La Utopía se hace Realidad
Llevo unos días sin sacar el folio en blanco para intentar masticar la indignación que tengo. Mientras Sevilla engalana sus balcones con retales morados y adornos dorados, mientras se apresuran a multar a todo aquel que yendo como cada día a trabajar al centro aparca ahora ya en "zona cofrade", mientras que el consumo compulsivo se frota las manos ante el estreno inquebrantable del traje para el Domingo de Ramos, mientras que la ignorancia se engulle con torrijas y se esnifa la hipocresía con incieso... mientras todo eso ocurre, en la Plaza Nueva, la plaza central de la capital de Andalucía ha habido familias durmiendo en sacos y comiendo de la improvisación de las organizaciones que les muestran su apoyo.
Tuve la oportunidad de concentrarme junto a ellos cuando el Alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido se tele-transportó de un edificio a otro, porque él no es de mucha calle, para dar una rueda de prensa en la que ponía en evidencia que la banca no puede salir perdiendo y mucho menos a costa del triunfo de la lucha por la dignidad.
Ya quedó demostrado con la 'ley antidesahucios' andaluza que al PP le produce urticaria aquello de "Ni gente sin casa, ni casa sin gente". Es curiosamente contradictorio y más aún en tiempos de crisis que las nuevas políticas habitacionales y urbanísticas, no estén encaminadas, y las que lo están son capadas, a ampliar el alcance del derecho a una vivienda digna olvidando establecer como prioridad real la situación de las personas más vulnerables y, sobre todo, haciendo la vista gorda a los actos especulativos y antisociales más graves acontecidos en esta joven democracia española.
Ahora que el bipartidismo se hace carantoñas patéticas para reformar la Constitución porque la independencia de Cataluña les ha vuelto de nuevo amantes. Ahora que tan en valor ponen nuestra Carta Magna, y presumen del artículo 135. Ahora cabe preguntarse, ¿Por qué no convierten nuestra Constitución en un techo para las personas más necesitadas?, si en el caso que nos aborda, señoras y señores no hace falta que esta democracia pintoresca se salte ninguna regla para atender a quien se ha quedado sin techo.
El gobierno andaluz tiene que favorecer el alojamiento transitorio de las personas que no pueda acceder a una vivienda protegida, según el artículo 20 de la Ley de Derecho a la Vivienda en Andalucía.
Y el Ayuntamiento de Sevilla puede adjudicar viviendas y alojamientos a unidades familiares en riesgo de exclusión social cuando se justifique su carácter de urgencia por sus servicios sociales, tal y como recoge el artículo 13 del Reglamento Regulador de los Registros Públicos Municipales de Demandantes de Vivienda protegida.
Y les destaco ese contexto legal porque los poderes públicos tienen que promover, porque así lo recoge nuestra Carta Magna, "las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación".
La Corrala de la Utopía, señoras y señores, no la desalojaron el pasado domingo porque el PP baile al son de la banca, ¡Qué va!. Desalojaron a esas familias que, como usted que lee estas líneas y yo tenemos Derecho a una Vivienda Digna. Y las desalojaron porque iban a conseguir que fruto de su movilización y su lucha por la dignidad el gobierno andaluz e Ibercaja llegaran a un acuerdo, propusieran una solución. Cómo iba a permitir, en esta ocasión Zoido, que las personas humildes demostraran que con la lucha 'Sí se Puede'. ¿Se imaginan lo que supondría otro Gamonal en Sevilla, y en plena Semana Santa?, ¿imaginan que los poderes neoliberales, los gobiernos comprados por los bancos tuvieran que aceptar que la reivindicación de esas familias terminase triunfando? Eso sí que es una utopía. Y por supuesto, una desvergüenza. Claro que esta vez la utopía se ha hecho realidad. Ya lo dijo Mandela "todo parece imposible hasta que se hace".