martes. 07.05.2024
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Opinión

Matrícula de honor

La mala educación o falta de respeto no puede hacernos iguales, sobre todo, a los que pensamos que como nos enseñó Nelson Mandela:

"La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en una médica, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación".

El I.E.S Vázquez Díaz de Nerva se hace mayor. Por él han pasado muchas generaciones en sus 80 años de existencia y en sus aulas empecé a comprender que "la educación es lo que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela". No fui una alumna brillante pero nunca me importó, pues siempre tuve claro para qué me servía estudiar y qué importancia tenían las notas.

El pasado 25 de abril tuvo lugar una gala musical dirigida por el pianista, compositor y a la vez profesor del centro, Rafael Prado, en la que "cuentan" que se dieron cita numerosos artistas de la Cuenca Minera. Una gala diseñada como culmen de todas las actividades desarrolladas durante el último año con motivo del 80 aniversario del centro.

Tras la celebración de la misma la crítica empezó a suscitarse entre los vecinos y ex estudiantes que se preguntaban y hacían público a través de las redes sociales, cuál había sido el criterio de invitación a la conmemoración de los 80 años del I.E.S Vázquez Díaz.

Tras varios días de prudencia y consultas a los responsables de la organización del evento me entristece profundamente mantener la hipótesis que muchos nos planteábamos desde el principio. Tal y como me han ratificado desde la dirección del centro, el objetivo de la gala no era otro que "reforzar la imagen del centro" y para ello, tal y como aparecía en el cartel de convocatoria "queríamos reflejar a toda la comunidad educativa" con una discutible y triste, en mi opinión, discriminación en la selección del alumnado invitado. Y es que a tal evento acudieron Instituciones, Padres y Madres, a través de las AMPAS mas relevantes, profesorado y algunos vecinos que mostraron interés y consiguieron que se habilitara plazas de reserva. Pero en el caso del alumnado de los últimos veinte años "evidentemente sólo los mejores podían acudir". Por ello, aquellos que estudiamos en esas dos décadas y no obtuvimos Matrícula de Honor o alguna Mención Especial en nuestro expediente académico no teníamos derecho a estar en las quinielas de selección de invitados tal y como me ha confirmado la dirección del centro. Una decisión que por cierto tampoco fue tomada en conjunto por la comisión del Instituto de Enseñanza Secundaria, Vázquez Díaz de Nerva, sino que respondió al criterio único de su actual director.

Desde el máximo respeto quiero transmitir a aquellos que cada día ejercen y se atreven a enseñar: que nunca debemos dejar de aprender. Por ello, expreso en estas líneas mi más absoluto rechazo a la selección discriminatoria ejecutada por el director y permitida por la comunidad educativa, pues como ex alumna considero que tal falta de respeto tampoco es merecedora de una Matrícula de Honor.

"Donde hay educación no hay distinción de clases", Confucio.

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