viernes. 19.04.2024
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Ascenso ciudadano: Ahora creen que somos gilipollas

Ascenso ciudadano: Ahora creen que somos gilipollas

Van pasando las elecciones y los políticos ya no es que piensen que el conjunto del electorado esté formado por una masa de hombres/mujeres tontos. Pasan los meses y a tenor por sus declaraciones ya nos han ascendido a gilipollas. Da igual el signo político de cada uno, a la hora de intentar alcanzar el poder todos son iguales: impresentables. Me explico.

Este fin de semana en la convención del PP el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se ha mirado en el espejo que demandaba para su jefe Rajoy y ha solicitado al partido que limite los mandatos de sus dirigentes hasta un máximo de ocho años. Y lo dice quien acaba de tomar de nuevo las riendas de la Comunidad para acabar sumando, desde 2001, más de tres lustros apoltronado en el poder. ¿Por qué no ha dejado el paso a otro? Palabras, sólo palabras.
Más. El ‘Mesías’ de Podemos, Pablo Iglesias, hace suyas las primarias del partido, no acepta la contestación de los críticos de la formación morada y aferrado a sus propios estatutos avanza que quien no esté de acuerdo con sus pretensiones que consiga los miles de firmas suficientes para poder pararle. Democracia pura al estilo venezolano. Bien por la nueva casta.

Seguimos. El autoproclamado candidato del PSOE a las elecciones generales de fin de año, Pedro Sánchez, ya tiene el camino allanado hacia La Moncloa al decir a los suyos que para qué vamos a perder el tiempo en elecciones internas (primarias) cuando el más listo, el más guapo y el más deseado por todos es él mismo. Nadie le tose y ya tenemos preparado el cartel. Socialismo de cartera.

Todavía hay más. La hasta hace unas horas líder de UPyD, Rosa Díez, deja el bastón de mando a su segundo de a bordo, que es elegido en un congreso extraordinario, y en su despedida pide perdón a todos a quienes haya podido hacer algún tipo de daño. Típico postureo político para quedar bien, cuando lo deseable hubiera sido aceptar en su día las propuestas que se le hicieron desde la formación política y no acabar con su cerrazón hundiendo al partido (electores dixerunt).

Estos y otros muchos casos hacen ver que a la hora de la verdad todos se comportan como pequeños dictadores cuando de proteger su puesto se refiere. No aceptan que nadie les incomode. Política pura y dura. Y es que hay mucho dinero en juego. Entonces, ¿quiénes mejor que ellos para poder administrarlo a su antojo?

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