domingo. 05.05.2024
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Opinión

Tras el debate

Tras el debate, muchos andaluces nos preguntamos por qué el candidato del PP, Moreno Bonilla, no contestó a ninguna de las tres cuestiones que le planteó la Presidenta de la Junta, Susana Díaz: ¿va a mantener a los dos imputados que tienen en sus listas al Parlamento andaluz? ¿Va a entregar las cuentas del PP al Tribunal de Cuentas? ¿Va a publicar las declaraciones del IRPF de usted y su cónyuge del año 2013? La callada por respuesta fue la actitud que mantuvo el candidato del PP ante estos interrogantes que afectaban, de lleno, a las proclamas que lanzan a diario sobre medidas de transparencia y corrupción. Durante el debate insistió una y otra vez con el latiguillo de “hechos y no palabras”, dirigiéndose a Susana Díaz, cuando la Presidenta ha demostrado, con hechos, que sus declaraciones de renta, las de ella y su marido, son accesibles a cualquier ciudadano que quiera conocerlas, que las cuentas del PSOE-A son fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas y que en las listas electorales socialistas al Parlamento no figura ningún imputado. Se produjeron en el transcurso del debate, demasiado encorsetado para mi gusto, varios hechos a destacar. En primer lugar resultó sorprendente que Moreno Bonilla, que fue Secretario de Estado con Ana Mato, y por tanto, responsable de las políticas de salud, dependencia y servicios sociales, se atreviera a hablar de que él y su partido apostarían por mantener y mejorar las medidas sociales a familias y dependientes, cuando su firma figura en el Decreto publicado en el BOE que anunció el brutal recorte que el gobierno de Rajoy había aprobado y que de hecho, no sólo con palabras, se cargaba la Ley de Dependencia. Por el contrario, Susana Díaz le recordó que en nuestra tierra, 163.000 personas se ven beneficiadas con las ayudas a la Dependencia, pese al hachazo de 300 millones que Moreno Bonilla autorizó, y que Andalucía destina al día tres millones de euros, tanto como el gobierno de Rajoy para toda España. Le recordó también que el copago sanitario, aprobado también cuando él estaba en el Ministerio, perjudicaba claramente a los pensionistas, sin olvidar los continuos recursos que el gobierno central presenta contra la Junta cada vez que se efectúa una subasta de medicamentos para ahorrar muchos millones a las arcas públicas. En segundo lugar, el candidato popular se extasiaba cuando destacaba la apuesta del gobierno por nuestra Comunidad, mintiendo de manera descarada, ya que los recortes presupuestarios a Andalucía han sido tremendos, incluyendo entre ellos, el no cumplimiento de lo fijado en nuestro Estatuto. Rajoy debe a nuestra tierra más de tres mil millones, y nos debe también un Plan de Empleo extraordinario que combata las altas tasas de paro existentes, como el que le concedió a Extremadura, tal vez, porque su Presidente es de su mismo partido. Por último, y no por ello menos grave, Moreno Bonilla, también se atrevió a hablar de educación y universidad, cuando Rajoy y su ministro Wert, han recortado 7.000 millones, ha reducido Becas y dificultado el acceso a ellas,  incrementado la ratio y provocando con ello el despido de miles de profesores, y aprobado la LOMCE y el Plan de 3+2 para la Universidad que tienen el rechazo de toda la Comunidad educativa. Esos son hechos, y no palabras, como tanto reclamó Bonilla en el debate. Y es que uno es esclavo de sus palabras…y de sus hechos.

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