jueves. 25.04.2024
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Opinión

La república bananera de Catalonia

La república bananera de Catalonia

El circo ya se ha ido de la ciudad, aunque parece que una representación del mismo se va a quedar unos días para saber qué se hace con las urnas de cartón y cuadrar las cuentas de coste de este desaguisado. El president Mas ya ha tenido su momento de gloria (más bien de ridículo para los demás) y tendrá que esperar a las consecuencias legales del mismo. Ya se ha pasado el ansiado 9-N y Cataluña sigue siendo parte de España. Aún sin tener muy en cuenta el resultado de la pantomima, al no contar con garantías legales de la seguridad del voto, ya que no existía censo, ni representantes populares mas allá de los propios de los convocantes, los resultados finales dan cuenta de que dos terceras partes de los catalanes con posibilidades (que no con derecho) a este voto ilegal han pasado de la propuesta de Mas. Es decir, o no se fían del mismo o no quieren saber nada de una Cataluña independiente. Un fracaso a todas luces que era de esperar, de ahí que no haya hecho falta parar a la fuerza el delito que supone desobedecer a la más alta instancia judicial.
Mas sigue, no obstante, con el paripé y amenaza con la convocatoria de unas elecciones plebiscitarias. Nada nuevo, con la diferencia de que en esta ocasión sí que sería una consulta legal, en una batalla electoral de todos contra los, para los independentistas, anticatalanes (léase PP, UPyD, Ciutadans…).
Da miedo (o risa, según se mire) imaginarse a una Cataluña independiente con Mas como presidente. Habría que remitirse a una república bananera en la que la ley tiene escaso valor, a no ser que sea para beneplácito del amigo del alma de Jordi Pujol. Mas ha demostrado que los intereses de Cataluña son más los suyos que los del pueblo a los que se debe. Vive en una nube, a sabiendas que tarde o temprano se caerá de ella, y ve a España (de la que Cataluña es parte importante de ella) como a su enemiga, cuando realmente quien le acabará dando la patada en el culo será su compañero en las plebiscitarias Oriol Junqueras. Y entonces puede que todo se haga de forma legal. Paradojas del destino.

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