¿Por qué tan mal trato a los MIR´s?

Hace cinco años ante la Organización Médica Colegial (OMC) en Madrid se presentó un estudio realizado a cerca de 300 Médicos Internos Residentes (MIR) catalanes en el que se afirmaba que sufren hasta tres veces más problemas psicológicos motivados por su situación laboral que el resto de personas de su edad (entre 24 y 34 años).

Asimismo, de los MIR encuestados, el 72 por ciento confesó recurrir a la automedicación cuando sufre algún trastorno (el 7,3% se auto-receta antidepresivos), casi la mitad (46%) no acude a la consulta de Atención Primaria, el 28 por ciento fuma, y cerca del 40 por ciento no practica ejercicio físico con regularidad. "Estos datos son extrapolables al resto de España", aseguró el doctor Collazos, del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Vall d'Hebron de Barcelona.

El periodo de formación del MIR conlleva un fuerte estrés adaptativo para el/la joven médico/a, que después de los seis años de facultad, uno o varios años de preparación del examen para optar a una plaza de MIR, muy superior en temas a preparar que cualquier examen de oposición en otra área de conocimiento,”… tiene que enfrentarse a la realidad asistencial y lidiar con la competitividad de sus compañeros, el miedo a cometer errores por su inexperiencia o la falta de reconocimiento por parte de su tutor", en palabras del Dr. Collazos.

El MIR en su fase de cuatro o cinco años de ejercer la medicina en condiciones desfavorables con sueldos irrisorios al compararlos con la mayoría de profesiones, debería someterse a un examen psicológico no sólo a su entrada, sino también al año y a los tres años de su residencia para detectar posibles trastornos en su salud mental. También es importante destacar lo que afirma el citado Doctor, “….la falta de sueño, el aislamiento del MIR, el desgaste asistencial o la incertidumbre ante la salida profesional”.

Podemos comprobar como el gran esfuerzo mental al que se les somete a los MIR cada día, está deteriorando todo aquello que inicialmente les indujo a ejercer una de las más “bonitas profesiones”. Se le exige la nota más alta en Selectividad para optar a una plaza en la Universidad, y a ellos/as los más brillantes se les castiga con una dura oposición si quieren trabajar, y a las cuatro años a empezar de nuevo. De esta manera, al no tener un futuro asegurado podemos encontrar en los exámenes MIR a chicas/os que cada periodo cuatrianual se deben preparar otro nuevo examen para poder trabajar aquí en España. El mal trato dado obliga a salir fuera de nuestras fronteras a médicos/as brillantes en busca de un porvenir que se les viene negando desde décadas, y en la actualidad más. ¿Por qué no se hace lo mismo con otras profesiones?

¿No sería bueno que a la clase política-no sé porque hay que aceptar que es una clase aparte- se le exigiera una preparación estilo MIR? Si así fuera no superaría el listón el noventa y cinco por ciento de sus señorías. Desgraciadamente el futuro de una profesión, la de médico, está en manos de una decisión coherente y política que la dignifique: ¿será posible que algún día la razón y sensatez nos gobierne?