elaborada por el cachonero Moisés Muñiz y su empresa Sumiseran. En este proyecto de acondicionamiento está también incluida la restauración de las vidrieras de la parroquia. Los fondos necesarios para acometer esta iniciativa han sido obtenidos tras diversas actividades de este grupo vecinal, entre las cuales destaca la organización de la tómbola parroquial durante las fiestas del pueblo.
La Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción de Galaroza es uno de los templos más destacados de toda la comarca serrana. Edificado a partir del siglo XVI, cuenta con varias tipologías y períodos constructivos, como el que tuvo lugar para reparar los daños provocados por el terremoto de Lisboa en 1755.
En su interior cuenta con un magnífico ajuar religioso que incluye una casulla donada por Benito Arias Montano y un conjunto de retablos y tallas de gran calidad. El retablo mayor procede de la iglesia del convento de la Victoria de Estepa, y fue donado por Teresa Vázquez, viuda de Osborne, que cuenta con una calle a su nombre en los alrededores del templo. La comisión parroquial pretende continuar su labor para atender posibles necesidades de esta iglesia y de las cuestiones religiosas de Galaroza en general.
