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2014: Un año perdido en Huelva

2014: Un año perdido en Huelva

Decía en mi primer artículo en esta misma sección en enero de 2014: Todo el mundo no para de hablar de lo que deparará el 2014, siendo buenos o malos los pronósticos según el cristal en el que se mire. A mi particularmente lo que me apetece es que se hable de Huelva y que se sepa qué es lo que nuestros políticos tienen pensado para Ella. Difícil papeleta, pero ya que nos adentramos en año preelectoral, bueno sería saber qué tienen en mente PP, PSOE, e incluso IU (ya que puede ser llave de gobierno en la capital y la provincia). Aunque, claro, mal me lo fiais cuando sólo sabemos que el único candidato fiable es el de siempre, que ya va para dos décadas al frente del Ayuntamiento. Y digo fiable al no haber nadie que le tosa en el partido, y menos en la Casa Consistorial.

Ha pasado un año y lo suscribo completamente, con la excepción de la irrupción de Podemos, que ha metido en un lío a sus adversarios de la izquierda, PSOE e IU, aunque anuncia que no se presentará a las elecciones locales.

Seguía diciendo en ese mismo artículo de enero de 2014: Así las cosas, bueno sería que se pusieran manos a la obra y comenzaran a patearse las calles de la capital y la provincia para dar cuenta de lo que quieren para todos nosotros. Una Huelva abandonada desde el mismo instante en el que fueron elegidos hace algo más de dos años y medio. Y lo peor de todo es que no se salva ninguno, ni el perenne ni el recién llegado (el hoy candidato socialista), pues son tal para cual. Habrá que esperar acontecimientos. Un ruego: que no vuelvan a sacar las viejas promesas incumplidas cada cuatro años. Que no somos tontos.

Fin del artículo de enero de 2014 en el que queda claro que hemos perdido un año en Huelva.

En marzo de ese mismo año de 2014 me hacía la siguiente pregunta: ¿Para qué sirve un alcalde? Entonces escribía: Mi mayor ilusión es acabar siendo el alcalde de mi pueblo (ciudad). Eso suelen decir algunos políticos de alto nivel cuando se les pregunta sobre sus aspiraciones futuras tras tocar techo en la política. Y lo dicen como señal de servicio hacia los suyos. Es el cargo más próximo al ciudadano, el más agradecido, suelen decir. Pero, ¿para qué sirve un alcalde sino es para eso, para servir al ciudadano y gestar para hacer mejor cada día su ciudad? Eso debería ser así, por lo que es llamativo ver lo que se ha hecho en los últimos tres años en Huelva, los del último mandato del actual alcalde, y comprobar que la capital no está mejor que antes de la consulta electoral de 2011, la gestión ha sido nefasta y el servicio al ciudadano ha sido nulo. Entonces, ¿para qué ha servido dar la confianza a este equipo de Gobierno? Puestos a cuestionar su labor, nada hubiera pasado si tras las últimas elecciones municipales se hubiera decidido convocar a un comité de expertos y encargarle llevar la gestión municipal. Comité formado por funcionarios del actual Ayuntamiento que muy bien podrían haber hecho más de lo realizado por unos concejales que apenas si han dado orden a los papeles guardados en los cajones de su despacho municipal. Una medida de ahorro que bien agradecerían las maltrechas arcas públicas. No es que un servidor este de acuerdo con este tipo de medidas, ya practicadas en plena crisis, por ejemplo, por el Gobierno italiano de Monti, pero lo que no puede soportar durante tanto tiempo una ciudad es ver cómo sus dirigentes no hacen nada por mejorar el nivel social de sus conciudadanos y lastrar a la capital a una deuda cada vez más insoportable. Ellos, tras dos décadas en el poder, son los culpables del otrora progreso capitalino y de la actual ruina que parece inhabilitarles para sus cargos.

Ha pasado un año desde entonces (esto lo digo ahora) y Huelva no ha progresado en nada a nivel municipal. Ahora, a menos de cinco meses para las elecciones municipales tendremos que soportar la verborrea de los de siempre, ya que en democracia no queda más remedio que elegir a alguien para que lleve las riendas de este Ayuntamiento endeudado hasta las cejas. Estaremos a la espera de los resultados. Lo único que les pediría a todos ellos es decencia, que no traten de engañarnos y que el que no esté seguro de querer servir a sus ciudadanos que se vaya. Feliz Año 2015 para todos.

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