¡Cuidado con los sindicatos!

Los trabajadores de Ence en Huelva se han visto de la noche a la mañana en la calle ante la decisión de la dirección de la empresa del cese de actividad. Un Ere para 294 trabajadores a la espera del plan de recolocación. Ahora esperan largas horas de negociación en las que el trabajador debe tomar las riendas de la misma y no dejarlo todo en manos de los sindicatos, que ya sabemos como se las gastan. Ahora, al ser la que cae una empresa histórica de Huelva y de gran trascendencia social veremos como los partidos políticos y las instituciones intentarán sacar pecho y hacerse la foto. Prometerán el oro y el moro e intentarán alargar todo esto lo que se pueda para sacar la máxima rentabilidad política. Poco les importarán los 294 trabajadores, pues saben que gran parte de ellos puede que queden satisfechos con el resultado final. La Junta sacará su ´libro de estilo' de resolución de conflictos y el resto del arco político tirará con bala ante las propuestas de unos y otros. Mientras tanto, los sindicatos negociarán con la empresa la forma de arreglar esto. En resumen, para unos y otros no deja de ser un conflicto más.
Lo que de verdad puede ser preocupante es la forma en la que los trabajadores afronten este drama laboral. Tienen que ser conscientes de que son ellos los que deben tomar las riendas del conflicto, no fiándose en exceso de lo que digan la empresa y los sindicatos de turno. Al fin y al cabo los que se están jugando los cuartos tienen nombre y apellidos. Y digo esto porque la crisis nos ha enseñado que los tres millones de parados que se han quedado en el camino en estos últimos siete años también contaron con la ayuda de los sindicatos, que acabaron siendo cómplices de la mayor destrucción de empleo que ha tenido este país en su larga historia de conflictos laborales. Que no se olviden los 294 trabajadores de Celulosa que mientras tengan trabajo UGT y CC OO les harán caso, pero en el momento que pierdan el empleo, lo único que les importará será pasarles la minuta por los servicios prestados. No se confíen y luchen por lo que consideren suyo. Y no pierdan nunca la dignidad, ya que al fin y al cabo es lo único que no les pueden arrebatar.