viernes. 19.04.2024
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Opinión

Libre contrato con el lector

Libre contrato con el lector

Como algunos saben me considero un lector; es decir, una persona que intenta aprender día a día posando los ojos de forma contumaz por las páginas de los libros, de los periódicos y, en las últimas décadas, por soportes telemáticos que transportan instrumentos cognitivos que permiten que nos posicionemos ante los problemas que afectan al ser humano tanto de forma individual como colectiva.

Hoy ha nacido un nuevo portal, éste en que me lee, que permitirá a sus promotores dar una visión del mundo diferente. Otra. Por ahora ni mejor ni peor que las existentes. Pero lo que sí es cierto es que no restará, adicionará.

Me han pedido que escriba en él y lo haré teniendo como única barrera la conciencia y honor personales. Por tanto, para dejarlo claro desde el principio y como compromiso tanto con el lector como con los editores: el que firma es el único responsable de lo que aquí se dice o se omite, en su caso. Y punto. A estas alturas de la vida las imposiciones vengan de donde vengan me resbalan.

A partir de ahora, mi blog personal (dedicado prácticamente a temas literarios o de cultura en general) estará enlazado a este periódico: https://www.diariodehuelva.es/ y, además, escribiré columnas sobre otras cuestiones que en cada momento puedan parecerme del interés de los lectores.

En un mundo tan confuso como el que vivimos en Occidente hoy, con una merma de derechos que está dejando en cueros a las Constituciones así como a las leyes que desarrollaron países prósperos, modernos, con personas formadas y capacitadas para afrontar los retos futuros..., el último quinquenio nos ha traído para desgracia de los de siempre, un brutal y orquestado surgimiento del liberalismo mas irracional, ese que sólo tiene en cuenta el individualismo más atroz y que permite, en base a postulados antidemocráticos, poner al Capital por encima de los derechos inalienables de los ciudadanos.

Las nuevas consigas neoliberales impuestas por los que mueven los hilos a la sombra de la codicia y el oscurantismo (económico, político, religioso...), y que no fueron elegidos democráticamente en elecciones alguna sino que amasaron su poder a través de la extorsión, la compra, la exclusión, el uso de la fuerza, son las que están tocando la orquesta que suena en nuestros oídos.

Y esto sólo se arregla con más democracia, con más libertad, con más justicia, con más vergüenza, y, aunque muchos no lo entiendan, con más política, con mucha más política participativa de la que hay en estos momentos.

De eso y de otras muchas cosas hablaremos. No vemos por aquí, por nuestro periódico digital.

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