viernes. 26.04.2024
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Planilandia y la política española actual

Planilandia y la política española actual

El escritor, teólogo y matemático Edwin Abbott nacido en Londres el 20 de diciembre de 1838 es conocido por ser el autor de la sátira matemática escrita en el año 1884, “Flatland, romance of many dimensions” (Planilandia, una novela de muchas dimensiones): cuenta las aventuras de un cuadrado en Lineland y Spaceland en el que aparte de popularizar las nociones de geometría en varias dimensiones, es un libro en el que con ironía y sarcasmo inteligente nos muestra los valores sociales, morales y religiosos del periodo victoriano.

Leyendo la novela podemos llegar al absurdo de la jerarquización de la sociedad a través de las dimensiones del universo y de cómo un ser (representado como una esfera), de dimensión tres, entra en el Universo de Planilandia para abrirle los ojos al protagonista que es otro ser (representado por un cuadrado).

Planilandia es un mundo, un universo de dos dimensiones dónde todos sus habitantes son polígonos aunque Abbott los dota de emociones de cualquier persona: están humanizados. Con esta humanización y la presentación de un visitante que proviene de otro universo de tres dimensiones, el autor consigue adentrar al lector en un mundo bidimensional, y de cómo la sociedad, esta sociedad inventada, se niega a aceptar las posibilidades de existencia del mundo, presentado por el nuevo ser (tridimensional), que no puede ser el suyo y de cómo se hará lo posible por mantener las creencias estancadas en lo que creen la “realidad actual”, sin ni siquiera parar a plantearse de que hubiera algo más allá…

Es esto lo que está sucediendo en España:

¿Ven nuestros representantes políticos algún horizonte claro algo más allá de sus intereses particulares, es decir, sus ombligos?

¿No se mueven los partidos españoles, PP, PSOE, IU, PNV, ERC,…y los de nuevo cuño, PODEMOS y CIUDADANOS, de la misma manera que los habitantes de Planilandia, aunque la sátira fue concebida en época pasada?

¿No es un mimetismo de la época victoriana: política de bajo nivel, del engaño al ciudadano, secretismo en los diseños de programas para actuar de manera diferentes cuándo se consiguen cuotas de poder, ocultación de parte o toda información que ponen en solfa el status quo de la política?

¿Marcada división en los diferentes estatus de la sociedad española?

¿Posición marginal de la mujer dentro de la estructura social, todavía?

¿Anhelo de la perfección individual, necesaria para el acoplamiento de la vida colectiva de la sociedad española?

….

Es curioso cuándo al leer la obra de Abbott, la situación descrita es la que se da casi 135 años después: política española fragmentada, au revoir al bipartidismo. Recomiendo la lectura del texto que puede descargarse en la dirección de Internet:
http://mimosa.pntic.mec.es/jgomez53/docencia/abbott-planilandia.pdf y poder fijar nuestra atención en el personaje de la esfera, habitante de una dimensión superior, para entender como explica al cuadrado lo que es vivir en un país de tres dimensiones, intento inteligente y que hoy, en la política actual española es cosa poco probable que mediante la palabra se le haga comprender al cuadrado el concepto de dirección, arriba y abajo, algo que este ser, aunque inteligente en el mundo de Planilandia, no puede entender ni asimilar. Leyendo la obra actualmente, aunque consciente del tiempo transcurrido de su primera edición, no hay ni el más mínimo signo de envejecimiento, se mantiene viva, como siempre, ”…parece que se escribiera ayer, y se verá como toda gran obra, es un desafío al tirano tiempo….”(B. Hoffmann).

Coincido con Balboa et als, en su ensayo, “Planilandia: perspectivas desde la teoría social post-estructural”, cuándo afirman.”… Planilandia nos permite reflexionar sobre la época actual, en la que la empresa científica constantemente revoluciona los conocimientos que posteriormente se difunden globalmente a la población, y que entre estos conocimientos se encuentran visiones específicas sobre la naturaleza del universo en el cual habitamos. Así como el litigante cuadrado que nos guió por su mundo y vio sacudida su concepción del universo, no está de más señalar que nosotros hemos experimentado y seguramente seguiremos experimentado cambios en nuestro conocimiento cosmológico”.

Ahora, en estos días, a finales de diciembre de 2015 y primeros de enero de 2016, los partidos con “capacidad de formar gobierno” se van a encontrar que el diálogo entre el cuadrado y la esfera (¿con cuántos cuadrados, y quién será la esfera?) que se nos antoja interesante, recuerda fehacientemente a un proceso de coaching, en el que la esfera intente un cambio de observador:

¿Pedro Sánchez?, ¿Albert Rivera?, ¿Pablo Iglesias? ¿Se moverá bien la esfera cuándo se tenga que proyectar en los espacios bidimensionales?

En definitiva, ¿lo mejor? o ¿lo peor? para la sociedad española es que todos podemos volvernos ciegos en cualquier ámbito de nuestra vida personal o laboral, evidentemente no hay que excluir a la mal denominada clase política.

Un buen político, o al menos que se precie, debe conseguir como un buen coach que miremos la realidad con nuevos ojos, que nos permita salir de nuestra área de holgura y de bienestar y entremos en territorios desconocidos que pudieran ser beneficiosos.

¡Ojalá!

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