martes. 23.04.2024
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Opinión

Coronacaos

Empezó con un leve picor de garganta el pasado día 30 de diciembre y fue agarrándose por las paredes de las vías respiratorias, cercenando las ganas, insuflando sueño. El covid me dejó tiritando el día 31 de diciembre, incluida la Nochevieja, pero la enfermedad, cuyos efectos empezaron a diluirse en los días posteriores, dejaron paso a algo si cabe pero, o al menos más doloroso. Dejó paso al coronacaos sanitario al que fui sometido y del que parece imposible deshacerse.

En primer lugar, aquí, el que suscribe, antes de aventurarse por las tortuosas eventualidades del covid, se hizo dos test de farmacia, el primero nasal, el segundo de saliva. Contrariamente a lo que sería lógico el resultado de ambos fue negativo. Según las recomendaciones de Salud Responde, yo, aquella Nochevieja, tendría licencia para deambular por las calles y pasar la jornada festiva con amigos, sin más incidencia. Era apto como ciudadano para, tomando las medidas oportunas de ventilación, mascarilla y distancia de seguridad, recibir al año con esperanza (otra vez).

Primera lección, la eficacia de los test está muy en entredicho, no es solo mi doble caso, sino el de bastantes personas alrededor, de hecho, fue otra persona la que me recomendó que me hiciese una prueba PCR (en una clínica privada, claro está, ante el desbordamiento que sufre la sanidad pública y las múltiples pruebas de gymkana que hay que pasar para ser objeto de este ‘privilegio’) pese a los dos negativos en test y ‘voile’… la PCR (que me hice apenas dos horas después del último test) dio positivo confirmando un caso que nadie más había detectado.

Enfadado con haberme gastado 20 € en dos test inútiles más 88€ en una PCR que debiera haberme proporcionado el sistema público, me propuse a pasar mi convalecencia y mis (al menos) siete días de confinamiento en casa.

Pero no todas mis aventuras con el covid terminaron ahí. Intenté notificar mi positivo en la app de Salud Responde, para lo cual tuve que mentir, no existe ninguna opción para notificar con dos test negativos. Puedes o simplemente decir que tienes síntomas o decir que tus test dieron positivos. Hiciera lo que hiciera, daba igual, porque nadie te iba a responder ni llamar en los próximos días.

La opción final fue llamar insistentemente al teléfono de Salud Responde para solicitar mi baja laboral, ante lo cual, finalmente mi médica de cabecera si se puso en contacto para ofrecerme el documento y de paso decirme que el día 7 podía seguir mi vida tan campante, pese a que en mi conversación con ella le insistí en que aún tenía síntomas (de carácter leve, pero síntomas).

Hoy les escribo desde el sofá de mi casa, con algunos ataques de tos repentinos y muchas dudas. Creo que el ‘bicho’ no ha terminado de irse, pero, seguramente, para probarlo, tendré que gastarme otros 88 €, porque la sanidad pública me ha recomendado que lo esparza por las calles de Huelva sin más miramientos. 

En esta crisis, hay muchos ciudadanos que están demostrando mucha más responsabilidad que el propio sistema sanitario que los cobija. Otros muchos, ‘botelloneros’ o ‘negacionistas’ por ejemplo, obviamente no. Pero en mi experiencia personal, la gestión de la crisis sanitaria en Andalucía ha dejado mucho, muchísimo que desear. Esperemos que la sexta ola pase pronto y mi enfado se diluya en las aguas del tiempo.