La supuesta acosadora de Coria del Río, un caso novelesco
Todo el mundo tiene derecho a la presunción de inocencia y la historia de Sheila, la joven de 21 años que supuestamente encerró a un hombre en una habitación de su casa para obligarle a tener sexo , suena rocambokesco .
Acaso en sus relaciones íntimas , ambos o alguno de los dos , lo han pactado por morbo La denuncia interpuesta por el hombre, casado y con pareja, puede ser la cobardía de ocultar su infidelidad y de cabeza de turco Sheila.
Es curioso que después del encierro haya vuelto a verla , según afirman allegados . Esta tendencia social de acribillar a cualquier persona eligiendo víctima y verdugo al azar es dañina. Parece que todos son psicólogos y psiquiatras que afirman esta joven no tolera el abandono y obliga a quererla a la fuerza .
Puede se retire la denuncia o haya juicio pero no juguemos con que vimos lo que no hemos visto. Es normal una joven alegre de 21 años quiera encontrar el amor y se divierta aunque no acierte en la persona elegida , conocedora o no conocedora de su vida.
El hecho de ir a Firs Dates a buscar pareja no denota ningún problema. Tiene mucha vida por vivir . No es la primera vez que un hombre dice su matrimonio está acabado y es cono una rueda de molino que en cualquier momento se para y así la conquista de la presa es más fácil.
Se habla de secuestro palabra mayor pero poco después se fue a su casa . Es evidente los jóvenes son impulsivos y desean el aquí y ahora pero no merecen el ataque de una sociedad que quiere convertirse en juez sin serlo y haciendo ver a una joven como la psicópata de las películas. Dejemos vía libre a la investigación y la verdad dentro del marco judicial.