jueves. 28.03.2024
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Opinión

El PSOE tiene un problema

El PSOE tiene un problema

A los socialistas les falta un líder claro. Pedro Sánchez no deja de ser una mala copia de Zapatero, y ya vimos como salió el original. Eso sí gobernó siete años, ¡pero qué siete años!: los más nefastos de la reciente etapa democrática. Sánchez es muy dado a palabras grandilocuentes, descalificaciones, chascarrillos, chistes baratos, pero poco más. En el Debate del Estado de la Nación tuvo su oportunidad pero la desaprovechó. No aportó nada como alternativa de Gobierno. Para esto bastaba con Rubalcaba. Este nuevo, si se pretende que sea nuevo, PSOE tiene que tener ideas originales, personalidad, atacar dando soluciones, pues para seguir como estamos ya tenemos al PP, que, a diferencia de los socialistas, suelen guardar mejor su nicho de votos.

El PSOE tiene el problema añadido de que se le pueden ir los votos hacia las otras izquierdas, a la vez que con este discurso difícil es que recuperen muchos de los que se fueron por el desagüe en las últimas elecciones generales. Con este panorama y con el horizonte en la barrera de los cien diputados (mayor sangría aún), hay que apelar al mensaje clarificador: contar a la ciudadanía el verdadero modelo de Estado que quieren, qué España es la necesaria, y dejarse de mirar a derecha e izquierda, centrándose en lo que creen de verdad. Es un volver al 82, creando ilusión a la gente, pero sin falsear los datos macroeconómicos, que son los que son y además bastante favorables.

Con estos moldes, debe centrarse y olvidarse de que en momentos puntuales tenga al enemigo en casa, pero ese es otro cantar. El PSOE si quiere ser alternativa de gobierno lo ha de demostrar. Dejen que las autonómicas y las municipales las manejen sus propios candidatos y expliquen de una vez que unas elecciones no tienen nada que ver con las otras. España se gobierna ganando las elecciones generales, no con las sumas de alcaldes y presidentes de gobiernos autonómicos, elecciones estas últimas que repercuten sólo sobre los ciudadanos que viven en ellas, simplemente eso. Por ejemplo, la batalla de Madrid no es despojar del poder al alcalde y al presidente regional del PP. La única batalla que ha de interesar a Sánchez o a quien sea el cabeza de cartel socialista en las generales es la Moncloa. Téngalo claro, esa debe de ser la meta del PSOE, de la que ahora mismo está muy, pero que muy distante. Tiempo hay, pero no para desaprovecharlo como se hizo hace unos días. Y sepan de una vez que su mayor enemigo no es el PP, sino los que vienen por detrás intentando adueñarse de sus pocas ideas y engañando a los descontentos de este país con que ellos han hallado el Santo Grial. Desenmascaren a estos trileros de la política y tendrán mucho camino ganado.

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