Gaza llora, la Humanidad calla
Hace apenas dos veranos viaje a Polonia y atravesé inquietante las puertas de Auschwitz. Durante los cinco años que duró la II Guerra Mundial, el campo de concentración de Auschwitz suscitaba terror entre la población de los países ocupados por los nazis. Allí en aquel inmenso espacio de vergüenza histórica perecieron ciudadanos de numerosos países, de diferentes convicciones políticas o religiosas, población civil, miembros de la Resistencia y prisioneros de guerra. Allí se experimentó el programa total de la población judía, y aún hoy cuando recuerdo su olor, su color y su estampa convertida en museo y abarrotada de escolares ataviados con mochilas y auriculares, aún hoy, dos años después se tambalea mi lógica humana.
Hoy he visto cómo un periodista de Al jazeera rompía a llorar sin consuelo mientras hacía su reconocidísima crónica desde Gaza y hoy recojo su quebranto y saco mis armas, mis letras, para romper este silencio capitalista, mediático y miserable que nos mantiene como meros espectadores de un auténtico genocidio al pueblo palestino.
Gaza grita, y la Humanidad calla. Gaza juega en la playa e Israel la asesina, Gaza se cura en los hospitales e Israel la remata, Gaza sigue yendo a la escuela e Israel ataca sus cimientos. Israel ha provocado mas de 1.000.000 victimas en Gaza entre, asesinados heridos, desplazados a ninguna parte.¿A qué espera la ONU? Su silencio y su análisis de que Israel “podría”, a lo mejor, estar cometiendo crímenes de guerra son una falta de respeto hacia la Humanidad. Bombardear civiles y hospitales, asesinar a niños en la playa son sin duda alguna miserables crímenes de guerra.
Pero al pueblo israelí, a los Sionistas, no les importa que el mundo entero esté odiando sus crímenes mientras la mayoría de la prensa los silencie. De hecho tiene a países como Francia haciéndoles mucho mas, prohibiendo las manifestaciones en apoyo al pueblo palestino. O como los Estados Unidos de América cuyo presidente, Obama, le limpia el polvo a su “estatuílla” de Premio Nobel de la Paz mientras aumentan las cifras de inocentes muertos. Igual es que con el galardón iba un manual de cómo sucumbir al horror y la barbarie.
Israel lleva 66 años cometiendo crímenes de guerra. Utilizando Gaza como una cremallera humana que va cerrando sin pudor.
Me derrumbo al imaginar a qué saben las lágrimas de mi compañero de Al jazeera. Me derrumbo al imaginar que el olor de Gaza se parezca al que me marcó en mi visita a Auschwitz. Me derrumbo porque me cuesta entender cómo el pueblo judío quiere acabar con su pueblo hermano después de sufrir su propio genocidio. Me derrumbo porque mientras Gaza grita, la Humanidad calla.