miércoles. 08.05.2024
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Opinión

Cultura, ¿quién eres tú?

Cultura, ¿quién eres tú?

Es un tema manido. Siempre que no hay nada que decir se utiliza a la cultura como arma arrojadiza para quejarse de lo maltratada que está por los gobiernos de turno. Es como con el teatro, que desde hace treinta años se manifiesta en crisis. ¿Pero a qué cultura se refieren?
Hace unos días escuché a un actor quejándose del poco apoyo que recibe el cine y el teatro y del "daño irreparable que ello supone para la cultura de este país". El joven actor, muy mediático él, daba cuenta de la cantidad de compañeros que han tenido que entrar en la producción de algunas obras para que pudieran salir adelante, del dinero que han tenido que aportar y de que hay que tener mucha vocación para seguir actuando sobre la tablas. Todo muy loable, pero lo que se le olvidó al personaje en cuestión es destacar que el cine y el teatro son también, o sobre todo, un negocio. Nadie hace películas o pone en escena una obra teatral si desde un principio sabe que va a ser un fracaso comercial. Y habría que recordarle a este actor que, como en todo, hay películas y obras que son de calidad y otras, sobre todo en el capítulo de las primeras, que dejan mucho que desear. Al final el que decide es el espectador, que asume el 'caro' riesgo de gastarse un dinero y no quedar al final satisfecho. ¿Le hablamos, entonces, del daño irreparable que ello supone para la cultura de este país?
El daño irreparable para la cultura de este país es el creerse partícipe de ella sin hacer nada para merecerlo. Un escritor de los de siempre daba cuenta hace unas semanas de lo injusto que fue ver en la pasada Feria del Libro de Madrid a un compañero de los de verdad firmando libros 'en familia' en su caseta mientras dos grandes colas de 'admiradores' esperaban turno para la firma de sendos libros de dos personajes de la telebasura. ¿Lo consideramos también cultura?
Seamos más serios, por favor. La cultura en este país, como en el resto del universo, es otra cosa bien distinta. Si hay una cosa que trajo la transición fue mucha y buena cultura, acercando a la ciudadanía lo que muchos tuvimos que buscar fuera de nuestras fronteras durante largo tiempo. Y no se fíen nunca de los que, sin preguntarles, les dicen que leen tanto, les intentan explicar la verdadera intención de esta película u obra de teatro y quieren recomendarles a toda costa tal o cual exposición. Una tarde de Internet hace 'especialista' a cualquiera.

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