Denuncia al Juan Ramón por no realizarle una prueba que detecte su tumor de estómago

Rafaela Cordero es una paciente con cáncer de estómago que ha denunciado al Servicio de Oncología del Hospital Juan Ramón Jiménez por negarse a hacerle una prueba con la que se supone que se detectaría el tamaño y el lugar del tumor. A esta mujer de 46 años que reside en Manzanilla le extirparon el 30 de junio los dos ovarios por una metástasis de un tumor en el estómago del que no está recibiendo tratamiento.

Según explica Cordero, "cuando me extirparon los ovarios y tuvimos los resultados de la biopsia, los médicos acordaron que había que tratarme con quimioterapia y después decidieron que no me la iban a poner porque era conveniente que el tumor engordara para detectarlo mejor".

El cáncer que padece Cordero es carcinoma de células en anillo de sello. Según el Instituto Nacional del Cáncer, este tipo de tumor es muy maligno y, por lo general, se encuentra en las células glandulares que recubren los órganos de la digestión. Se le llama en sello porque las células se parecen a anillos de sello cuando se observan bajo un microscopio.

Ante la gravedad del cáncer y la metástasis en los ovarios, Rafaela Cordero teme que se extienda por otros órganos al no recibir tratamiento. La preocupación le llevó a acudir a un médico privado, quien le aconsejó que se realizara la PET, una tomografía de emisión de positrones (en sus siglas en inglés), una técnica diagnóstica no invasiva que permite tomar imágenes del organismo del paciente mediante sustancias marcadas radioactivamente que se distribuyen por todo el organismo. Las células que presentan una mayor actividad metabólica (las células tumorales) captan en mayor medida esta sustancia y, al realizar la PET, se obtiene una imagen en donde se visualizan esas zonas hipercaptantes, según explica en su web la Clínica Universidad de Navarra.

La PET es la más novedosa de estas técnicas diagnósticas no invasivas introducida dentro del ámbito de la medicina nuclear. En Andalucía, se realiza en los hospitales Virgen del Rocío de Sevilla, y Virgen de las Nieves de Granada.

Con la recomendación de su médico privado, Rafaela Cordero pidió la realización de la PET en dos ocasiones, tanto en consulta como fuera de cita, a la oncóloga que la trata; e intentó, sin éxito, hablar con otros responsables del Servicio de Oncología del Hospital Juan Ramón Jiménez. Su médico se niega a realizarle la prueba argumentando que no es necesaria para su tipo de tumor.

Cordero sigue pensando que sí es necesaria para detectar un tumor maligno y tratarlo cuanto antes. Pero no tiene recursos económicos para costeársela por el sistema privado -la PET cuesta unos 1.000 euros-, por lo que ha decidido denunciar ante el Juzgado al Servicio de Oncología del Hospital Juan Ramón Jiménez. En su denuncia, explica que solicitó la PET y que en el hospital se negaron en dos ocasiones, después de que le realizaran un TAC (tomografía axial computarizada) en el que no le detectaron el tumor primario. También asegura que en la consulta privada le han dicho que "desde que tiene diagnosticado el cáncer le tenían que haber realizado esta prueba y que es inhumano lo que están haciendo con ella".

Por su parte, el Hospital señala que en todo momento se han seguido los protocolos asistenciales para su patología basados en las guías actualizadas de Sociedades Científicas Nacionales e Internacionales de Oncología.

Según el Hospital, "en este caso no está indicada la realizadión de PET, aspecto que el equipo médico de Oncología le ha explicado reiteradamente a la paciente y sus familiares". "La paciente ha acudido al servicio de Oncología del Hospital en numerosas ocasiones acompañada de distintos familiares y allegados y, a pesar de no tener cita médica, se les ha atendido en todo momento facilitándoles toda la información disponible al respecto", añade el Juan Ramón Jiménez.