martes. 23.04.2024
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Opinión

¡Salvemos Doñana!

El ex Coordinador de IU, Pedro Jiménez, advierte de la repercusión negativa que la proposición de ley de PP y VOX sobre Doñana tendrá en los mercados europeos, los frutos rojos de la comarca y de toda la provincia.

Con la cara dura que caracteriza a los dirigentes del PP viene Núñez Feijóo a Huelva a reclamar que se deje tranquila a Doñana.

En realidad lo que Feijóo reclama es que se deje tranquilo al bueno de JuanMa y que aceptemos que el Parque Nacional se muera por las decisiones de un Moreno Bonilla que actúa en clave electoral de la mano de sus cómplices de Vox.

La sobreexplotación del poco agua disponible, amenaza de muerte al Acuífero 27 que abastece de agua a Doñana y con ello al Parque Nacional, auténtica joya de Huelva y Andalucía, en España y en Europa.

Lo aprobado en el Parlamento Andaluz por la derecha y la ultraderecha es, en términos taurinos, un rejón de muerte para Doñana.

La legalización de los pozos y extracciones ilegales, y la modificación de terrenos de secano, por terrenos de regadío, supone ceder a las pretensiones y presiones de un sector del empresariado agrícola, que siempre ha antepuesto sus intereses económicos particulares, al interés general.

Aprobar la sustitución de aguas subterráneas, como se dice, por aguas superficiales, junto a las anteriores medidas, para justificar el disparate aprobado por PP y VOX en el Parlamento de Andalucía, no sólo supone un disparate desde el punto medioambiental. Supone también ir en contra de la posición del Gobierno de España y de la Unión Europea.

Supone, por último, un engaño para esos agricultores que no van a ver cubiertas sus expectativas con las medidas aprobadas.

En todo esto además, ni el Gobierno Andaluz, ni ese sector de los agricultores que se piensan beneficiar, parecen haber tenido en cuenta la repercusión negativa que tendrán en los mercados europeos, los frutos rojos de la comarca y de toda la provincia, cuando la Unión Europea comience  a aplicar sanciones por infligir las normativas comunitarias de protección del Parque.

En esta tesitura habrá que reclamarle al PSOE firmeza y una posición clara en la defensa de Doñana.

Algo que nunca tuvo.

A quienes peinamos canas, no se nos olvida, de qué lado estuvo siempre Felipe González y el PSOE cuando gobernaba en relación a Doñana.

En primer lugar, con el proyecto urbanístico de Costa Doñana. Paralizado gracias a la gran movilización social de todo el movimiento ecologista, ciudadano y de Izquierda Unida de Almonte, El Condado, Huelva y Andalucía.

En segundo lugar, con las extracciones de gas que se realizan en El Parque. Extracciones de la empresa Gas Natural, que paga a Felipe González casi 150.000 euros anuales por formar parte de su Consejo de Administración y ejercer de lobby ante las autoridades españolas y europeas, además de ante su propio partido.

Llegados a este punto, ya no caben medias tintas con Doñana, ni ponerse de perfil. Sólo cabe el rechazo frontal y firme del Gobierno Central y los partidos que lo sustentan. Así como el recurso a todas las medidas legales en España y en la Unión Europea para detener este desatino.

Hay que señalar a Pilar Miranda, a Moreno Bonilla y a Núñez Feijóo como máximos responsables de acabar con Doñana y con la imagen de Huelva por un puñado de votos.

Porque Doñana es Huelva en el Mundo.

Doñana nuevamente está en peligro y nuevamente tendremos que salir a la calle y gritar con fuerza

¡Salvemos Doñana!!

Y que la esperanza Huelva.