UN RECUERDO A LAS VICTIMAS DE LA DANA EN VALENCIA
Un año después de la tragedia de las inundaciones en Valencia, donde las pérdidas materiales fueron innumerables, lo peor fueron las pérdidas humanas, irrecuperables, un duelo que aún sigue ahí.
Tanta fue la ineficacia de autoridades que no les importa no haber tenido otras infraestructuras que hubieran evitado lo no deseado de una realidad llena de asfixia y desesperación. Como siempre, las Fuerzas Armadas y la labor solidaria de muchos corazones llenos de amor y hermandad que empatizaron y tendieron su mano amiga. Se colocaron sus botas y con cualquier arma útil que hubiese sacaron lodo y escombros. Y abrazaron con esa terapia psicológica, ¡que energía que es el abrazo!, el decir: "estoy aquí contigo".
Mantengamos la fe y la esperanza. Las ayudas prometidas no llegan y todo son promesas para conseguir el voto en elecciones, y preocuparse del bienestar propio y no de los que dicen gobernar. La corrupción domina esta sociedad donde parece que los errores solo están en la mente de otros. Arrepentimiento cero. Eso sí, minutos de silencio y misma apariencia.
Valencia sigue apenada y crispada, y necesita las ayudas prometidas. Estén con ellos de verdad y con obras. Les recordamos a tantos que las malas actuaciones sesgaron su vida y dejaron hogares destruidos.
Estamos con vosotros, valencianos, hoy y siempre, y no con actos impuestos subo con alma u corazón sin fingimientos y de verdad.