Mentiras mal explicadas

Una persona miente cuando no dice la verdad. Eso por lo menos era cierto hasta hace unos días, cuando desde Barcelona nos han apuntado que ese déficit de verdad lo que realmente es una explicación mal realizada. Vamos, que si tú inviertes equis millones de euros en algo pero al final se demuestra que esa cantidad original se ha incrementado en algo más del 50%, no estás mintiendo, simplemente no te has sabido explicar. Ya les falta tiempo a los de la Real Academia para cambiar el significado de la susodicha palabra.

En Barcelona, algunos personajes, periodistas incluidos, se deben creer que somos idiotas, o al menos que lo sean los socios del principal club de la ciudad, ya que esta distracción dineraria en el contrato de su jugador Neymar (que ha costado la dimisión del principal impulsor del mismo y a la par presidente democráticamente elegido por su masa social) es un lapsus que se soluciona con una simple explicación. Curiosamente, quien ha dado las explicaciones no ha sido el que se ha ido por la puerta de atrás, si no el recién llegado, que también sabe lo suyo pues su firma figura en la cantidad de contratos confidenciales que alcanzan al jugador y a su bien remunerado padre.

Ahora bien, con el beneplácito de los periodistas catalanes, me pregunto: si el desfase monetario no es una mentira dado que se han dado las oportunas explicaciones, entonces el que no dio esas explicaciones (el dimitido presidente) ¿ha mentido? Según la doctrina catalana, la pregunta tiene fácil respuesta. Ahora bien, qué pasaría si desde Barcelona consideran al leer este artículo que todo es mentira. Está claro, la culpa siempre la tendrán ellos, ya que o no se han enterado bien de este embrollo o en su defecto un servidor no ha sabido explicarse. Para que se me entienda en Cataluña: Mentir jo, mai.