Álvaro Prieto, víctima de errores de todo un sistema
La autopsia preliminar del cuerpo de Álvaro Prieto poco dice porque hay que esperar a la definitiva dentro de dos meses. No limitarse a un simple accidente y lavarse las manos .
No se pueden eludir responsabilidades... y con tristeza Álvaro ya no está para confirmar o desmentir afirmaciones o actuaciones .
No sabemos de qué forma Seguridad le invitó a salir del vagón al no tener billete. Absurda la idea de darle un cargador porque no todos valen para los mismos teléfonos. Teniendo billete del tren anterior se podía haber sustituido o simplemente dejarle un teléfono para hacer una llamada .
Por empatía y humanidad. Si yo estuviese allí le dejaba mi teléfono y le pagaba un billete . La vida de este joven valía más que un billete de tren.
No entendible si la actuación policial se centra dentro del área de Santa Justa debió inspeccionar milímetro a milímetro toda Santa Justa incluyendo los trenes parados. Los perros policía no necesitan ver porque olfatean. Dicen no hubiesen visto el cuerpo en ese espacio entre vagones y que el reportero lo vio al estar en movimiento.
La verdad es que no ha sido el rigor deseado. Tremendo que se describa a Álvaro como un chico alocado saltando de vagón en vagón y obsesionado con viajar sin billete .
No hay intervención de terceras personas dice la autopsia. Directamente porque indirectamente parece huir de algo o de alguien. Decían con seguridad que saltó del puente al techo del tren parado. Ahora se demuestra que el puente estaba lejano a ese tren .
Me recuerda el caso del menor de Pizarra donde todo estaba claro y un accidente pero nada está claro todavía y se plantean otras vías.
Los psicólogos que sabemos de intervención en catástrofes y emergencias y vivimos el accidente del tren Alvia sabemos que hay tres momentos . El primero es saber si el familiar va en ese tren. El segundo y más agónico y difícil es saber si está vivo o muerto y que no debe durar mucho porque la angustia familiar alcanza limites de angustia de gran magnitud. Por eso la afirmación en televisión del psiquiatra forense Miguel Gaona demuestra una falta de empatía bestial afirmando que aunque la Policía lo hallase cuatro días antes estaría muerto.
Ha olvidado de un plumazo el dolor de la incertidumbre. Luego la tercera etapa es el reconocimiento del cadáver y debe ser el miembro más fuerte de la familia. Se puede producir síncopes, ataques de pánico ……
No existe la verdad absoluta y menos a priori. Por ello una investigación exhaustiva y exigir responsabilidades por la muerte de un joven bueno , familiar , religioso , universitario y futbolista canterano del Córdoba.
Mi abrazo y empatía con la familia y con la única víctima que es Alvaro Prieto. Hemos llorado sin conocerte porque nos hemos puesto en tu piel.